Ayer terminé de leer El psicoanalista. Estas son mis apreciaciones.

Para que una novela te atrape tiene que ocurrir algo. Curiosamente en el género de suspense lo más importante no es la acción sino la atmósfera que genera lo que está a punto de ocurrir y para ello necesitas al menos un buen personaje. El Psicoanalista tiene todo esto: logra atrapar tanto por lo que pasa como por la atmósfera que crea y el doctor Frederick Starks pasa de ser un convencional psicoanalista a un hombre movido por la venganza.
Este es quizá su máxima fortaleza. En manos de un buen cineasta puede que sea un éxito en taquilla. (Harrison Ford haría un buen doctor Frederick Starks aunque creo que digo esto después de verlo en El fugitivo). Narrativamente está bien construida y la historia sostiene el clima de misterio, atrapando al lector del principio al final.
Pero para mi gusto tiene un pequeño gran error.
Casi sin querer, como jugando a la solución más obvia, podemos saber lo más importante de la novela. Está frente a nuestros propios ojos no como recursos sino como déficit porque si algo envicia a esta novela es, quizá, su propia fortaleza: el doctor Starks. En El Psicoanalista no hay otro personaje como el doctor Starks. Ni Virgil, Merlin o Rumplestilskin adquieren el protagonismo que equilibraría la historia. En algo se asoma el Dr. Lewis pero su desaparición peca de inoportuna. Con tan pocos personajes, muchos de los cuales tienen un paso fugaz, lo obvio es la única respuesta.
También tiene errores pequeños pero estos son de omisión. El Psicoanalista es, por momentos, una obra que peca de didáctica. Las referencias al psicoanálisis entorpecen porque intentan tener una función informativa lo cual hace que sean casi irrelevantes. De psicoanalítico, sólo el título.
Otro error, este quizá el más discutible. No hay una sola frase para el recuerdo. Disculpen la sencillez o la tontería pero al menos una buena reflexión ameritaba las más de 200 hojas que indagan en torno a la venganza y su poder transformador, el origen del mal y la desesperación.
Pero valgan verdades El Psicoanalista es una obra que amerita ser leída porque pese a sus errores entretiene y atrapa al lector. Recomendable.