Quiero transcribir parte de un artículo que publicó el psicoanalista Leopoldo Caravedo en el 2003. El artículo se llama “Paternidad: dejarlos ser – hacerlos seres”. La parte que aquí nos interesa tiene forma de cuento, y dice textualmente así:
“Poco antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendes para hacer una travesura. Uno de ellos dijo:
– Debemos quitarles algo, pero ¿qué les quitamos?
Después de mucho pensar, otro dijo:
– ¡Ya sé! Vamos a quitarles la felicidad. Pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la puedan encontrar.
Propuso el primero:
– Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.
A lo que inmediatamente repuso otro:
– No, recuerda que tienen fuerza. Alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está.
Luego propuso otro:
– Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar.
Y otro contestó:
– No, recuerda que tienen curiosidad. Alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar, y entonces la encontrará.
Uno más dijo:
– Escondámosla en un planeta lejano a la tierra.
Y le dijeron:
– No, recuerda que Dios les dio inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la van a descubrir; y entonces todos tendrán la felicidad.
El último de ellos era un duende que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizó cada una de ellas, y entonces dijo:
– Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren.Todos voltearon asombrados y preguntaron a la vez:
– ¿Dónde?
El duende respondió:
– La esconderemos dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.
Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces así ha sido: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad, sin saber que la trae consigo”.
La felicidad parece estar…
En realidad no hay mucho qué añadir. El cuento es clarísimo. Sólo creo que podría aportar con ejemplos. La felicidad muchas veces parece estar en el último modelo de teléfono móvil, en la maestría, en la consola de videojuegos, en sacarse la tinka, en la compra de la casa o del departamento, en el automóvil en el que se subirían todas las chicas, en el número de amigos en el Facebook, en el esperado ascenso laboral, en la ropa, en el encontrar pareja, en el viaje y en un largo etcétera.
La pregunta sería: ¿estará realmente en todas esas cosas? En mi trabajo veo personas que tienen mucho de lo que he mencionado y hasta más. También veo a personas que poseen pocas o ninguna de dichas cosas. Me pregunto por qué será que todos, los que tenemos y los que no tenemos, acusamos las mismas preocupaciones, las mismas problemáticas, las mismas tristezas y los mismos dolores. Es verdad que varían las intensidades y la gravedad de las situaciones, pero también es verdad, por lo menos en mi experiencia, que el que tiene no necesariamente sufre menos que el que no tiene.
Referencia
Caravedo, Leopoldo (2003). “Paternidad: dejarlos ser – hacerlos seres”. En: Los hijos de hoy. Lima, CPPL, 2003. Páginas 91 – 97.
Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495
diego.fernandezc@pucp.edu.pe