(Una mirada a la ley que impulsará la responsabilidad paterna)
– Pero Congresista, ¿Realmente Ud. cree que bastan 4 días para compartir la parte afectiva del nacimiento de un hijo? (Fuente: RPP).
Lo cierto es que si la gran mayoría de países europeos, con una verdadera política de bienestar familiar, procuran brindar entre 12 y 18 meses de licencia –con goce de haber por cierto- debe ser por algo.
Desde el Psicoanálisis y las Neurociencias (por eso la presencia de Alberto Fernández en este café virtual), se ha remarcado que el período crítico para la construcción de un vínculo afectivo sólido no baja de 3 meses.
Efectivamente, las investigaciones en torno a la depresión postparto y la psicosis puerperal señalan que los días siguientes del parto suelen ser los que requieren mayor presencia y soporte del entorno de la madre. Pero asumir que en 4 días el padre brindará todo la contención emocional y, más aún, impulse su responsabilidad paterna no deja de parecerme descabellado.
Es cierto que no vivimos en Suecia –donde el padre tiene 18 meses de licencia pagadas por el Estado- o en Gran Bretaña –donde los padres con hijos menores de 6 años tienen el derecho de exigir horarios flexibles de trabajo (Fuente: Intramed). También es cierto que nuestra economía difícilmente pudiera subvencionar tanto tiempo de licencia. Pero ¿4 días?
Que este panorama cambie es muy difícil. En todo caso alguien pudiera decir que 4 días a ninguno ya es un avance (además me dirán que la cosa no es copiar leyes, sino adaptarlas a nuestra realidad). Pero si la respuesta (o propuesta) del Estado es insuficiente, la responsabilidad de alguna manera recae sobre los empleadores y de esto ya existen algunas primeras experiencias (Fuente: Clarín).
Finalmente, quizá sea este punto el que mayor esfuerzo implique ya que serán las Áreas de Recursos Humanos las que deberán realizar los estudios pertinentes entre indicadores de productividad y periodos pre y postnatal (aquí hay toda una tesis de maestría!).