Según las propias estadísticas del banco central del Perú (el BCR), la inflación en los precios de los bienes importados que forman parte de la canasta básica familiar alcanzó la cifra récord de 14.5% anual a julio de 2021 y la inflación de los precios mayorista 10.9%. Ese nivel de inflación no se había visto desde junio y diciembre de 1996, cuando bordeó el 15.5% y el 11.4% anual respectivamente. En ese entonces la explicación se encontraba en una política monetaria que todavía se manejaba con las arcaicas metas de agregados monetarios, de modo que la inflación anual general promedio de 1996 llegó a rondar el 11.6%, en un contexto en el que la depreciación anual promedio del tipo de cambio había sido de 8.9%.
La incapacidad para mantener la estabilidad de precios con esas arcaicas herramientas llevó al BCR a implementar en 2002 una política monetaria basada en el entonces moderno esquema de metas de inflación. La idea era dejar de controlar la cantidad de dinero, pues, eso hacía inestables las tasas de interés e incrementaba la incertidumbre. El primer país del mundo que había implementado dicho esquema era Nueva Zelanda en 1989, pero a pesar de que durante los años 90 los demás países desarrollados lo empezaron a aplicar profusamente, recién en los años 2000 empezaron a hacerlo los países en desarrollo.