Benedicto XVI: Intentemos ver nuevamente a Dios
“Quizás me preguntaréis: “¿Pero Dios, existe? Y si existe, ¿se ocupa verdaderamente de nosotros? ¿Podemos nosotros llegar hasta Él?”, planteó.
Y respondió: “Sí, es verdad: no podemos poner a Dios sobre la mesa, no podemos tocarlo como un utensilio o tomarlo en la mano como un objeto cualquiera”
Según el Pontífice, “debemos desarrollar de nuevo la capacidad de percepción de Dios, capacidad que existe en nosotros”.
En su intervención explicó ya algunas maneras para llegar a Dios.
Intuir, escuchar y casi ver a Dios
“Podemos intuir algo de la grandeza de Dios en la grandeza del cosmos -explicó-. Podemos utilizar el mundo a través de la técnica porque éste está construido de manera racional”.
“En la gran racionalidad del mundo podemos intuir el espíritu del creador del cual proviene, y en la belleza de la creación podemos intuir algo de la belleza, de la grandeza y también de la bondad de Dios”, añadió.
Prosiguió indicando que “en la Palabra de las Sagradas Escrituras podemos escuchar palabras de vida eterna que no vienen simplemente de los hombres, sino que vienen de Él, y en ellas escuchamos su voz”.
“Y finalmente, vemos casi a Dios también en el encuentro con las personas que han sido tocadas por Él”, destacó.
“No pienso sólo en los grandes: desde Pablo a la Madre Teresa pasando por Francisco de Asís; sino que pienso en tantas personas sencillas de las que nadie habla -añadió. Sin embargo, cuando nos encontramos con ellos, de ellas emana algo de bondad, sinceridad, alegría y sabemos que ahí está Dios y que Él nos toca también a nosotros”.
“Por eso, en estos días queremos empeñarnos en volver a ver a Dios, para volver nosotros mismos a ser personas por las que entre en el mundo una luz de la esperanza, que es luz que viene de Dios y que nos ayuda a vivir”, dijo a sus connacionales.
Grandes momentos de la visita
Benedicto XVI empezó su mensaje afirmando: “Dentro de pocos días partiré para mi viaje a Alemania, y estoy muy contento de ello”.
A continuación destacó algunos momentos previstos durante su visita a su país natal, del 22 al 25 de septiembre.
“Pienso con alegría particularmente en Berlín, donde habrá muchos encuentros, y, naturalmente, en el discurso que mantendré en el Bundestag y en la gran Misa que podremos celebrar en el estadio olímpico”, confesó.
“Uno de los momentos más importantes de la visita será Erfurt: en ese monasterio agustiniano, en esa iglesia agustiniana, donde Lutero inició su camino, podré encontrarme con los representantes de la Iglesia Evangélica de Alemania”, continuó.
“Allí rezaremos juntos, escucharemos la Palabra de Dios, pensaremos y hablaremos juntos”, dijo ante las cámaras.
“No esperamos ningún evento sensacional: de hecho, la verdadera grandeza del evento consiste precisamente en esto, en que en este lugar juntos podamos pensar, escuchar la Palabra de Dios y rezar, y así estaremos íntimamente cerca y se manifestará un verdadero ecumenismo”, declaró.
Prosiguió indicando que “algo particular es para mí el encuentro en Eichsfeld, esta pequeña franja de tierra que, aun pasando a través de todas las peripecias de la historia, ha permanecido católica”.
Y se refirió a su visita “al Sudoeste de Alemania, con Frigurgo, la gran ciudad, con muchos encuentros que se desarrollarán allí, sobre todo la vigilia con los jóvenes y la gran Misa que clausurará el viaje”.
Ángelus
También mostró esta ilusión por su viaje y por reunirse con muchas personas durante su visita a Alemania, hoy tras el rezo del Ángelus en Castel Gandolfo, al saludar a los visitantes de lengua alemana.
En ese momento, pidió “que acompañéis los días de mi viaje con la oración y que en el Señor redescubramos la belleza y la frescura de la fe y la podamos dar a nuestros semejantes como testigos de esperanza y orientación para el futuro”.
Imagen: Benedicto XVI en la residencia de Castel Gandolfo, Roma.