Vaticano relanza comisión: estudiar diaconado femenino

4:00 p.m. | 14 abr 20 (AM/TT).- Francisco ha decidido instituir una nueva comisión para el estudio del diaconado femenino. En el 2016 estableció una primera comisión con esa finalidad, enfocada en las características del diaconado permanente en la Iglesia primitiva. El resultado, luego de tres años, significó un aporte pero no fue conclusivo. Así, el Papa lo dejó como un pendiente hasta el final del Sínodo Amazónico (octubre 2019), donde a propósito del debate sobre el rol de la mujer en la Iglesia, anunció su intención de retomar la iniciativa de investigación.

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La comisión está integrada por 10 miembros, entre ellos cinco mujeres, todas ellas europeas, y cinco hombres, dos de los cuales son diáconos de los Estados Unidos. Su presidente será el cardenal Giuseppe Petrocchi, arzobispo de L’Aquila, y su secretario será el reverendo Denis Dupont-Fauville, que se desempeña en la Congregación para la Doctrina de la Fe.

En cuanto a sus miembros, serán diez, de los que la mitad serán mujeres. La tan buscada paridad es una realidad en la comisión, que sin embargo adolece de falta de representatividad territorial. Así, todos los participantes del grupo son europeos o estadounidenses: no hay presencia alguna de la Iglesia latinoamericana, africana o asiática, algo extraño teniendo en cuenta que la promesa papal se formuló en pleno Sínodo Amazónico.

Los miembros de la Comisión son los profesores: Catherine Brown Tkacz, Lviv (Ucrania); Dominic Cerrato, Steubenville (Estados Unidos); padre Santiago del Cura Elena, Burgos (España); Caroline Farey, Shrewsbury (Gran Bretaña); Barbara Hallensleben, Friburgo (Suiza); padre Manfred Hauke, Lugano (Suiza); James Keating, Omaha (Estados Unidos); monseñor Angelo Lameri, Crema (Italia); Rosalba Manes, Viterbo (Italia) y Anne-Marie Pelletier, París (Francia).

Es la segunda comisión establecida por Francisco para estudiar la cuestión del diaconado femenino. La primera comisión, centrada principalmente en el papel de las diaconisas en la Iglesia primitiva, fue creada en agosto del 2016. Se dio en respuesta a una petición hecha en mayo del mismo año, durante la reunión trienal de la Unión Internacional de Superiores Generales de órdenes religiosas femeninas (UISG).

Sin embargo, los miembros de esa comisión no pudieron llegar a un acuerdo en el informe que entregaron en enero de 2019, como explicó el Papa en una conferencia de prensa en el vuelo de regreso de Macedonia a Roma en mayo de 2019. Dijo que “todos tenían posiciones diferentes, a veces muy distintas; pero han trabajado juntos y se han puesto de acuerdo hasta cierto punto. Cada uno tenía su propia perspectiva, que no estaba de acuerdo con la de los demás, y la comisión se detuvo allí”.

 

Describió las conclusiones contrastadas de los miembros de la comisión, usando una expresión italiana, como “sapos de diferentes pozos”. Dijo que el tema necesitaría un estudio más profundo. Se espera que la nueva comisión propuesta haga precisamente eso.

El Papa entregó el primer informe de la comisión, que no se ha hecho público, a la presidencia de la UISG cuando se reunió con sus líderes en su reunión trienal en mayo de 2019. Francisco no ha nombrado a ningún miembro de esa primera comisión para este nuevo grupo.

El Vaticano dijo que el Papa tomó la decisión de reabrir el tema en una reciente reunión con el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal español Luis Francisco Ladaria Ferrer, S.J.

ENLACE. Anuncio oficial desde el Vaticano

 

Reacción desde la Women’s Ordination Conference

La Conferencia de la Ordenación de Mujeres (WOC por sus siglas en Inglés) fue una de las organizaciones que dio una respuesta cautelosa a la noticia, que llega 165 días después de las observaciones de Francisco en la clausura del Sínodo Amazónico, cuando se comprometió a seguir estudiando el tema: “Voy a aceptar el desafío que ustedes han planteado, que las mujeres sean escuchadas”.

En mayo de 2019, cuando el Papa entregó el informe de la comisión original a la UISG, declaró: “No puedo hacer un decreto sacramental [sobre las diaconisas] sin un fundamento teológico e histórico”.

La WOC manifestó que la “base teológica e histórica” existe en abundancia, gracias al trabajo de académicos como la Dra. Phyllis Zagano, el Dr. Gary Macy, la Dra. Dorothy Irvin, el Dr. Hans Wijngaards, la Hna. Christine Schenk y otros.

“Restringir a las diaconisas a un nivel imposible de consistencia histórica que no se usa para otros elementos de nuestra tradición está fuera de línea con la creencia esencialmente católica en el desarrollo de la doctrina”, señalaron desde la WOC.

“Las mujeres han sido protagonistas en la historia de nuestra fe desde el tiempo de los Evangelios, algo que se nos recuerda particularmente en esta Semana Santa. No necesitamos probar nuestra sacramentalidad. La capacidad de nuestros cuerpos para manifestar la revelación no está en discusión”.

“Hemos escuchado el llamado de la gente de la Amazonía y de todo el mundo para que este ministerio sea restaurado. Rezamos para que la abrumadora evidencia histórica de las diaconisas, y la urgente necesidad de ministerios ordenados de mujeres, guíe el trabajo de esta comisión. Se necesita formalizar un camino hacia la ordenación de las mujeres reconociendo el trabajo que las mujeres ya hacen”.

Añadieron: “La Conferencia de Ordenación de Mujeres apoya una comisión que está abierta al accionar del Espíritu y a la realidad del registro histórico, no una que busque justificar una conclusión preordenada que consolide el estatus de segunda clase de las mujeres en la Iglesia”.

La escritora y locutora Tina Beattie, profesora de estudios católicos en la Universidad de Roehampton en Londres, dijo a The Tablet: “No puedo evitar sentir que el nombramiento de otra comisión, que aparenta ser menos diversa y más conservadora en las perspectivas teológicas de sus miembros que la anterior, es simplemente una táctica dilatoria. Parece que continuará cambiando el panel hasta que los expertos den la respuesta que el Vaticano quiere”.

“También observamos que, a pesar de que el Sínodo Amazónico aportó un poderoso testimonio de los expertos locales sobre el trabajo que las mujeres están haciendo en el ministerio, hay una ausencia de representación de la Amazonía y otros países en desarrollo. Hace sólo 165 días, el Papa prometió al Sínodo retomar el desafío, ‘que las mujeres sean escuchadas’. Entonces, ¿dónde está esa voz o representación ahora en esta Comisión?”.

Sobre los 10 miembros de la nueva comisión

Catherine Brown Tkacz es profesora de la Universidad Católica de Ucrania en Lviv. Ha escrito sobre las diaconisas en la iglesia primitiva y sobre las mujeres como “formas de Cristo”, personajes que prefiguraron al Mesías en el Antiguo Testamento.

Dominic Cerrato es diácono y director de Formación Diaconal de la Diócesis de Joliet, Illinois. Anteriormente enseñó teología en la Universidad Franciscana de Steubenville y ha publicado un libro sobre la teología del diaconado.

El Rev. Santiago del Cura Elena es un sacerdote de la Arquidiócesis de Burgos en España y antiguo miembro de la Comisión Teológica Internacional. Actualmente es profesor, entre otras materias, del Sacramento del Orden en la Facultad de Teología del Norte de España y ha escrito sobre “la renovación y la profundización” de la teología del ministerio ordenado a raíz del Concilio Vaticano II.

Caroline Farey es catequista de la Diócesis de Shrewsbury en el Reino Unido. Su trabajo fue reconocido por el papa Benedicto XVI en 2012, y ese mismo año sirvió como asesora experta del Sínodo sobre la Nueva Evangelización. En 2013, fue una de las tres principales conferenciantes que renunciaron al Instituto Maryvale de Gran Bretaña y fundaron el Centro de Formación para la Nueva Evangelización en la Abadía de Belfast.

Barbara Hallensleben es profesora en la Universidad de Friburgo, Suiza, y fue una de las primeras mujeres nombradas a la Comisión Teológica Internacional por el papa Juan Pablo II. Sus investigaciones y su enseñanza se han centrado en parte en el ecumenismo, y es miembro del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.

El Rev. Manfred Hauke es un teólogo alemán que enseña en la Facultad de Teología de Lugano, Suiza. Ha escrito anteriormente sobre la ordenación de mujeres y la teología feminista.

James Keating es diácono y director de formación teológica en el Instituto de Formación Sacerdotal de la Universidad de Creighton. Ha escrito varios libros sobre el diaconado y las órdenes sagradas.

Monseñor Angelo Lameri es un sacerdote de la Diócesis de Cremona en Italia y enseña liturgia en la Pontificia Universidad Lateranense. El papa Francisco lo nombró consultor de la Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Supremo Pontífice en 2013.

Rosalba Manes es biblista y profesora en el Instituto Teológico de San Pedro en Viterbo, Italia, y en el Centro de Teología para los Laicos de la Pontificia Universidad de Letrán. Ha trabajado en traducciones oficiales de las cartas de San Pablo.

Anne-Marie Pelletier es una erudita bíblica francesa y fue la primera mujer en ganar el Premio Ratzinger de teología. El papa Francisco le pidió que escribiera las reflexiones para su Via Crucis de 2017.

La figura del diácono

El Concilio Vaticano II fijó como funciones propias del diácono servir al pueblo de Dios “en el ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad. Es oficio propio del diácono, según le fuere asignado por la autoridad competente, administrar solemnemente el bautismo, reservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los sacramentales, presidir el rito de los funerales y sepultura” (LG 29).

Antecedentes en Buena Voz:
Información relacionada:
Fuentes:

America Magazine / The Tablet / AICA / Aleteia / Foto: Catholic News Service

 

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