Santa Rosa de Lima: Con los cristos azotados del Perú
8:00 p.m. | 26 ago 20 (ADL/VTN).- En días próximos a la celebración de Santa Rosa de Lima, recordamos un artículo y una clase magistral del 2017 de nuestro Arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo, ofrecidos como homenaje por el 400 aniversario de la muerte de Rosa. La reflexión aborda primero el contexto histórico en el que vivió, la Lima del siglo XVII en plena colonización española, para luego describir el tipo de misticismo que vivió: de servicio en un mundo de injusticia. Además, compartimos un especial del Arzobispado de Lima que reúne testimonios de solidaridad y de servicio en la Arquidiócesis -durante la pandemia- inspirados en la figura de Santa Rosa.
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La Iglesia universal celebra cada 23 de agosto -y en el Perú el 30 de agosto- la memoria litúrgica de Santa Rosa de Lima, Terciaria Dominica, la primera Santa canonizada del Nuevo Mundo, declarada la patrona del Perú, de América, de las Indias y de Filipinas.
Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, publicó en 2017 un artículo que nos presenta una honda reflexión teológica acerca de la figura mística de Santa Rosa de Lima, santa peruana que vivió entre los siglos XVI y XVII. El documento, que se puede descargar libremente, está estructurado en dos partes.
En la primera se explican algunos elementos del contexto social, humano y religioso donde Rosa estaba enraizada, a la luz de valiosas investigaciones históricas y antropológicas de fines del siglo pasado e inicios del presente siglo, que muestran una Lima a inicios de la colonización española: opulenta y frívola, pero carente de sentido humano y “triste”.
En la segunda parte, se precisa, a partir de estos elementos, algunos escritos de Rosa e investigaciones sobre ella, el tipo de misticismo que vivió: misticismo criollo de servicio, es decir, un criollismo servidor de Jesucristo en los indios.
Lima en tiempos de frivolidad e indiferencia
¿Qué había ocurrido? Había acontecido una crisis, “una crisis producto de situaciones muy graves que le tocó vivir a Rosa de Lima”. Por este tiempo, las ambiciones pecuniarias de los españoles y criollos conllevaron a que se cometan “graves injusticias”, sometiendo a pueblos indígenas a “largos males, confiscando sus tierras, y pretendiendo la perpetuidad de la propiedad indígena. Los hicieron trabajar en sus haciendas y los obligaron al trabajo forzado de las minas”.
Lima era una sociedad “rica hasta el hartazgo”, sin otro propósito de la riqueza por la riqueza, ausente de sentido, “especialmente de sentido humano con las poblaciones indias y negras”.
Ante esta dificultad, Rosa decidió hacer experiencia y aceptó vivir su condición de criolla “con ojos y corazón abiertos e interpelados por los pobres indios y negros, en quienes percibió la presencia de su amado Esposo Jesús”. Así, Rosa “encarnó una defensa de los indios en su vida cotidiana y en su religiosidad, promoviendo una forma de inculturación del Evangelio que dura hasta hoy”.
Uno de los sectores limeños más golpeados fueron las mujeres, que ya desde antes, en el siglo XVI “habían sido prohibidas de usar saya y manto –las tapadas– y en varias oportunidades, en el siglo XVII fueron humilladas con muy diversos maltratos”.
La santidad profunda de Rosa de Lima
“Una santa es un don de Dios que emerge mediante la fe y la inspiración espiritual, en medio de circunstancias complejas, es decir, un don enraizado”. En ese sentido, Rosa “se dejó interrogar por las circunstancias en medio de las cuales agudiza su vivir en enamoramiento pleno, semejante al artista, al poeta, al músico, al pintor, que expresan su vocación en cada gesto, en cada verso, en cada nota, en cada línea y color”.
Rosa fue servidora para mostrar el rostro servidor en un mundo de injusticia y maltrato hacia los indios y negros. Por eso decimos que se “identificó hondamente con los cristos azotados del Perú”.
“En medio de esta difícil y compleja realidad Rosa se atrevió a “sentir a Dios”. Dios era para Rosa lo que sugiere en un poema César Vallejo: “mustia un dulce desdén de enamorado, debe dolerle mucho el corazón”. En efecto, Rosa sentía a Dios como su amado y a este en los indios”.
ENLACE. Descargar documento completo
Clase Magistral: Rosa de Lima. Enraizamiento y misticismo
En junio del 2017, nuestro Arzobispo, Mons. Carlos Castillo, presentó una clase magistral sobre Santa Rosa de Lima, que expuso lo desarrollado por el documento. La conferencia se realizó en el auditorio del Colegio Santa Rosa del Cuzco, como parte de las celebraciones por el 400 aniversario de la muerte de Rosa de Lima, y fue organizada por la Orden de Religiosos Dominicos. Aquí el video de la presentación:
Sobre la Fiesta de Santa Rosa de Lima en Vatican News
Entrevista completa a Mons. Carlos Castillo (audio)
ENLACE. Artículo completo en Vatican News
Videoconferencia 2020: jueves 27 de agosto a las 6:00 p.m.
Para este jueves a las 6:00 p.m. el Arzobispado de Lima ha programado una videoconferencia bajo la misma temática, a cargo de Mons. Carlos Castillo, en la que se podrá participar a través de sus redes sociales (transmisión en vivo desde la página de Facebook y Youtube Live).
Rosa de Lima en el corazón de los que ayudan al prójimo
Inspirados en el espíritu de gratuidad y ayuda al prójimo de Rosa de Lima, quien se identificó con el sufrimiento humano de los enfermos y los indios de su época, el Arzobispado ha compartido testimonios de solidaridad y organización de las Parroquias de la Arquidiócesis.
A través de estos gestos humanos y cristianos, recordemos que la santidad también está presente en el corazón de quienes se identifican con los más necesitados. El servicio y la relación con el prójimo forman parte del llamado del Papa Francisco a la santidad en el mundo actual: “Somos llamados a vivir la contemplación también en medio de la acción, y nos santificamos en el ejercicio responsable y generoso de la propia misión”. (GE 26).
Parroquia Santa Magdalena Sofía Barat
Esta parroquia ubicada en el distrito del Agustino, se ha organizado para realizar cadenas de solidaridad con todos los migrantes que viven en la zona: “desde los inicios de la pandemia, hemos colaborado con bolsas de víveres para que estas familias puedan tener con qué alimentarse”, comentó el Párroco Arturo Alcos.
Para el Padre Arturo, esta pandemia también ha traído consigo muchas lecciones: “una de ellas es la organización popular, porque solos no podemos vencer esta pandemia, unidos sí, y por eso, es importante que podamos organizarnos a través de las juntas vecinales, fortalecer los clubes de madres, los comités de vaso de leche, los comedores populares y las ollas comunitarias. A través de estos grupos de vecinos nosotros podemos acompañarlos, podemos educarlos mejor y brindar nuestra ayuda”, acotó.
Especial del Arzobispado – Testimonios (completo)
- Rosa de Lima en el corazón de los que ayudan al prójimo
- Rosa de Lima en el corazón de nuestros enfermeros y médicos
Fuentes:
Arzobispado de Lima / Vatican News / Fotos: Arzobispado