Como cada año, me cuesta volver y no es porque falten motivos, temas o tiempo. En estos días leo varias cosas. Algunos textos sobre educación, el Almuerzo desnudo, una colección de poemas de Borges, algunos libros que pedí prestado de la biblioteca, las noticias, etc.
Tampoco es que no esté pensando en cosas. Me hubiese gustado escribir sobre lo que ha generado el intento de revocatoria de Susana Villarán, mis proyectos para este año, los temas comunes que se me ocurren a diario.
Pero no me es fácil hacerlo. Hasta me resisto. Incluso he llegado a pensar que este puede ser el último año de VeDoble. Quisiera, como siempre, lanzarme a escribir mi eternamente pospuesta novela (durante estos últimos meses por mi tesis).
No encuentro muchos motivos o razones para explicar mi dificultad. Quizá la más sencilla de dar es que ahorita me importa poco escribir porque prefiriría viajar, escuchar música, leer, ir al cine o estar con Ignacio (mi hijo). Pero también debo de confesar que últimamente me he sentido menos animado, fastidiado y hasta impotente. Rezagos de diciembre, me digo.
Haré intentos por escribir desde la próxima semana. Creo que debo empezar haciendo algo más personal, más íntimo.
Por estos días me he recomendado darme una vuelta por el teatro. Ya les contaré que sale de todo esto.
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03/10/11: 3
3 años
Hace 3 años presenté W. Unos días antes había colgado mi primer post sobre el último libro que había leído. Sin embargo, para mí W nació ese 4 de octubre.
He escrito bastante y he dejado de escribir muchísimo más. He perdido la noción del tiempo y la he vuelto a recuperar hoy, mientras revisaba libros, correos y noticias. Ya han pasado 3 años, me he dicho, ¿cuánto tiempo más voy a poder con esto? Si por mí fuera no dejaría de escribir nunca. Hay tantas cosas que quiero decir que no me alcanzaría el tiempo.
Y al decir esto inmediatamente me he preguntado ¿A dónde apunta W actualmente? No lo sé. Para mí siempre ha sido un espacio personal, como un cajón de sastre en donde entra todo. Una conversación privada para todos. Es cierto que hay temas a los cuales vuelvo mucho: opino de todo un poco y me encantan los libros. Si veo una gran película me sentaré a escribir de ella. Muy pocas veces subo estos textos. Generalmente me quedo con lo que suele ser más cotidiano, como en las últimas elecciones.
A veces, muy pocas, algún amigo o amiga me pregunta si sigo escribiendo. Claro, respondo. Entonces me dicen que a veces entran a mi blog y no encuentran algo nuevo. Es cierto y me disculpo. Sucede que en ocasiones las palabras se quedan atrapadas en mis dedos y no salen. No puedo escribir.
Siempre me sorprendo por el número de visitas que tengo a diario. ¿Quiénes serán esas 80, 90 o hasta 100 personas que entran a mi blog? ¿Qué rostro tendrán? ¿Volverán? ¿Qué pasaría si les doy voz y palabras? Debo confesar que mis esfuerzos por entrar en contacto con quien entra a mi blog han sido un rotundo fracaso. Eso a veces me desconcierta porque me hace sentir que escribo en una habitación oscura.
Sin embargo, a veces recibo comentarios. Y me sorprenden, debo añadir, porque son muy amables y me invitan a seguir pensando y escribiendo. ¿Quién sabe? Quizá algún día cumpla con escribir mi novela.
3 años han pasado y quería tomarme la licencia de hablar sobre ello.
A veces pienso en cambiar de aires, en cerrar W y empezar un blog distinto.
También me apena leer –en algún lugar lo hice- que los blogs han muerto, que el Twitter lo ha matado. Aunque me han comentado que a veces escribo cosas en formato twitter no quiero ni pensar que estoy constreñido a unos cuantos caracteres. Y aunque no suela escribir mucho, quiero sentirme en la libertad de escribir poco.
En este ambiente le regalo un año más a mi blog.
Saludos,
J
Hace 3 años presenté W. Unos días antes había colgado mi primer post sobre el último libro que había leído. Sin embargo, para mí W nació ese 4 de octubre.
He escrito bastante y he dejado de escribir muchísimo más. He perdido la noción del tiempo y la he vuelto a recuperar hoy, mientras revisaba libros, correos y noticias. Ya han pasado 3 años, me he dicho, ¿cuánto tiempo más voy a poder con esto? Si por mí fuera no dejaría de escribir nunca. Hay tantas cosas que quiero decir que no me alcanzaría el tiempo.
Y al decir esto inmediatamente me he preguntado ¿A dónde apunta W actualmente? No lo sé. Para mí siempre ha sido un espacio personal, como un cajón de sastre en donde entra todo. Una conversación privada para todos. Es cierto que hay temas a los cuales vuelvo mucho: opino de todo un poco y me encantan los libros. Si veo una gran película me sentaré a escribir de ella. Muy pocas veces subo estos textos. Generalmente me quedo con lo que suele ser más cotidiano, como en las últimas elecciones.
A veces, muy pocas, algún amigo o amiga me pregunta si sigo escribiendo. Claro, respondo. Entonces me dicen que a veces entran a mi blog y no encuentran algo nuevo. Es cierto y me disculpo. Sucede que en ocasiones las palabras se quedan atrapadas en mis dedos y no salen. No puedo escribir.
Siempre me sorprendo por el número de visitas que tengo a diario. ¿Quiénes serán esas 80, 90 o hasta 100 personas que entran a mi blog? ¿Qué rostro tendrán? ¿Volverán? ¿Qué pasaría si les doy voz y palabras? Debo confesar que mis esfuerzos por entrar en contacto con quien entra a mi blog han sido un rotundo fracaso. Eso a veces me desconcierta porque me hace sentir que escribo en una habitación oscura.
Sin embargo, a veces recibo comentarios. Y me sorprenden, debo añadir, porque son muy amables y me invitan a seguir pensando y escribiendo. ¿Quién sabe? Quizá algún día cumpla con escribir mi novela.
3 años han pasado y quería tomarme la licencia de hablar sobre ello.
A veces pienso en cambiar de aires, en cerrar W y empezar un blog distinto.
También me apena leer –en algún lugar lo hice- que los blogs han muerto, que el Twitter lo ha matado. Aunque me han comentado que a veces escribo cosas en formato twitter no quiero ni pensar que estoy constreñido a unos cuantos caracteres. Y aunque no suela escribir mucho, quiero sentirme en la libertad de escribir poco.
En este ambiente le regalo un año más a mi blog.
Saludos,
J