Gustavo Gutiérrez presenta Asamblea de Caritas y expone “Iglesia pobre para los pobres”
11.00 p m| 19 may 15 (AGENCIAS/BV).- Por la puerta grande del Vaticano. Gustavo Gutiérrez, uno de los padres de la Teología de la Liberación, participó junto al cardenal hondureño Rodríguez Maradiaga en la rueda de prensa con motivo de la Asamblea General de Cáritas Internationalis, que reúne las organizaciones de 162 países para elegir nuevo presidente, y donde presentó una ponencia bajo el título “Iglesia pobre para los pobres”.
“No ha habido nunca una condena a la Teología de la Liberación. Nunca. Si se ha dicho esto no es verdad. Sí hubo un diálogo con la Congregación (para la Doctrina de la Fe). Un diálogo muy crítico, eso es verdad”, explicó Gutiérrez al ser preguntado sobre la actual relación del Vaticano con esta forma teológica. “Pero, la rehabilitación de la Teología de la Liberación no es lo importante. En cambio, sí lo es la rehabilitación del Evangelio”, agregó el teólogo peruano.
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“Estamos en la época postsocialista, postcapitalista, postindustrial. A las personas les gusta decir que estamos en la época post. Pero no estamos en la época postpobreza”. Gustavo Gutiérrez, de 86 años, acuñó el concepto de Teología de la Liberación, sobre la cual, durante el tiempo, ha habido un “diálogo a veces difícil” con el Vaticano. La semana pasada presentó en la Sala de prensa de la Santa Sede la Asamblea de la Caritas Internationalis. El tema del encuentro es “Una sola familia, custodiar la Creación”. Gutiérrez explicó que la Iglesia, como dice Francisco, es “amiga de los pobres”.
“La pobreza no solo es una cuestión social, es una cuestión teológica, una cuestión central en el mensaje cristiano”, indicó el teólogo peruano, que se encontraba sentado al lado del cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga.
Luego Maradiaga resaltó los temas que serían abordados en la XX asamblea del ente caritativo, realizada en la Domus Mariae-Churc Palace Hotel, desde el cambio climático hasta las migraciones, desde el escándalo del hambre hasta las desigualdades, desde el Nepal nuevamente sacudido por un terremoto, hasta las zonas de guerra (Medio Oriente, la República Centroafricana, Sudán del Sur, Ucrania) y, por petición directa del obispo y responsable de la Cáritas Siria, de Aleppo, Michel Roy, secretario general de Caritas Internationalis, explicó que son cinco las directrices estratégicas que serían discutidas y adoptadas al terminar la asamblea para los próximos cuatro años: la Iglesia para los pobres, la respuesta a las emergencias, la promoción de la dignidad humana, la solidaridad global y el refuerzo de los miembros más débiles de la organización internacional.
La reforma de la confederación de Cáritas, adoptada en 2012, ha incrementado la participación de los obispos en ámbito social, explicó Roy. Entre los relatores invitados etuvieron, además del mismo Gutiérrez, el cardenal Peter Turkson, Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, el economista Jeffrey Sachs, el enviado especial para el Sahel y el Cuerno de África Jacques Diouf y Beverly Haddad de la Universidad de Kwazulu-Natal. También participó en la conferencia de prensa, moderada por el vocero vaticano, el padre Federico Lombardi, Haridas Varikottil, experto en agronomía de la Cáritas India. Después de la Asamblea General, los delegados de la Caritas viajarán a la ciudad de Milán, el 19 de mayo, para la jornada oficial de la Caritas en el ámbito de la Expo2015. El evento forma parte de la campaña “Una sola familia humana, comida para todos”, promovida por la Caritas para poner fin al hambre en el planeta antes de 2025.
Además, en la Asamblea general se eligió también nuevos dirigentes de la Caritas Internationalis. El cardenal Maradiaga renunció al puesto de presidente después de ocho años de mandato. Luis Tagle, el cardenal arzobispo de Manila fue elegido como sucesor del hondureño. Roy, único candidato, se reeligió en la secretaría del ente.
Gutiérrez respondió a diferentes preguntas de los periodistas, sobre la Teología de la Liberación y la problemática relación del pasado con la Congregación para la Doctrina de la Fe. “Nunca hubo ninguna condena por parte del Vaticano”, precisó Gutiérrez, que además es amigo del actual Prefecto, el cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller. “Hubo un diálogo –continuó el teólogo peruano–, muy crítico, es cierto, a veces difícil. La noción central de la Teología de la Liberación es la opción preferencial por los pobres, esto es el 90% de la Teología de la Liberación. Creo que ahora, con el testimonio del Papa, es más claro. No es un cambio radical, sino hay mayor claridad”.
“Francisco ha explicado que la opción preferencial por los pobres es una cuestión teológica. Se puede abrir la Biblia y el tema de los pobres está ahí, en el Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento. Están los pobres, no los teólogos… Creo que la crítica y la autocrítica de los teólogos de la liberación fue un paso importante, pero la teología es un acto segundo, no secundario, sino segundo. Yo era cristiano antes de ser teólogo. La teología es parte de mi vida, me gusta mucho la teología, pero la teología no puede ser una metafísica religiosa, es una reflexión sobre la práctica de la caridad y de la justicia, puede dar una visión a quien está comprometido en la práctica de la caridad y de la justicia, y hoy, que existe entre la riqueza y la pobreza el mayor abismo que haya existido en la humanidad, la Iglesia, que existe para dar testimonio del Evangelio, no puede no ocuparse de esto intensamente… En este sentido, no hablaría de ‘rehabilitación’ de la Teología de la Liberación, porque nunca fue inhabilitada, lo importante es ‘rehabilitar’ siempre el Evangelio. Se puede decir que en este momento el clima sobre esta teología es diferente”.
A quien le preguntó si volvería a hacer y escribir todo como lo hizo en el pasado, Gutiérrez respondió: “Me hacen mucho esta pregunta. Al principio decía que no, y entonces me acusaban de quererme retractar. No era una buena respuesta. Y luego empecé a responder que sí, y me acusaron de no haber aprendido nada. Ahora ya encontré la respuesta adecuada. Al periodista que me hizo esa pregunta le respondí con otra pregunta: ‘¿Está usted casado?’ ‘Sí’ ‘¿Desde hace cuántos años?’ ‘Veinte’ ‘Usted sería capaz de volver a escribir a su esposa la misma carta de amor que le escribió cuando eran novios?’ ‘No’. Lo mismo vale para mí, hacer teología para mí es escribir una carta de amor a Dios, a la Iglesia, al pueblo de Dios. No estoy seguro de que podría escribir las mismas cosas, pero el amor es el mismo”.
Gutiérrez también respondió sobre la beatificación de Mons. Óscar Arnulfo Romero y sobre los procesos para Mons. Enrique Angelelli y don Helder Cámara. “Creo que se puede decir que ha caído un muro. Y también ha cambiado el sentido del martirio. Normalmente se es mártir porque se es asesinado en odium fidei, pero este no es el caso de Romero ni de Angelelli, no exactamente, no formalmente. Fueron asesinados por personas que se decían cristianas. En cambio, los máritres latinoamericanos, como decía el documento de Aparecida, fueron asesinados por seguir a Dios, a la Iglesia y al pueblo: por la justicia, por amor hacia el pueblo. Es muy interesante. Es una extensión del significado del martirio. Ofrecieron testimonio de la justicia y de la dignidad humana. No es un nuevo sentido, es una adición”.
Conferencia: “Una Iglesia pobre para los pobres”
Una de las grandes ponencias de la Asamblea General de Caritas Internationalis, estuvo a cargo del Padre Gustavo Gutiérrez, parte del panel sobre “Una Iglesia pobre, para los pobres”:
“Hay una frase muy breve, pero muy importante de Pablo VI que dice ‘La Iglesia existe para evangelizar’. Si la Iglesia no da testimonio y comunica la buena nueva deja de ser Iglesia. La misión de Caritas es la misión de anunciar la buena nueva. En la Biblia, “La multiplicación de los panes” es el único texto en los cuatro evangelios que se encuentra repetido seis veces, lo que tiene una enseñanza sobre la preocupación del Señor sobre el hambre material y espiritual. El sentido de este relato es “compartir desde lo poco”. ¿En qué consiste la evangelización?, en compartir la realización de la palabra de Dios y de su Reino. Muchos dicen que no tienen nada que compartir, cuando se puede hacer desde valorar al otro, dar afecto, compartir una sonrisa, escuchar al otro. Caritas es compartir el mensaje, comunicarlo, nadie puede decir que no tiene nada para compartir, esto es imposible”, señaló.
La pobreza se puede cambiar
Según el P. Gutiérrez, hay un tipo de pobreza muy presente en la Biblia que es: “La pobreza real que está entre nosotros, que nos desafía, que representa un gran reto. En la Biblia la pobreza no es solo un asunto económico, para la Biblia el pobre es el marginado, el insignificante, el que no cuenta y no tiene peso, el “no persona”. Se puede ser insignificante por el color de la piel, por ser mujer, pertenecer a otra cultura, ancianidad, por ser niños o tener otra orientación sexual, ceo que esa es la noción bíblica que expresa la pobreza real”, sentenció.
Para el teólogo: “La pobreza tiene causas humanas que vienen de estructuras sociales y económicas que marginan a las personas y categorías mentales: la superioridad de la civilización occidental es un ejemplo de ello. La superioridad masculina como superior a la femenina es otra categoría. La pobreza no es un destino, es una condición, no es un infortunio es una injusticia, la hemos hecho los seres humanos y por tanto, la podemos cambiar. Pensar que es un hecho complejo y que está en nuestra mano cambiarla, renueva el significado de compartir. Ya no basta la ayuda directa e inmediata a los necesitados, tenemos que ir a las causas de la pobreza y denunciarlas. Se trata de una realidad histórica, cambiable. La pobreza real significa muerte temprana, la primera violencia de la sociedad es la violencia de la pobreza porque va contra los derechos: el derecho a la vida que es el primer Derecho Humano. Los pobres son los que mueren por enfermedades al no tener acceso a los medicamentos, pero también hay muertes culturales, si se desprecia una cultura, se mata a una comunidad. La cuestión ambiental es otra que está entre la vida y la muerte, la creación es un tratado de vida”, afirma.
La opción preferencial por los pobres
Según Gutiérrez: “La confluencia de la pobreza real, más la espiritual, es lo que nos lleva a adoptar una vida sencilla, cercana a los pobres. Reconocemos que la pobreza real, siempre y sin excepción, es un mal, lo que nos lleva a la reacción inmediata de eliminarla. Esto nos lleva a la “Iglesia pobre para los pobres”. El prójimo se hace, cuando nos preocupamos por el otro, cuando nos aproximamos, nos acercamos. Es una pena ver cómo la palabra caridad se ha ido perdiendo, se confunde con limosna del rico al pobre. Debemos recuperarla, reconocer que la justicia es el primer paso de la caridad, es reconocer la dignidad de las otras personas, es un acto de amor a esa persona. Al mismo tiempo este amor tiene una profundidad muy grande y global. No confundamos la legalidad con la justicia, no siempre la legalidad es justa. Creo que debemos recuperar el sentido de la Caridad, no podemos imponer nuestro amor, debemos comprender el profundo sentido de la caridad. No hay Caridad sin justicia”.
Finalmente, el Teólogo de la Liberación concluyó señalando que debemos crear las condiciones para tener justicia social, ir más allá de ser la voz de los sin voz: “Tenemos que buscar que, los que no tienen voz hoy día la tengan, porque es un aspecto esencial de la dignidad humana”.
Fuentes:
Religión Digital / Caritas (Fotos) / Aleteia / Vatican Insider