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Ya no te voy a querer

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Las psicólogas Ana María Baltazar y Celia Palacios (2011) nos recuerdan lo inconveniente que puede ser condicionar el cariño por los hijos.

Cuando los papás les decimos a nuestros hijos cosas como “si no haces tal cosa ya no te voy a querer”, o “ya no te quiero porque te has portado mal”, les estamos enseñando que el amor está condicionado a si el otro hace lo que queremos y también que el amor es tan inestable que realmente uno puede dejar de amar a alguien de un momento a otro.

Inseguridad y baja autoestima

Baltazar y Palacios precisan que esto puede generar inseguridad y puede afectar el desarrollo de la autoestima del niño. ¿Por qué? Porque le estamos diciendo que él es susceptible de ser amado solo si obedece, si complace a la otra persona o si da algo a cambio. Le estamos diciendo que él no es susceptible de ser amado por él mismo.

Yo aquí me imagino también la cólera que debe sentir el niño pequeño. Las personas que más ama (sus papás) le están diciendo que él mismo, independientemente de sus acciones, no vale nada. Pongámonos en su lugar. Si nuestra pareja o alguien a quien amamos mucho nos dijera esto, ¿no nos daría rabia? Además de la tristeza, yo me imagino también la cólera que podría sentirse. Por eso tal vez muchos niños parecen hacer justamente lo contrario de lo que se les dice, porque tal vez algo los está enfureciendo.

Recomendación

Baltazar y Palacios nos recuerdan también la recomendación básica frente a este tema. los niños necesitan saber que si se portan mal sus papás podrán enojarse con ellos, pero nunca dejarán de amarlos. Una cosa no quita la otra.

Si los niños tienen claro esto se sentirán más seguros con sus papás, tendrán más confianza para contar los sucesos y mentirán menos, ya que tendrán menos miedo, puesto que tendrán la certeza de que el amor de sus papás estará allí, pase lo que pase.

Referencia

Baltazar Ramos, Ana María & Palacios Suárez, Celia (2011). Consejos prácticos para la educación de los hijos. México D. F., México, Editorial Trillas. Páginas 24, 25.

 

Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

 

 Licencia Creative Commons
“Ya no te voy a querer” por Diego Fernández Castillo se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución – No Comercial – Sin Derivar 4.0 Internacional.

Los niños observan las acciones de sus papás

132 diego fernandez

En varias entradas en este blog he mencionado cuán importante son las acciones de los papás para sus hijos. La frase “los papás son el ejemplo” está tan manoseada que cuando la decimos puede no tener ningún efecto y caer en saco roto. Pero resulta que la frase es abrumadoramente real.

Ejemplo 1

Es decir, por ejemplo, ¡qué difícil debe ser para un niño entender que debe ser mesurado en el manejo de su teléfono celular, si sus propios papás se la pasan chateando todo el día y prefieren hacer eso que conversar o estar en silencio con la persona que tienen al lado!

Ejemplo 2

Otro ejemplo un poco más complejo: uno de los papás le saca la vuelta al otro constantemente y es evidente que no va a modificar su comportamiento. El otro papá, “la víctima”, puede decir: “¡qué mal ejemplo que le da a nuestros hijos!”, y tiene razón, sin embargo esos hijos también tienen el ejemplo de ese otro papá que se queda con la pareja infiel y que no hace nada para distanciarse, quedándose en ese rol de víctima. Esos chicos tienen no solo el ejemplo de cada uno de sus papás, sino tienen también un primer modelo de pareja sexual. Para ellos, así es (y probablemente así será) la vida de pareja. Cuando crezcan, lo harán con ese modelo en la cabeza, que será determinante para sus vidas futuras.

El niño observa, escucha, guarda en la memoria e imita

Aquí les voy a compartir algo que escribió Françoise Dolto sobre este asunto:

“El niño observa los gestos y los actos de los adultos. Escucha sus palabras. Guarda todos estos comportamientos en la memoria. Los imita cuando está solo (…). El niño ama a los adultos y teme desagradarlos. Desea conquistar su asentimiento, alcanzar su poder y su dominio de las cosas. Se ejercita imaginariamente en su propio dominio de las cosas y de las personas, solo y junto a ellos” (Dolto, 1998; página 33).

Aquí algunas de las últimas entradas en las que he mencionado cuán importante son las acciones de los papás en la crianza de los niños:

Obesidad infantil

Ante una infracción no se salte nunca el reglamento

Pautas para formar hijos moralmente sanos

Como hacer para que los hijos no pidan solo gaseosas o bebidas dulces para calmar su sed

Referencia

Dolto, Françoise (1998). El niño y la familia. Desarrollo emocional y entorno familiar. Barcelona, España: Ediciones Paidós Ibérica.