El ser humano en la Biblia: Claves para problemáticas actuales

3:00 p.m. | 4 feb 20 (VTN/AO).- Desde el Vaticano se anunció un estudio sistemático sobre la visión antropológica de la Escritura. El documento titulado “¿Qué es el hombre? Un itinerario de antropología bíblica”, elaborado por la Pontificia Comisión Bíblica, trata de explicar la persona en medio de la complejidad actual ofreciendo claves bíblicas y teológicas.

El padre Pietro Bovati, secretario de la Pontificia Comisión Bíblica, asegura que en la Escritura están los principios para reflexionar sobre cuestiones contemporáneas (el matrimonio, la sexualidad, la muerte o la violencia), pero con la precisión que la Biblia “no es un repertorio de afirmaciones aisladas”, más bien sus afirmaciones deben deben ser valoradas “en su contexto fundamental”.


—————————————————————————

Una relectura bíblica (P. Pietro Bovati SJ, publicado en L’Osservatore Romano)

Como se desprende del título del nuevo Documento de la Pontificia Comisión Bíblica «¿Qué es el hombre? (Sal 8:5). Un itinerario de antropología bíblica» dos líneas contribuyen a definir el proyecto y la configuración del texto.

La primera pauta es la del interrogatorio (“¿Qué es el hombre?”). En efecto, la Iglesia siempre está a la escucha, escuchando a Dios y escuchando la historia, precisamente para servir a la humanidad en las contingencias de su continuo cambio (Gaudium et Spes, § 1-10). El papa Francisco, percibiendo algunos de los problemas actuales que necesitan clarificación y sentido, pidió a la Comisión Bíblica que estudiara durante cinco años el tema de la antropología bíblica, para ofrecer a la Iglesia y al mundo un mensaje de luz y esperanza, fruto de una exégesis actualizada de la Biblia.

La actitud de investigación por parte del intérprete de la Sagrada Escritura está, además, impulsada por la misma Palabra de Dios, que nos llama a investigar con incesante empeño el misterio del ser humano, ya que es en él donde el Creador ha encerrado su mayor riqueza. La experiencia del hombre es, de hecho, al mismo tiempo una historia de alianza con Dios, y es comprendiendo qué es el hombre cuando se recibe la obra divina.

El mandato del Papa no se limitaba, por tanto, a dar una respuesta bíblica a ciertas cuestiones antropológicas específicas, sino que exigía la presentación de una visión global de la Escritura en relación con la persona humana, en su dignidad, en sus relaciones y en su destino, de modo que en ese marco global también las cuestiones individuales pudieran encontrar su lugar adecuado.

La segunda vía seguida por el Documento es de orden metodológico (“Un itinerario de antropología bíblica”). En obediencia a la Palabra de Dios, que exige ser considerada en su totalidad, el Documento no toma citas o textos aislados, citándolos como “prueba escritural” de un discurso prefijado, sino que asume la tarea de exponer todo el camino comunicativo de la Biblia.

En efecto, comienza con un análisis preciso de los textos fundadores, que narran el origen del ser humano, y, para cada una de las diferentes razones temáticas que aquí se anuncian de manera programática, repropone lo que atestiguan la Torá, los profetas y las tradiciones sapienciales de Israel (sin olvidar el Salterio), hasta llegar al cumplimiento de la Revelación en los Evangelios y en las cartas de los Apóstoles. Sólo así se hace una verdadera obra de teología bíblica, respetando los géneros literarios de la Escritura y asumiendo con rigor su expresividad simbólica y narrativa.

Concretamente, después de una Introducción que expone algunos principios hermenéuticos fundamentales de la obediencia a la Palabra de Dios (§§ 1-13), el Documento está dividido en cuatro capítulos, dictados por la exploración narrativa del Génesis 2-3. En el primer capítulo (§§ 14-68), el hombre es visto en su realidad como criatura de Dios, por un lado, hecho de “polvo”, por lo tanto sujeto a la transitoriedad, y por otro lado, dotado del “aliento” divino y por lo tanto llamado a un destino de inmortalidad.

El segundo capítulo (§§ 69-149) ilustra la condición del hombre en el jardín, es decir, en la tierra; aquí se discuten los aspectos de la alimentación, del trabajo y de la relación con los demás seres vivientes, como los dones divinos, que al mismo tiempo determinan el compromiso responsable de la criatura humana de adherirse al plan divino.

El tercer capítulo (§§ 150-265) tiene como tema la familia humana: tiene su núcleo en la relación conyugal, de la que emanan los lazos de amor entre padres e hijos y los de los hermanos. En esta sección central del Documento se tratan muchas cuestiones de gran actualidad, como el valor de la sexualidad y sus formas a veces imperfectas o incorrectas, la constitución de la sociedad según el modelo de la familia, la ética de la fraternidad en oposición a la violencia.

El cuarto capítulo (§§ 266-346) tiene como tema la historia del hombre, que transgrede el mandato de Dios y se salva por la intervención misericordiosa del Señor, para que la historia del hombre sea verdaderamente una “historia de salvación”.

Una presentación tan breve del Documento no es evidentemente capaz de hacer percibir la exactitud de los análisis textuales, la pertinencia de las consideraciones interpretativas, la calidad y la profundidad de las síntesis teológicas. Algunos irán a buscar aquí y allá frases para confirmar su forma de pensar o, por el contrario, utilizarán citas aisladas para despertar la controversia; otros se contentarán con hojear unas cuantas páginas, quejándose de la extensión del producto.

Pero, esperamos que también haya quienes adopten el Documento como objeto de estudio, convirtiéndolo en un punto de referencia habitual para sus reflexiones antropológicas. Según lo indicado por el Cardenal Luis Ladaria, en la Presentación del Documento, la intención del texto es de hecho “hacer percibir la belleza y también la complejidad de la Revelación divina sobre el hombre”.

La Biblia no da una definición unívoca de la esencia del hombre, sino una consideración articulada de su ser como sujeto de múltiples relaciones; por otra parte, es en la historia donde se manifiesta como el proyecto divino aspira a su plenitud.

Extracto de entrevistas al P. Bovati

-¿Hay alguna novedad de fondo o de forma con este documento?

Sí. La novedad principal está en el método que hemos usado. Analizamos qué es lo que la Biblia dice sobre cuestiones fundamentales inherentes al hombre contemporáneo como el matrimonio, la sexualidad, la violencia o el tema de la relación entre padres e hijos. Este estudio es una verdadera teología bíblica.

Hasta ahora, los estudios partían de un documento reflexivo y buscaban alguna cita en la Biblia para confirmarlo. El nuevo estudio pretende que no se tome a la Sagrada Escritura como un repertorio de afirmaciones aisladas, sino que se tenga en cuenta el valor de las afirmaciones individuales en su contexto fundamental.

-¿Y hay alguna novedad de contenido?

Han surgido ciertas novedades de interpretación de los textos que se refieren a los orígenes, como los que hablan de la concepción de la naturaleza del hombre o del pecado original. En concreto, me refiero a los tres primeros capítulos del Génesis. Han sido afrontados con una madurez técnica un poco distinta de cómo hasta ahora se han hecho las catequesis.

En el ámbito pastoral, también hay ciertas perspectivas que merecen ser tenidas en consideración. Pero no hay que pensar en cambios de fe, sino simplemente en la evolución lógica de la capacidad interpretativa de la Iglesia.

-Algunos se han sorprendido de que el volumen acepte la posibilidad de que los cónyuges se separen. ¿Significa esto que este documento está a favor del divorcio?

La Biblia es un texto que no hace teorías abstractas; se basa en la realidad e incluye las dificultades y los problemas. Sobre el matrimonio, la Sagrada Escritura deja clara su indisolubilidad, pero el texto también es capaz de introducir con sabiduría consejos para ayudar al hombre a alcanzar la perfección del amor, según el diseño de Dios.

La Iglesia católica hace una gran diferencia entre la separación y el divorcio. La separación está admitida en casos extremos, como una decisión imperfecta, que es contraria al sentido último del matrimonio, porque supone la separación física de los cónyuges y el fin de la cohabitación, pero se entiende que es necesaria. Sin embargo, el divorcio es otra cosa, porque supone que a la separación le siga un consentimiento al acceso a un nuevo matrimonio.

Desde la Pontifica Comisión Bíblica no hemos cambiado la doctrina, ni mucho menos hemos legitimado el divorcio. Solo hemos estudiado los episodios bíblicos del Antiguo y Nuevo Testamento que hablan de esta realidad y hemos aportado sugerencias de orden pastoral que pueden ser útiles en el discernimiento que la Iglesia pide a los pastores en el ámbito de las relaciones conyugales.

-¿Podría poner algún ejemplo?

Jesús no hablaba del matrimonio como sacramento. Hablaba a los judíos sobre el verdadero deseo de Dios, de su proyecto de amor para los hombres; no se refería al matrimonio sacramental porque no existía como tal. En este sentido, si nos fijamos en los textos de san Pablo, vemos cómo el apóstol reflexiona sobre la situación de personas que estaban casadas antes de acceder a la fe católica. Les dice que pueden separarse y acceder a nuevos matrimonios.

Entonces la pregunta que nos hemos hecho en este estudio es cómo es posible que bajo la premisa de que el matrimonio natural es indisoluble, san Pablo dijera eso a los ancianos cristianos, casados antes de acceder a la fe católica. Este es un ejemplo que nos sirve para ilustrar cómo en cuestiones pastorales hay que tener presente el principio general, pero después se ve en la concreción de la realidad vivida qué es posible hacer y cuáles son los valores en juego que es necesario favorecer.

-Otro de los aspectos del texto que se ha colocado bajo los focos mediáticos es el que habla sobre la homosexualidad. Algunos incluso han interpretado que el estudio de la Pontifica Comisión Bíblica no condenaba las uniones entre homosexuales. ¿Es así?

No existe ninguna apertura a las uniones entre personas del mismo sexo. Es cierto que la Sagrada Escritura trata poco el tema de la homosexualidad, pero, por ejemplo, en los textos legales de la Biblia las relaciones homosexuales están consideradas como algo impropio y en algunos textos del Nuevo Testamento se deja claro que no es conforme a lo que Dios quiere de la vida de los hombres. No hemos dicho nada distinto de que lo que dice la teología.

La institución del matrimonio, constituida por la relación estable entre marido y mujer, se presenta constantemente como evidente y normativa en toda la tradición bíblica. Y no hay ejemplos de uniónlegalmente reconocida entre personas del mismo sexo.

Sin embargo, sí que hemos concluido que el episodio de Sodoma y Gomorra ha sido interpretado erróneamente como una denuncia de una degradación moral. La exégesis más reciente dice que la Biblia no habla de un pecado sexual en sí mismo. De hecho, pensar en una ciudad entera donde todos son homosexuales está fuera de lugar, porque no se entendería cómo la ciudad podría sobrevivir. Lo que se denuncia es una ciudad incapaz de acoger al diferente, al extranjero, al que se le acaba infringiendo una serie de procedimientos infames de naturaleza sexual. No es que haya una atracción sexual entre ellos, sino que lo que prima es una intención clara de humillar al otro. Respecto a las consideraciones pastorales, se trata de afrontar la homosexualidad con una determinada sensibilidad.

ENLACES. Entrevista en Vatican News / Entrevista en Alfa y Omega

Información relacionada:
Fuentes:

Vatican News / Alfa y Omega / Vida Nueva / Foto: Rome Reports

 

Puntuación: 0 / Votos: 0

Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *