Periodismo católico: Garantía de profesionalidad
No es fácil hacer un diagnóstico, y no sólo por la abundancia y variedad, si no por lo heterogéneo del mensaje que se quiere hacer llegar. En general, puede decirse que el gran mérito del periodismo actual es tener que desenvolverse con libertad en medio de muchos condicionamientos ideológicos, empresariales, políticos, de grupos de presión… En cambio, no deja de notarse cierto servilismo a la ideología, al deseo de ganancia y de control político, a las rivalidades y conflictos entre grupos. Lo que conduce a que la verdad se presente de una manera parcial y el sensacionalismo distorsione los hechos.
¿Le parece adecuada la batalla que libran los medios de comunicación católicos en el afán de llevar el Evangelio, y la visión cristiana de las cosas?
No solamente me parece adecuada, sino necesaria y hasta imprescindible. En primer lugar con un sentido de ayuda al conocimiento de la verdad, a la formación de criterios objetivos, a la difusión del mensaje de Cristo y a la voz del magisterio de la Iglesia.
El periodismo católico puede ser una verdadera conciencia crítica, lo cual es muy positivo y ayuda a conocer y a buscar la verdad objetiva. Ahora bien, no esperemos que una actitud tan noble vaya a pasar desapercibida, y los obstáculos, la ridiculización y el interés por silenciar la voz de la Iglesia y de sus medios aparecerá enseguida.
¿Podemos hablar realmente de un periodismo católico? ¿Qué características debe tener?
Decía un famoso comunicador, el que fuera cardenal Herrera Oria, que un periódico católico lo primero que tenía que ser era un buen periódico. Es decir, un medio de comunicación bien hecho bajo el punto de vista técnico. Y llevar a ese medio la noticia, siendo objetivos en lo acontecido y fieles a la doctrina social de la Iglesia en el comentario.
Las características de la actuación del católico en los medios de comunicación serían las que, en más de una ocasión, ha expresado el magisterio de la Iglesia: información verdadera, respeto a las leyes morales, tener en cuenta que la persona y la comunidad humana son el fin y la medida del uso de los medios de comunicación social.
¿Cuál cree usted que debe ser el perfil de un auténtico comunicador católico?
Si el periodista se confiesa católico, esa condición no solo no debe limitar la libertad de expresión y el derecho a la información, sino que debe ser una garantía de profesionalidad. Si quiere ser coherente con su fe y leal a sus principios religiosos, el periodista católico tendrá que ser, ante todo, un buen profesional.
Se habla, y no sin cierta polémica, de católicos en los medios de comunicación o de medios de comunicación de titularidad católica. Se necesitan cristianos profesionales en los medios, y también medios de comunicación propios para poder decir nuestra palabra en una sociedad democrática, abierta y pluralista.