De inmediato, el general José Ubaldo, encargado de la operación, salió al frente, reconoció su error, puso su cargo a disposición y anunció que asumiría la responsabilidad de los hechos. No se esperaba otra cosa.

Sin embargo, Remigio Hernán, Ministro del Interior desconcertó a todo el mundo excusándose en una de las frases más estúpidas de la historia de la política nacional: “El presidente Kennedy, de Estados Unidos, con toda la inteligencia, con todos los superagentes, fue asesinado”. Otra perlita del mismo fue cuando, en medio de la crisis del chuponeo aconsejó que las decisiones importantes no se hablen por teléfono.

Y como si no fuera poca cosa, el mismo Presidente de la República señaló que, ya que los invasores habían sido sacados del Bosque de Pómac, la operación había cumplido su objetivo.

En la semana, Juan Carlos Tafur, vía Radio Capital (Tú opinión importa) había comentado que creía que ingresar al sistema de gobierno volvía estúpida a la gente. Lamentablemente parece tener razón.

Lo peor de todo es que si algo se suele criticar a los últimos gobiernos, es que estén tan desconectados del sentir popular. Yo creo que es puro orgullo y soberbia ¿Es que acaso creen que por decir frente a los medios que todo esta bien la gente lo va a creer? ¿Qué se puede pasar tan por alto la muerte de dos policías inocentes? ¿no han visto que los noticieros, después de pasara sus excusas ponen el llanto de la novia de Carlos Hidalgo Ibarra y la familia de Carlos Peralta Padilla?

Lo cierto es que comentarios como el del Ministro y del Presidente sugieren no solo esa desconexión sino que rayan con una negación con rasgos psicóticos. Si mi paciente fuera el Gobierno yo les recomendaría Haloperidol.