Santa Sede condena Doctrina del Descubrimiento impuesta por potencias coloniales

9:00 a.m. | 5 abr 23 (OM/NCR).- Por primera vez, una comunicación oficial del Vaticano repudió la Doctrina del Descubrimiento, condenando así prácticas del pasado colonial de la Iglesia. En el manifiesto, elaborado por los Dicasterios para la Cultura y la Educación y para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, se afirma que documentos papales fueron “manipulados” con fines políticos por las potencias coloniales “para justificar actos inmorales contra los pueblos indígenas que se llevaron a cabo, en ocasiones, sin la oposición de las autoridades eclesiásticas”.

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El 30 de marzo de 2023 se hizo pública una nota conjunta del Dicasterio para la Cultura y la Educación y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. El escrito versa sobre los abusos sufridos por los pueblos indígenas en nombre de los descubrimientos. Este documento llega ocho meses después de la visita del papa Francisco a Canadá, en la que condenó públicamente la mentalidad colonizadora.

Francisco no ha sido el primero que habla contra los abusos de la colonización. Como expresa el comunicado, “en el curso de la historia los Papas han condenado los actos de violencia, opresión, injusticia social y esclavitud, entre ellos los cometidos contra las poblaciones indígenas. Ha habido numerosos ejemplos de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos que han dado su vida en defensa de la dignidad de esos pueblos”.

Sin embargo, admitir esto implica también respetar los hechos históricos verídicos y “exige el reconocimiento de la debilidad humana y de los fallos de los discípulos de Cristo en cada generación. Muchos cristianos han cometido actos de maldad contra las poblaciones indígenas”.


El resultado de un diálogo

Para hacer frente a todo esto, la Iglesia inició un diálogo con miembros de los pueblos indígenas y, como resultado, “ha visto la importancia de afrontar el concepto denominado Doctrina del Descubrimiento”. El mismo término de descubrimiento es origen de debate en cuanto a su significado, puesto que en el ámbito jurídico, “el descubrimiento de tierras por parte de los colonos concedía el derecho exclusivo de extinguir, mediante la compra o la conquista, el título o la posesión de dichas tierras por parte de las poblaciones indígenas”.

En los siglos de las grandes exploraciones nació esa “doctrina” supuestamente apoyada en algunas bulas papales, como Dum Diversas (1452), Romanus Pontifex (1455) e Inter Caetera (1493). Sin embargo, la nota conjunta de los dicasterios afirma que “la Doctrina del Descubrimiento no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica. La investigación histórica demuestra claramente que los documentos papales en cuestión, escritos en un período histórico específico y relacionados a cuestiones políticas, nunca han sido considerados expresiones de la fe católica”.

A pesar de esto, también es cierto, y así lo declara el escrito, que aquellas bulas papales “no reflejaban adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas” y, en ocasiones, las potencias políticas manipularon su contenido con el fin de justificar los abusos contra los indígenas. En consecuencia, “es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón. Además, el papa Francisco ha exhortado: Que la comunidad cristiana no se deje contaminar nunca más por la idea de que existe una cultura superior a otras y que es legítimo usar medios de coacción contra los demás”.


El respeto por cada ser humano

Lo que sí forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica es “el respeto debido a cada ser humano. Por tanto, la Iglesia católica repudia los conceptos que no reconocen los derechos humanos intrínsecos de los pueblos indígenas, comprendida la que se ha dado a conocer legal y políticamente como Doctrina del Descubrimiento”.

Diversos documentos de la Iglesia han tratado de proteger los derechos de los indígenas a lo largo de la historia. Recientemente, este objetivo se ha reforzado con el “apoyo decidido de la Santa Sede a los principios contenidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. La implementación de tales principios mejoraría las condiciones de vida y ayudaría a proteger los derechos de los pueblos indígenas, además de facilitar su desarrollo en un modo que respete su identidad, lengua y cultura”.


El arte de la reconciliación

El cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, ha comentado la nota publicada. Dice sobre ella que “es parte de lo que podríamos llamar la arquitectura de la reconciliación, y también el producto del arte de la reconciliación, proceso a través del cual la gente se compromete a escucharse, a hablarse y a crecer en el entendimiento mutuo”. El diálogo que la Iglesia mantiene con los pueblos indígenas permite entender los sufrimientos y los errores cometidos. Estas conversaciones muestran el interés del Pueblo de Dios por comprometerse en la búsqueda de la reconciliación y en el arte del encuentro.

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Vías para el diálogo

Por su parte, la Conferencia Episcopal de Canadá ha expresado su agradecimiento por la nota promulgada y ha informado de que está trabajando para abrir nuevas vías para el diálogo. Tanto es así que los obispos están estudiando la posibilidad de organizar un simposio junto al Comité Pontificio de Ciencias Históricas con académicos indígenas y no indígenas. El objetivo del encuentro académico es profundizar en el entendimiento histórico de la Doctrina del Descubrimiento. Los dos dicasterios encargados de la nota han expresado su apoyo a esta iniciativa. La Conferencia Episcopal estadounidense también ha mostrado su interés en el simposio, tal como lo ha expresado el arzobispo Paul S. Coakley, secretario de dicha Conferencia, en un comunicado.

Respuestas mixtas desde los pueblos indígenas: “Es solo un paso”

Líderes indígenas canadienses, que hace un año se reunieron con el Papa, festejaron la declaración como un buen primer paso inicial, aunque el documento no habló de revocar las bulas y siguió absteniéndose de reconocer la culpa del Vaticano en los abusos. Los documentos de los Papas, señaló la declaración, fueron “manipulados” con fines políticos por las potencias coloniales.

El comunicado ha respondido a décadas de reclamos indígenas para que el Vaticano rescindiera oficialmente las bulas papales que proporcionaron a los reinos de España y Portugal el respaldo religioso para expandir sus territorios en África y América con el pretexto de expandir la cristiandad. Esos decretos respaldan la doctrina de descubrimiento, un concepto legal acuñado en un decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en 1823 que se interpreta como que la propiedad y soberanía de las tierras pasó a los europeos porque ellos las “descubrieron”.

El principio se citó de forma más reciente en una decisión de 2005 de la Corte Suprema que afectaba a la Nación Indígena Oneida, redactada por la difunta jueza Ruth Bader Ginsburg. Durante la visita del papa Francisco a Canadá en 2022, en la que se disculpó con los pueblos indígenas por un sistema de internados que sacaba de forma forzosa a los niños nativos de sus hogares, encontró reclamaciones de que la Iglesia repudiara formalmente las bulas papales.

Previamente, Michelle Schenandoah, de la nación Oneida, había pedido al Vaticano que revocara las bulas papales cuando realizó el discurso de cierre de la delegación de Primeras Naciones que se reunió con Francisco durante la visita de una semana de grupos nativos canadienses el año pasado. El jueves, dijo que la declaración del Vaticano era “un paso más en la dirección correcta”, aunque no mencionaba la revocación de las bulas. “Creo que esto realmente coloca la responsabilidad sobre Estados nacionales como Estados Unidos, al ver cómo usa la Doctrina del Descubrimiento”, dijo en una entrevista.

Phil Fontaine, un exjefe nacional de la Asamblea de Primeras Naciones de Canadá e integrante de la delegación de Primeras Naciones que se reunió con Francisco en el Vaticano, dijo que la declaración era “maravillosa”, resolvía un asunto pendiente y que ahora corresponde a las autoridades civiles revisar las leyes de propiedad que citan la doctrina. “La iglesia ha hecho una cosa, como dijo que haría, por el Santo Padre. Ahora la pelota está en el campo de los gobiernos, Estados Unidos y Canadá, pero sobre todo en Estados Unidos, donde la doctrina está incorporada a la ley”, dijo a la Associated Press.

El Vaticano no ofreció pruebas de que las tres bulas papales del siglo XV (Dum Diversas en 1452, Romanus Pontifex en 1455 e Inter Caetera en 1493) hubieran sido rechazadas, rescindidas o abolidas de forma oficial, como han dicho a menudo funcionarios de la Santa Sede. Sin embargo, citó una bula posterior, Sublimis Deus, de 1537, que reafirmó que los pueblos indígenas no debían verse privados de su libertad o de la posesión de su propiedad, y no debían ser esclavizados.

Mark Charles, teólogo navajo y autor del libro Unsettling Truths: The Ongoing, Dehumanizing Legacy of the Doctrine of Discovery, dijo que Inter Caetera, bula que concedía a España ciertas tierras en las Américas, fue escrita después del primer viaje de Cristóbal Colón, “básicamente justificando lo que ya había tenido lugar (…) No es que sus palabras y las bulas papales estuvieran siendo manipuladas y cooptadas por entidades políticas, estaban siendo escritas para entidades políticas para justificar estas acciones”. Además, considera que la declaración del Vaticano “claramente intenta limitar” la responsabilidad legal de la Iglesia católica, especialmente al enmarcar los daños del pasado como perpetrados por malos actores individuales en lugar de por instituciones eclesiásticas.

El cardenal Michael Czerny, el jesuita canadiense cuya oficina fue coautora de la declaración, destacó que las bulas habían sido revocadas hace mucho y que el uso del término “doctrina” —que en este caso es un término legal, no religioso— había provocado confusión durante siglos acerca del papel de la Iglesia. A las bulas originales, dijo, “se las trata como si fueran documentos de enseñanza, magisterio o doctrinales, y son una medida política del momento. Y creo que repudiar solemnemente una medida política del momento es generar más confusión que claridad”. Destacó que el objetivo de la declaración no era solo dejar las cosas históricas claras, sino “descubrir, identificar, analizar y tratar de superar lo que solo cabe llamar los efectos perdurables del colonialismo hoy”.

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Felix Hoehn, profesor de derecho administrativo y de propiedad en la Universidad de Saskatchewan, dijo que la declaración del Vaticano no tendría valor legal para los reclamos de tierras en Canadá, pero sí valor simbólico. Está la esperanza de que la declaración demuestre que la Iglesia católica quiere ser aliada de los pueblos indígenas en su lucha por sus derechos humanos y su tierra, y protegerla, dijo el padre David McCallum, un jesuita estadounidense que ha trabajado con ellos y fue consultado para la elaboración del documento.

“Ahora, que la iglesia no solo reconozca los daños, sino también repudie toda la mentalidad de la superioridad cultural, de la superioridad racial, que en cierto sentido renuncie a toda esa manera de pensar y diga que en lo sucesivo quiere ser una aliada activa en la protección de los derechos humanos indígenas junto con todos los derechos humanos, creo que es una gran declaración”, afirmó.

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Fuentes

Religion News Service / Omnes / National Catholic Reporter / Videos: Rome Reports – AFP Español / Foto: Toronto Star

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