Celebridades y caminos de conversión
2:00 p.m. | 25 abr 20 (VN).- Durante el 2019, la revista Vida Nueva difundió en varias entregas el especial “Así me convertí”, con notables historias de conversión de figuras históricas o famosas, entre los que encontramos escritores, actores, activistas, etc. como: John Wayne, Dorothy Day, G. K. Chesterton y otros más. Reunimos todos las ediciones publicadas.
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Así me convertí: John Wayne
Todos recordamos a John Wayne a lomos de su caballo, bebiendo whisky y disparando veloz como una centella. Pero el histórico referente de los weterns junto a Clint Eastwood tiene una cara menos conocida… La del hombre piadoso que escribía sencillas cartas a Dios.
Perteneciente a la comunidad presbiteriana, antes de morir un 11 de junio de 1979 en el Centro Médico de la Universidad de California, en Los Ángeles, dio el último gran paso de su vida: bautizarse en el catolicismo. Se encargó de recibirle en la Iglesia el capellán del hospital, el religioso paulino Robert Philip Curtis.
Con todo, lo cierto es que las tres mujeres con las que se casó (todas ellas de origen hispano) eran católicas y los siete hijos que tuvo en total fueron bautizados en el seno de la Iglesia de Roma. De hecho, muchas veces solía bromear con que al final de su vida, justo antes de morir, él mismo se bautizaría. Y al final la profecía se cumplió… (click aquí para leer el artículo completo).
Así me convertí: Dorothy Day
Dorothy Day fue un vendaval apasionado. Nacida en Brooklyn en 1897, esta activista estadounidense no dejaría de dar una sola batalla social en su tiempo, especialmente, la defensa de las condiciones laborales de los negros, los niños y los explotados en general. Profundamente progresista, militó en movimientos socialistas y defendió algunos ideales libertarios.
Su carácter se fraguó en su infancia y adolescencia, en Chicago, en el seno de una familia protestante muy implicada en cuestiones intelectuales y de índole social. Tras un fugaz paso por la Universidad, se independizó muy joven e inició su propia carrera como periodista (su padre también lo era) en el diario socialista La voz.
Desde sus páginas denunciaba los excesos del capitalismo salvaje en un momento en el que la crisis económica disparaba el número de desempleados. También se implicó mucho en el movimiento feminista, hasta el punto de ser detenida en una manifestación en Washington.
Tras casarse con Forster Buttermann, marcado por su fuerte ateísmo, Dorothy Day sintió la llama de la fe al quedarse embarazada por segunda vez (la primera, abortó). Decidió tener a su hija, Tamar, y bautizarla católica… (click aquí para leer el artículo completo).
Así me convertí: G. K. Chesterton
Si hay un autor británico que aúne genialidad, ironía, espíritu libre y, al mismo tiempo, apego por las tradiciones de nuestros mayores, ese es Gilbert Keith Chesterton (1874-1936). Igualmente, si este cultivó la novela, el ensayo o el periodismo, un gran personaje marca su entera creación: el legendario Padre Brown, una especie de Sherlock Homes consagrado a Jesús de Nazaret.
En su etapa universitaria, en el University College de Londres, a Chesterton se le acendró un marcado agnosticismo, con ribetes de anticlericalismo, inmerso en un ambiente en el que lo popular era despreciar la ortodoxia religiosa, y mucho más la católica (sus padres, poco practicantes, le bautizaron anglicano por mero convencionalismo). Hasta el punto de que llegó a juguetear con el espiritismo y el ocultismo, invocando al Demonio.
Años más tarde, el mismo Chesterton llegó a describir así esta etapa juvenil: “Fue una época en la que alcancé la condición interior de anarquía moral, sumiéndome cada vez más en un suicidio espiritual. Supongo que mi caso era bastante corriente. Sin embargo, el hecho es que ahondé lo suficiente para encontrarme con el demonio, incluso para reconocerle de manera oscura”… (click aquí para leer el artículo completo).
Así me convertí: Gary Cooper
Si hablamos de Hollywood, uno de los nombres que vienen a la mente de todos es el de Gary Cooper (1901-1961), ganador de tres Oscars y protagonista, entre otras, de películas como Adiós a las armas, El secreto de vivir o Solo ante el peligro.
En la mayor parte de su vida se mantuvo alejado a la fe, pero en su posterior conversión desempeñaron un papel fundamental su mujer, Verónica Balfe (de la que jamás se separó, pese a las numerosas infidelidades del actor), y su hija única, María. Ambas, católicas convencidas, influyeron mucho a la hora de testimoniar ante él una creencia profundamente humanista.
En este sentido, un hito muy importante ocurrió el 26 de junio de 1953, cuando acompañó a su mujer y a su hija a una audiencia privada con el papa Pío XII… (click aquí para leer el artículo completo).
Así me convertí: Tony Blair
Una de las conversiones al catolicismo más sonadas en lo que va de siglo XXI se dio el 23 de diciembre de 2007, cuando el primado católico de Inglaterra y Gales, el cardenal Cormac Murphy-O’Connor, confirmó que acababa de bautizar a Tony Blair, sucedido apenas seis meses antes por Gordon Brown como primer ministro.
En realidad, en los 10 años del mandato de Blair al frente del número 10 de Downing Street se especuló con que, en la práctica, había pasado del anglicanismo oficial al catolicismo. De hecho, era conocido que acompañaba a su mujer y a sus hijos, todos ellos católicos, a la misa dominical… (click aquí para leer el artículo completo).
Así me convertí: Edith Stein
Edith Stein (1891-1942) es una de las figuras más luminosas del siglo XX. Y en muchos sentidos, pues rompió todo tipo de barreras. En lo académico, como discípula de Husserl, fundador de la fenomenología, fue la primera mujer doctorada en Filosofía en Alemania. En lo social, fue una ferviente luchadora de los derechos de la mujer, implicándose en el sufragio femenino.
En lo religioso, esta judía que navegó por el ateísmo llegó a convertirse al catolicismo. Y, de hecho, a morir como religiosa carmelita en el campo de concentración de Auschwitz, ya como Teresa Benedicta de la Cruz… (click aquí para leer el artículo completo).
Enlaces a los demás personajes del especial
- Así me convertí: Eduardo Verástegui
- Así me convertí: Jean-Marie Lustiger
- Así me convertí: Tamara Falcó
- Así me convertí: Vittorio Messori
- Así me convertí: Peter Seewald
- Así me convertí: Etty Hillesum
- Así me convertí: Manuel Azaña
Fuente:
Revista Vida Nueva