Fe, arte y esperanza

5.00 p m| 4 jun 13 (VIDA NUEVA/BV).- El arte tiene, entre otras virtudes, la capacidad de expresar intuiciones, sueños, esperanzas y temores que desbordan la expresión lógica y racional. Por eso ha sido siempre un vehículo privilegiado para comunicar la fe. Pero además, la experiencia que resulta de la exposición al arte comunica en más dimensiones que las conceptuales… conmueve.

En este 2013, la fundación “Las Edades del Hombre” cumple 25 años difundiendo arte sacro de la comunidad autónoma española Castilla y León. Ha sido un cuarto de siglo en los que han logrado implementar 18 exposiciones, la última inaugurada el pasado 21 de mayo en la provincia de Ávila que, en el marco del Año de la Fe, lleva el nombre de “Credo”.

Sobre el territorio: Castilla y León

Antes de profundizar más en la historia e importancia de la fundación “Las Edades del Hombre” y su última exposición “Credo”, vamos a rescatar algunos datos de la comunidad Castilla y León, que es parte de la receta de esta combinación cultural-religiosa-territorial. Uno de los grandes rasgos a destacar es que en Castilla y León se encuentra más del 60% del patrimonio histórico/artístico de España, que incluye 8 bienes que son Patrimonio de la Humanidad.

Además posee casi 1.800 Bienes de Interés Cultural clasificados, 112 conjuntos históricos, 400 museos, más de 500 castillos, de los cuales 16 son considerados de alto valor histórico, 12 catedrales, 1 concatedral, y la mayor concentración de arte románico del mundo. Está compuesta por nueve provincias y es la comunidad autónoma de mayor extensión en España.

Un poco de historia

Desde la creatividad del sacerdote vallisoletano José Velicia se dio origen a este proyecto, inspirado en una exposición llamada “Thesaurus”, que en 1985 organizó el sacerdote e historiador del arte, José Martí i Bonet en Barcelona. En ese entonces el padre José Velicia era responsable de Doctrina Pastoral en la Diócesis de Valladolid, y desde ya percibía la necesidad de una serie expositiva que pusiera atención sobre un patrimonio que no solo estaba siendo víctima de expolios y compraventas, sino que exigía una restauración y una catalogación sistemática.

“Las Edades del Hombre” es hoy una sólida y prestigiosa marca, que simboliza el encuentro entre la cultura y la fe. “Este proyecto ha supuesto un impulso significativo de identificación de un pueblo y de una Iglesia, al convertirse en memoria y espíritu de nuestra tierra. El hilo conductor del cristianismo en Castilla y León ha guiado cada una de las muestras, reflejando arraigados sentimientos presentes en los castellanos y leoneses a lo largo de los siglos. Con ello se ha reforzado también nuestra propia identidad como pueblo y como pueblo creyente”, afirma Gonzalo Jiménez, actual secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre.

El equipo que reunió Velicia –Jiménez Lozano a cargo del guión expositivo, Pablo Puente en el diseño y Eloísa de Watemberg en el montaje– ideó la primera muestra en Valladolid con dos novedades. Por un lado, sin ataduras expositivas a cronologías ni estilos artísticos. “Contar una historia a través del arte y una historia cuyos protagonistas no fueran los estilos, ni las épocas, ni los autores, sino el hombre”, como escribió el propio Velicia. De otro, un diseño y montaje que incorporaba la catedral como espacio expositivo, y eso suponía también no olvidar qué se exponía: obras que han servido y sirven para relacionarse con el misterio y con Dios.

Así el proyecto comenzó a gestarse en 1986, aunque oficialmente emergiera el 24 de octubre de 1988, fecha en la que se inauguró la primera de las exposiciones de las cuatro que José Velicia había concebido: “Las Edades del Hombre. El Arte en la Iglesia de Castilla y León”, celebrada en la catedral de Valladolid. El éxito fue rotundo, casi millón y medio de visitantes. Desbordó todas las previsiones y reafirmó la intención de Velicia de llevar “Las Edades del Hombre” a las otras tres grandes catedrales castellano-leonesas.

http://www.youtube.com/watch?v=bJ5PmHGZ6qc

El ciclo formidable de Burgos (1990) -“Libros y documentos de la Iglesia de Castilla y León”- y León (1991-92) -“La Música en la Iglesia de Castilla y León”-, se culminó poco después en Salamanca (1993-94) con una muestra a modo de resumen que se tituló “El contrapunto y su morada”, y que tuvo una edición reducida en Amberes (1995). Ese primer ciclo recibió más de cuatro millones de visitantes y descubrió el poder del turismo cultural y religioso en España. A nadie se le ocurrió que el proyecto, como estaba diseñado, acabara ahí. Velicia y los once obispos crearon en 1994 la Fundación.

En esta etapa del proyecto según escribió Ángel Sancho, por entonces director del secretariado de la Comisión Episcopal de Patrimonio Cultural –y que también tuvo una participación activa en el germen de Las Edades–, ya se habían conseguido los objetivos:

1. Ofrecer al pueblo el servicio de mostrarle parte de su patrimonio histórico –imagen, palabra, símbolo y música–, con fines de estudio, educación y deleite.

2. Mostrar cómo la Iglesia ha servido al pueblo castellano-leonés, desde lo que es su tarea principal: la evangelización. Y reflejar la respuesta que los hombres de estas tierras han ido dando, desde esta luz, a los interrogantes más profundos de la propia vida y de su historia.

3. Ayudar al recuerdo de los signos de identidad, impregnados de historia y cultura cristiana, para dirigirse al hombre de hoy, huérfano de ideas y valores, para ofrecerle respuestas sobre el origen de la vida, el valor de lo presente y el sentido del porvenir.

4. Reflexionar sobre la historia, no con mirada meramente arqueológica, sino en orden a plantearnos mejor cuál es nuestro presente y el camino a recorrer en el futuro. Se trata de responder, desde Castilla y León, al reto que Juan Pablo II dirigió a nuestro continente: “Europa, sé fiel a tus raíces, a ti misma”.

5. Constatar que la Iglesia ha respondido siempre a las edades del hombre o etapas de la historia de la salvación. Sabe, y así lo enseña, que Jesucristo es el Señor de la Historia, y que por Él la historia de los hombres se hace Historia de la Salvación, abierta a un futuro de plenitud de vida garantizado ya en su Resurrección.

6. Manifestar que este proyecto cultural se dirige a todos los hombres que sean capaces de captar que, bajo toda obra de arte, se esconde una profundidad que debe ser leída y con la cual se puede entrar en relación, de modo que cuantos contemplen este proyecto cultural no se detengan solo en cómo y cuándo fueron hechas estas obras, sino que se pregunten y adentren también en el porqué y para qué se realizaron.

A continuación les ofrecemos un cuadro, que presenta todas las exposiciones de “Las Edades del Hombre” y algunos detalles, como el lugar y el año:

(click en la imagen para ver en pantalla completa)

Después de 25 años, en este itinerario por el patrimonio cultural de Castilla y León, se han expuesto y catalogado más de 4.000 obras de arte, se ha intervenido en 18 templos y se han restaurado más de 1.800 piezas en los talleres de restauración del Monasterio de Santa María de Valbuena.

“Credo” en Arévalo

Credo es el título elegido para la 18ª edición de “Las Edades del Hombre”, que tiene lugar en Arévalo entre los meses de mayo y noviembre de este año. En la Feria de Turismo Intur, celebrada en Valladolid en noviembre, fue presentado el cartel de la muestra, de manos de la Consejera de Cultura de la Junta de Castilla y León, Alicia García, del Secretario General de la Fundación “Las Edades del Hombre”, Gonzalo Jiménez y del Alcalde de Arévalo, Vidal Galicia.

El pasado 12 de diciembre, se realizó La presentación de Credo en el Espacio Cultural de San Martín, de Arévalo. Cabe destacar la asistencia de numeroso público al acto.

El cartel de la exposición, con dibujos del pintor Eduardo Palacios, representa cuatro rostros originados de la combinación de profetas del Antiguo Testamento, ubicados en el presbiterio de la iglesia de Santa María de Arévalo, y de personas de la actualidad, queriendo mostrar que la “fe de hoy es la misma que la de ayer y que la de mañana”.

Esta edición, coincidirá con el XXV aniversario de la primera celebrada en Valladolid en 1988.

http://www.youtube.com/watch?v=GxBLwNIe8EU

Testimonios y comentarios de varios Secretarios Generales de la Fundación

“Cada edición de Las Edades del Hombre es un claro ejemplo de diálogo entre Fe y Cultura, un empeño catequético por actualizar el mensaje evangélico a la luz de la fe expresada plásticamente en el pasado por un pueblo –añade Gonzalo Jiménez–. Este principio no fue fruto de la casualidad, sino algo pretendido y buscado desde la primera edición. Por ello, cada exposición se concibe como un gran capítulo de la historia del hombre, de su relación con lo Trascendente. Cada obra de arte, como expresión de ese diálogo entre el hombre y Dios. Obras ordenadas por un criterio narrativo que permitiese captar toda la dimensión humana de las obras expuestas, acomodadas en el espacio –catedrales, iglesias, basílicas– para el que fueron creadas” – Gonzalo Jiménez (2012 -).

“El proyecto de Las Edades del Hombre fue una gracia especial que nació en la Iglesia de Castilla y León en torno al año 1980. Fue, por una parte, un diálogo con la cultura escondida, pero latente, ya que hacía sentir profundamente el ‘amor a esta tierra’ con el signo de identidad de su patrimonio y tradiciones. Pero, por otra parte, fue una vivencia religiosa que se alimentaba cada año a través de los encuentros eclesiales de Villagarcía de Campos. Ahí apareció la figura de don José Velicia, que sentía de cerca este diálogo y que vivía los nuevos sentimientos eclesiales del momento con personas de nivel cultural elevado, como José Jiménez Lozano y otros. Creo que fue este el origen de Las Edades en la Iglesia de Castilla y León. Pero era necesario darle forma. Los obispos le eligieron para que hiciera hablar al arte y a las imágenes guardadas en nuestros templos, pero en un nuevo marco mucho más moderno y al alcance de toda la sociedad, las exposiciones” – Juan Álvarez Quevedo (2006 – 2008).

“La Iglesia, después de haber permanecido durante años prácticamente marginada del mundo de la cultura, por fin es acogida y reconocida después de haberse hecho presente. Las Edades del Hombre son como un pino plantado en el Duero, la copa son las exposiciones y como todo en la vida alguna vez tiene que terminar” – Antonio Meléndez (1997 – 2005).

“Y fue Valladolid, por primera vez, quien puso delante de nuestros ojos el reclamo de un sinfín de bellezas que provocó admiración, que atrajo y sedujo. Después, todas las catedrales hermanas fueron abriendo sus puertas, invitando al hombre de nuestros tiempos a adentrarse, proponiéndole un nuevo camino de búsqueda, de experiencia contemplativa de un arte que tuvo y sigue teniendo su finalidad en orden a la evangelización y al culto. Desde entonces, Las Edades del Hombre son ya el legado cultural que más nos conforma y define como pueblo. Aún más, podemos decir que el alma y espíritu de Castilla y León es el alma y espíritu de Las Edades” – José Ramos Domingo (2009 – 2011).

Fuentes:

– “Las Edades del Hombre: evangelización, arte y orgullo” (Revista Vida Nueva)

– 25 años de “Las Edades del Hombre”: Más allá de lo imaginable (Revista Vida Nueva)

– “Las Edades del Hombre” en Arévalo (Ayuntamientoarevalo.es)

– Comunidad autónoma de Castilla y León en Wikipedia