Tengo poco amor en este odio aborrecido que me adormece en la cama
este amor ligero que quisiera extender a todos los rincones del mundo
no encuentra una caricia un verso o una mano que coger
este amor que alumbra un corta penumbra pelea contra el devenir de un solo dios
que en la incertidumbre de un querer no da ninguna respuesta expresa
y madruga cada día con un simple propósito que es lograr una sempiterna felicidad
una diadema que cubra a dos para siempre bajo un celaje protector
la caricia que escasea huye sin haberla percibido en alguna parte del segundo
esa caricia desertora es ajena a mi querer -es un destiempo en la mañana-
que cada tarde ensombrece el sonido de la campana dispuesta a sonar por amor
en las horas solo se presentan las sombras de la nada de un ayuno inconcebible
en esta soledad no puede haber desoledad menos injusta que las sobras
sobras de una esperanza vieja y moribunda que yace en las sábanas de dolor
Tengo poco amor en duelo que batalla cada día por un querer…