Jorge Mario Bergoglio es el nuevo Papa y eligió de nombre Francisco
1.00 p m| 14 mar 13 (BUENA VOZ).- Buena Voz saluda con entusiasmo la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio como nuevo sumo Pontífice. Nacido en Argentina era arzobispo de Buenos Aires. Jesuita de 76 años, es el primer Papa latinoamericano. Ya en el 2005 se escribió que en el cónclave obtuvo varios votos frente a Ratzinger. Es el Papa número 266 de la Iglesia Católica y el primero perteneciente a la Compañía de Jesús. El nombre que eligió para guiar la Iglesia católica es Francisco y es el sucesor de Benedicto XVI.
En el segundo día de Cónclave y tras apenas cinco votaciones, la Iglesia tenía ya al nuevo Sumo Pontífice, trece días después de que se quedase en Sede Vacante.
A las 19.06 del miércoles 13 de marzo, la chimenea de la Capilla Sixtina exhaló el esperado humo blanco anunciando que el nuevo sucesor de Pedro ha sido elegido por los cardenales. Una hora después el cardenal protodiácono Jean Louis Tauran apareció en la ventana del aula de las bendiciones del santuario de san Pedro, frente a la multitud aglomerada de peregrinos que esperaban desde temprano, con ansia de conocer y abrazar al nuevo Papa. Con la célebre formula Habemus Papam Tauran anuncio que el Cardenal Jorge Mario Bergoglio es el nuevo Papa, Obispo de Roma y que ha elegido para su pontificado el nombre de Francisco.
Pasaron algunos minutos y el nuevo Papa salió al balcón para saludar a los presentes. Entre gestos de timidez, vestido completamente de blanco y con una cruz de madera en el pecho, Jorge Mario Bergoglio, se presentó ante la multitud en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Tras el saludo, señaló en italiano que “ya saben que el deber del cónclave es elegir un obispo en Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo, pero ya estamos aquí”. Lo primero que pidió a los fieles fue rezar junto a él por Benedicto XVI, Papa emérito.
Mostrándose muy cercano a los presentes les dijo “comenzamos nuestro camino Obispo y Pueblo. Camino de Iglesia, camino de hermandad y de confianza entre nosotros”. Invitó a “rezar unos por los otros y vamos a rezar por el mundo entero, para que haya una gran hermandad”.
Finalmente y antes de entregar su bendición, pidió por favor que sea el pueblo quien rece a Dios para que lo bendiga.
Fumata blanca en la Capilla Sixtina
“¡Hermanos y hermanas, buenas noches! Ustedes saben que el deber del Cónclave es dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo, pero estamos aquí. Les agradezco la acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su Obispo. ¡Gracias! Y primero que nada, quisiera hacer una oración por nuestro Obispo Emérito, Benedicto XVI. Recemos todos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo custodie”.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria con los fieles en San Pedro.
“Y ahora, comenzamos nuestro camino: Obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de hermandad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro. Rezamos por todo el mundo, para que haya una gran hermandad. Auguro que este camino de Iglesia, que hoy comenzamos y en el que me ayudará mi Cardenal Vicario, aquí presente, sea fructífero para la evangelización de esta ciudad tan bella. Y ahora quisiera darles la bendición, pero primero, os pido un favor: antes de que el Obispo bendiga al pueblo, les pido que recen al Señor para que me bendiga. La oración del pueblo que pide la bendición para su Obispo. Hagamos en silencio esta oración de ustedes por mí”.
Bendición Urbi et Orbi.
“Hermanos y hermanas, los dejo. Muchas gracias por la acogida. ¡Recen por mí! Nos vemos pronto: mañana quiero ir a rezar a la Virgen para que custodie a toda Roma. ¡Buenas noches y buen descanso”.
Fuente: News.va