Hace unos minutos, mientras regresaba a casa, me topé en la calle con Rocío en el frontis del Ministerio de Salud. Compartí con Rocío éxitos y fracasos en torno a un proyecto de desarrollo en Chincha. Después de ello nos hemos topado un par de veces en Lima, siempre en un clima de profundo afecto y respeto que a mi parecer se basaba en las cercanías y coincidencias de nuestras posturas.
Había visto a Rocío desde el micro junto con un grupo que protestaba frente al ministerio por la inclusión del aborto como protocolo en los hospitales del Estado. Me encuentras en mi fase de activista, me dijo Rocío mientras me entregaba una calcomanía que rápidamente guarde en mi agenda.
Había visto a Rocío desde el micro junto con un grupo que protestaba frente al ministerio por la inclusión del aborto como protocolo en los hospitales del Estado. Me encuentras en mi fase de activista, me dijo Rocío mientras me entregaba una calcomanía que rápidamente guarde en mi agenda.
Yo le comenté a Rocío que mi impresión era que el actual ministro era el más accesible a la inclusión, que con lo de las pastilla del día siguiente había mostrado que una cosa son las políticas de salud y otra distinta las opiniones de los sectores religiosos y conservadores.
– Es el más laico de los ministros actuales –señalé
– Sí, nos ha dicho que en 3 semanas sale la inclusión.
Después de unas palabras más y una nueva promesa de reencontrarnos me despedí de Rocío.
Si efectivamente en 3 semanas se produce la inclusión del aborto como protocolo médico en los hospitales del Estado creo que debemos estar preparados para la reacción visceral de Cipriani quien seguramente llamará a una cruzada contra el diablo desde el atrio de la Catedral de Lima.
Pero hay algunas cosas que me preocupan:
La primera es dejar claro de qué tipo de aborto estamos hablando. Yo sospecho que hablamos del aborto eugenésico, aquel que por razones médicas implican un alto riesgo si se persiste en la gestación. Pero repito sospecho.
Instituciones como Manuela Ramos y Flora Tristán plantean no solo la inclusión del aborto en los protocolos médicos sino también la despenalización del aborto y he aquí donde observo un conflicto que es lo que motiva mi siguiente preocupación.
¿Despenalizar el aborto no es atentar contra el derecho a la vida? Y, si se me permite el vuelo psicoanalítico ¿No es promover una cultura de muerte? Estoy totalmente de acuerdo que las mujeres tienen todo el derecho de actuar y proteger su propio cuerpo, que, como en varias pancartas señalaron: “Su cuerpo no es un campo de batalla”. Pero ¿no hay un derecho que prima sobre todos los demás? ¿No es el derecho a la vida el que debe respetarse por encima de todos?
Aquí es donde vuelvo a mis clases de Derecho: el momento en el que surge la necesidad de regular derechos y deberes es cuando el Estado se separa de la Iglesia. La norma legal ya no es necesariamente la norma moral.
Aunque puedo decir que felizmente se produjo esta separación, también debo señalar que nos dejó una serie de temas sobre los que no se ha reflexionado seriamente y peor aún, sobre los que veo reflexionar muy poco.
Tengo la impresión que ni los que están a favor ni los que están en contra del aborto tienen oídos para escuchar. Y los argumentos que se han soltado no parecieran diferenciarse mucho (El aborto es un pecado vs Tengo derecho sobre mi propio cuerpo).
Otra cosa que me preocupa es si es que el Estado Peruano, el mismo que acaba de soltar a Lori Berenson, el mismo que ha descubierto medicinas vencidas en un almacén en Pisco y que habían sido donados a los damnificados por el terremoto del 2007, el mismo que no puede mantener una inspección cercana de las embarcaciones que transitan por los ríos de la selva y, para acercarme más, el mismo que no puede preveer cada año las muertes por el friaje en el surandino del país; puede hacerse cargo de la fiscalización absolutamente necesaria del aborto terapéutico.
Y la última, quizá la más simple y menos importante de todas, de aquí a 3 semanas como se manejaría dicho anuncio: ¿sería una cortina de humo para qué? ¿Quiénes saldrían a opinar y con que fundamento lo harían?
Mientras seguiré pensando que hacer con la calcomanía que Rocío me regaló.
– Es el más laico de los ministros actuales –señalé
– Sí, nos ha dicho que en 3 semanas sale la inclusión.
Después de unas palabras más y una nueva promesa de reencontrarnos me despedí de Rocío.
Si efectivamente en 3 semanas se produce la inclusión del aborto como protocolo médico en los hospitales del Estado creo que debemos estar preparados para la reacción visceral de Cipriani quien seguramente llamará a una cruzada contra el diablo desde el atrio de la Catedral de Lima.
Pero hay algunas cosas que me preocupan:
La primera es dejar claro de qué tipo de aborto estamos hablando. Yo sospecho que hablamos del aborto eugenésico, aquel que por razones médicas implican un alto riesgo si se persiste en la gestación. Pero repito sospecho.
Instituciones como Manuela Ramos y Flora Tristán plantean no solo la inclusión del aborto en los protocolos médicos sino también la despenalización del aborto y he aquí donde observo un conflicto que es lo que motiva mi siguiente preocupación.
¿Despenalizar el aborto no es atentar contra el derecho a la vida? Y, si se me permite el vuelo psicoanalítico ¿No es promover una cultura de muerte? Estoy totalmente de acuerdo que las mujeres tienen todo el derecho de actuar y proteger su propio cuerpo, que, como en varias pancartas señalaron: “Su cuerpo no es un campo de batalla”. Pero ¿no hay un derecho que prima sobre todos los demás? ¿No es el derecho a la vida el que debe respetarse por encima de todos?
Aquí es donde vuelvo a mis clases de Derecho: el momento en el que surge la necesidad de regular derechos y deberes es cuando el Estado se separa de la Iglesia. La norma legal ya no es necesariamente la norma moral.
Aunque puedo decir que felizmente se produjo esta separación, también debo señalar que nos dejó una serie de temas sobre los que no se ha reflexionado seriamente y peor aún, sobre los que veo reflexionar muy poco.
Tengo la impresión que ni los que están a favor ni los que están en contra del aborto tienen oídos para escuchar. Y los argumentos que se han soltado no parecieran diferenciarse mucho (El aborto es un pecado vs Tengo derecho sobre mi propio cuerpo).
Otra cosa que me preocupa es si es que el Estado Peruano, el mismo que acaba de soltar a Lori Berenson, el mismo que ha descubierto medicinas vencidas en un almacén en Pisco y que habían sido donados a los damnificados por el terremoto del 2007, el mismo que no puede mantener una inspección cercana de las embarcaciones que transitan por los ríos de la selva y, para acercarme más, el mismo que no puede preveer cada año las muertes por el friaje en el surandino del país; puede hacerse cargo de la fiscalización absolutamente necesaria del aborto terapéutico.
Y la última, quizá la más simple y menos importante de todas, de aquí a 3 semanas como se manejaría dicho anuncio: ¿sería una cortina de humo para qué? ¿Quiénes saldrían a opinar y con que fundamento lo harían?
Mientras seguiré pensando que hacer con la calcomanía que Rocío me regaló.
Para un poco más de información encontre este link que plantea un vistazo general a las cosas…
http://www.generaccion.com/…
el aborto, el aborto y el aborto, no pues unamonos a la lucha de no permitirlo, de no dejar q las mujeres elijan x si mismas. En consecuencia, permitamos los embarazos no deseados, las madres renegadas, los niños maltratados no solo fisicamente, sino aun peor psicologicamente. Ser padre, debe ser la decision mas compleja q tomar (personalmente aun lo sigo meditando), ¿xq?, xq implica una imposibilidad de poder retroceder al estado anterior, una responsabilidad de toda la vida, que te brindara infinitas satisfacciones, pero que no si estas convencido (a) puede implicar un estado de arrepentimiento, y ello se proyecta al ser que mas debemos querer. ¿xq entonces viene un Eº a intervenir aun mas a prohibir una decision que solo implicara a mi persona? El derecho a la vida, si es cierto, pero me oriento mas por el derecho a una vida digna.
Gracias por el comentario… realmente me dejas mucho para pensar: vida o vida digna? vivir o sobrevivir? cuando se está realmente preparado para ser padre o madre? es posible eso?
Otro post serà