Congreso de Vida Religiosa: Decálogo para América Latina
9:00 p.m. | 24 ago 21 (CLAR).- Encaminados hacia un Iglesia que renueva su compromiso intercultural, intercongregacional e itinerante. A eso apunta el “decálogo de opciones” difundido en la clausura del Congreso Continental (virtual) organizado por la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR). Su presidenta, Gloria Liliana Franco, precisó que es un punto de partida, y que “será necesario actualizarlo en lo cotidiano” y bajo la prioridad de movilizarse “hasta donde urge compartir el pan”. El papa Francisco se hizo presente con un video mensaje para animar su misión y recordar que “la fe que no se incultura no es auténtica”.
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“El Congreso no se puede agotar aquí”, señaló la Presidenta de la CLAR en la clausura del Congreso, “será necesario actualizarlo en lo cotidiano y a punta de opciones, lo que nos queda es renovar el deseo de ofrendar la vida, ser como pan partido, partirnos, repartirnos, desplazarnos hasta esas parcelas del Reino en las que urge que se comparta el pan”. Asimismo, la religiosa colombiana insistió en que la vida religiosa “está convocada a abrir horizontes de nueva relacionalidad: Intercongregacionalidad, interculturalidad e itinerancia; nos corresponde movilizarnos, optar”.
En la clausura también ha participado, mons. Luis Marín San Martin, subsecretario del Sínodo de los Obispos, quien invitó a los consagrados a seguir apostando por la sinodalidad “en la profunda y sólida vivencia de la unidad de fe, en la Iglesia y desde la Iglesia”. Porque “los religiosos aportamos la variedad de carismas suscitados por el Espíritu, múltiples colores que llenan de belleza el cuerpo eclesial”.
ENLACES. Crónica del Congreso – Día 1 / Crónica del Congreso – Día 2
Un Decálogo de opciones
1. Optar por la presencia, lugar de la gracia: Estar es la condición para la epifanía, para la manifestación de Dios. Si estamos, las personas y los lugares se constituyen en sagrados, en escenarios teológicos. La gracia habita justo ahí en el lugar de la presencia. Salir, itinerar es la condición para la fecundidad, en el lugar de la costumbre y la parálisis, nos esterilizamos.
2. Optar por la bondadosa cercanía, abrigo ético que dignifica: por el acompañamiento, desde la conciencia de ser convocados al encuentro: con la realidad, con el otro, con el plenamente Otro y esto supondrá receptividad, acogida, hospitalidad. Entender desde lo más profundo que este es un tiempo privilegiado para el encuentro. Las decisiones éticas responsables y respetuosas de la dignidad humana, brotan de la bondadosa cercanía.
3. Optar por la escucha, susurro que trae la conversión: La escucha se constituye en una actitud vital, porque nos ubica en el lugar del otro, ahí donde resuena la palabra, y se hacen nítidas las necesidades reales. Escuchar, libera de protagonismos, del accionar mediático, populista y mesiánico, de la suficiencia de quien cree tener las respuestas.
4. Optar por la palabra, antídoto para la sanación: La palabra posibilita la expresión de la vivencia. Hacer de la narración terapia que sane, que reconcilie, que devuelva el sentido. Permitir que se narre la historia, que el relato de cuenta de la posición y el sentimiento de la víctima. Y optar también por la Palabra con mayúscula, por la que hecha carne habitó entre los seres humanos y dejar que esa Palabra, esa Buena Noticia resuene con la capacidad que tiene de sanar, liberar, dignificar, levantar. Hacer lectura de fe, lectura Encarnada y liberadora.
5. Optar por el discernimiento, escena- rio del Espíritu: atención al ritmo y a las mociones del Espíritu, por eso es necesario discernir, buscar en el querer de Dios, las bitácoras que actualicen el compromiso y lo hagan pertinente y significativo. Entre los pobres, en las fronteras, al descampado, por los territorios de migración y trata, donde niños y jóvenes ven vulnerados sus derechos y las mujeres las posibilidades de participación… ahí, el Espíritu clama y como con dolores de parto, urge por consagrados apasionados por la vida, dispuestos a darlo todo, generosos y consecuentes con el Sí.
6. Optar por los procesos, posibilidad de desplegar el potencial de la vida: Las acciones aisladas y no articuladas a redes y procesos, terminan siendo muchas veces estériles. Será necesario generar procesos que posibiliten la continuidad de las acciones. Interrelacionados e interdisciplinares, que partan de la realidad, abarquen la vida y den protagonismo a las personas con las que caminamos.
7. Optar por lo comunitario, tejido vital que articula: Generar vínculos de hospitalidad y ternura. En la construcción de ese tejido eclesial que necesita el mundo, nuestra misión como consagrados será la escucha activa, construir redes interinstitucionales, intercongregacionales, generar pactos comunitarios y sociales realistas, contextualizados e inclusivos, en los que se respeten las diferencias, se asuman las distintas culturas, cosmovisiones y estilos de vida. Se trata de hacer la comunión, purificar las relaciones y situarnos desde la horizontalidad en la que todos caben y la voz de todos resuena para abrir caminos y posibilidades.
8. Optar por la misericordia: dinamizador del compromiso solidario: La Vida Religiosa, no debe aplazar más la decisión de abandonar los “odres viejos”; la salida misionera es el camino. Ubicarnos ante la realidad con entrañas de misericordia, dejarnos desacomodar por la realidad, reorganizar estructuras, proyectos comunitarios y opciones en función de los ecos de la realidad… ese es el camino.
9. Optar por la interioridad, fundamento que repuebla de razones para existir: Ir al fondo, la superficie no permite ahondar en lo profundo. Llamados a situarnos ante la realidad, al modo de Jesús y eso supone conocimiento interno de su Persona, configuración con Él, deseos de hacer nuestro su proyecto.
10. Optar por la Casa Común, lugar de la manifestación de Dios: La tierra, las culturas y los más pobres claman. El cuidado de la Casa Común, no da tregua, esta es una opción en la que no caben excusas. A todos compete, empeñarnos en esta tarea, desde la conciencia de la interrelación y la sacralidad de todo lo creado. El rostro de la humanidad se configura cada vez más con matices universales, habitamos una Casa Común y coincidimos en la misma preocupación: el modo como se construye el futuro del planeta.
ENLACE. Mensaje de clausura (completo)
Francisco a la Vida Religiosa latinoamericana: “Fe que no se incultura no es auténtica”
Durante el primer día del Congreso virtual, se emitió el videomensaje que envió Francisco con palabras de aliento. El Santo Padre aprovechó la ocasión para invitar a los religiosos y religiosas a alejarse de “las posturas gnósticas más aberrantes y ridículas” en clara referencia a sectores conservadores que se niegan a inculturar el Evangelio y negar el Concilio Vaticano II. Por ello, Francisco recomienda a la CLAR inculturarse en la vida de los pueblos a través de la fe, aclarando que evangelizar no es hacer proselitismo, sino a hacer presencia adaptados a la realidad local.
“No olvidemos que una fe que no se incultura no es auténtica. Por eso, los invito a entrar en lo que nos dará en esta realidad, que nos dará el verdadero sentido de una cultura, que está en el alma de los pueblos”, sostuvo. El Papa instó a los consagrados a entrar en “la vida del Pueblo fiel, entren con respeto en sus costumbres y tradiciones, buscando llevar a cabo la misión de inculturar la fe y evangelizar la cultura. Es un binomio: inculturar la fe y evangelizar la cultura”.
Además Francisco ha hecho una particular petición: no perder la alegría: “quisiera recordarles que la alegría, máxima expresión de la vida en Cristo, es el mejor testimonio que podemos ofrecer al santo pueblo fiel de Dios”. “Alegría, alegría en múltiples formas; paz, gozo, sentido del humor. ¡Por favor pidan esa gracia! En la Exhortación sobre la santidad, quise precisamente colocar un capítulo sobre el sentido del humor”, añadió. Ha lamentado “ver a hombres y mujeres consagrados que no tienen sentido del humor, que se toman todo en serio. ¡Pero por favor! Estar con Jesús es estar alegre, es también tener la capacidad que da la santidad de este sentido del humor”.
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Fuentes
CLAR / Vida Nueva / Vatican News