¿Aun te atormentas más que Dios?
dejándote flagelar por las miserables correas
abriendo llagas en la fosa común de tu conciencia
en los parámetros etimológicos más desgarradores
en los cuales se despellejan las máquinas tipeadoras
donde se pudre el dedo salta la letra
¿Aun te atormentas más que Dios?
huyendo de la cena navideña
hacia un camposanto poco sano y jolgórico
donde las espinas maltratan el pan
cima arriba cima abajo
menstruan los pescados vino de dolor
por tu angustia diaria
¿Aun te atormentas más que Dios?
en tu aposento de cuatro cajones
donde no cabe la llave fulgurante del Sol
castigándote por no escuchar la sombra
en aquel blanco donde la lavasa negra apresura la magna noche de la cebra
y te derrumbas como torre de Edad Media
con un llanto superior a su cruz