Energía fresca y creativa en ética teológica católica

1.00 p m| TRENTO, 16 ago. 10 (THE.TABLET/BV).-La histórica ciudad de Trento fue sede de la segunda Conferencia Mundial sobre Ética Teológica Católica, llevando el lema: “En las corrientes de la Historia: Desde Trento hacia el Futuro”, y que contó con alrededor de 700 participantes de la Iglesia, donde resaltaban las aproximadamente 200 representantes de las ordenes religiosas femeninas, mujeres africanas (que participaron en la conferencia de Padua en el 2006), teólogos, eticistas, moralistas y cientistas sociales católicos, sacerdotes, obispos y 300 laicos.

Estuvieron representados más de 73 países de los cinco continentes, preocupados por buscar, encontrar y ofrecer nuevas respuestas a los problemas y desafíos que enfrenta la Iglesia y el mundo en temas como ” sexualidad, autoridad, conciencia, pecado, género, salud, economía, derecho al alimento, necesidad de amor, familia, la voluntad de Dios, etc. “.

La comisión organizadora fue presidida por el jesuita James F. Keenan, que manifestó después del primer día: que el “trabajo que hacemos, parece más una convención Protestante.” Y que algunas personas pueden ver el Consejo de Trento como “el principio de una contrarrevolución, de unos intransigentes a la institucionalización de la Iglesia católica y como un rechazo definitivo a la Reforma”. Pero lo que vemos se puede definir como “teología moderna”.

Por lo general, el rasgo de este tipo de conferencias tiende a ser dominado por gente de “cabezas grises”, que rozan los setenta años, pero en esta oportunidad, lo más alentador fue la participación de los mas de 150 “jóvenes eruditos” que se encuentran haciendo grados doctorales o estudios universitarios. Los “jóvenes eruditos” ofrecieron la energía fresca y creativa en las sesiones de Trento, y hasta han conducido las discusiones. Pero lo más importante es que son un signo de esperanza para el futuro.

“Tenemos que pensar en Trento como una gran oportunidad para sentar las bases del futuro de la Ética Teológica Católica, donde lo local alimente lo global y lo global sostenga lo local. Donde los teólogos y líderes de la iglesia trabajen juntos conscientes de su amor compartido por el llamado al discipulado cristiano. Más que nada, tenemos que asumir una actitud común en el propósito de aprovechar la ocasión de Trento como una oportunidad para establecer relaciones duraderas y redes al servicio de la Iglesia”. Expresó Keenan en medio de la conferencia donde se encontraron quizás los creyentes más progresistas de la Iglesia.

A saber: No todos los católicos jóvenes de la principal corriente teológica, ni en círculos más progresistas, abandonan la Iglesia.

Imagen: James F.Keenan, S.J., Allen Fagin y Maryann Hedaa