De UW a UW: Primera semana en el programa SEASSI (segunda ronda)
Tras un par de ajetreadas semanas en la Universidad de Washington colmadas de presentaciones musicales, trámites, corregidera y, por supuesto, un trabajo de investigación, puedo finalmente regresar a Bitácora del Tornaviaje. La principal novedad es mi retorno por segundo año consecutivo al programa SEASSI (Instituto de verano de estudios del Sudeste Asiático) en la Universidad de Wisconsin-Madison. En otras palabras, estoy yendo de UW a UW. Solo me falta la Universidad de Wyoming para tener el triplete.
Tal como había comentado antes, tuve la buena fortuna de recibir una oferta de media beca para estudiar mi segundo año intensivo de filipino-tagalo. Siendo aun así una cantidad importante de dinero (unos $2000), es importante anotar cómo esto también constituye una dificultad para aquellos que desearen estudiar el Sudeste Asiático desde América Latina. Los ciudadanos estadounidenses tienen derecho a postular a las becas FLAS o SEASSI, las cuales no solo cubren el costo total del programa, sino también proveen un pequeño estipendio para sobrellevar los costos de alquiler y otros gastos. Por ello, es importante aprovechar programas como la beca Darmasiswa para aprender indonesio en Indonesia, por ejemplo. Lamentablemente, ningún peruano postuló este último año.
La Universidad de Wisconsin-Madison es un importante centro para el estudio del Sudeste Asiático y una ubicación ideal para este programa. No solo se ofrecen los cursos de lenguas, sino también un taller de música gamelana y numerosos eventos académicos. Esta semana, por ejemplo, se presentó la Dra. Anna Gade, quien dio una charla sobre cómo el Islam en Indonesia se vincula con preocupaciones medio ambientales, particularmente frente a la quema anual de bosques realizada con fines de expandir actividades comerciales relacionadas a la palma aceitera o el caucho. La fasad (corrupción del medio ambiente) es considerada pecado dentro del Islam, de manera que existe un activismo religioso que se vincula con preocupaciones de este tipo, yendo desde actividades religiosas como la realización de salat al-istisqa –oraciones grupales en los que se reza por la llegada de la lluvia que limpiaría el ambiente del humo causado por las quemas- hasta acciones concretas por preservar fuentes de agua limpia. Incluso estas suelen tener un trasfondo religioso: como señala la Dra. Gade, el acicate puede ser el deseo de tener agua limpia para poder realizar las abluciones necesarias para ir al cielo.
El ambiente intelectual en torno a los estudios de Asia en UW-Madison es muy activo. Este verano se realizará nuevamente la conferencia conjunta de estudiantes de SEASSI/SASLI/CESSI (los otros dos programas se enfocan en lenguas del Sur de Asia y Centro de Asia, respectivamente), y he tenido la buena fortuna de que una ponencia mía haya sido aceptada por segundo año consecutivo. Expondré la parte correspondiente a las Filipinas del trabajo de seminario que realicé este año, en el que propuse el término conquista subalterna vía proxy para explicar las actitudes de las élites colonizadas en Manila y Batavia frente a la expansión territorial por parte de sus colonizadores estadounidenses y neerlandeses. Arguyo que ambas élites tenían aspiraciones territoriales sobre las islas atacadas por Estados Unidos y los Países Bajos a inicios del siglo XX, de manera que en lugar de lamentar dichos ataques, los apoyaron en el entendimiento de que sus propias áreas de influencia también se expandirían -si bien desde una posición subalterna.
Finalmente, en cuanto a las clases de lengua, tras una semana me he dado con la grata sorpresa de que recuerdo mucho más filipino-tagalo de lo que pensé que recordaría. Inicialmente tenía el temor de que en la prueba para medir el nivel de los estudiantes pudiera yo terminar en el primer año nuevamente! Afortunadamente dicha posibilidad no se materializó y estoy actualmente cursando el segundo año de la lengua. De este modo, para el final de mi segundo año de estudios de historia del Sudeste Asiático habré aprendido el equivalente de dos años de indonesio-malayo y dos de filipino-tagalo. Ha sido una locura, pero al menos ya puedo realizar investigaciones utilizando fuentes primarias en dichas lenguas! Lentamente, eso sí.
En las próximas semanas espero tener más novedades, incluido el reporte sobre la conferencia en la Universidad de British Columbia donde presenté una ponencia, los conciertos en los que toqué música gamelana en la Universidad de Washington, las actividades que se realicen en Madison, así como posibles novedades de actividades en el Perú. Veamos hasta dónde podemos todos llevar los estudios de Asia.