Se ha encontrado evidencia científica de que hay una relación entre las condiciones de trabajo negativas y los síntomas depresivos.
Podemos entender que una persona trabaja en condiciones negativas cuando el trabajo involucra situaciones que afectan negativamente la salud de la persona, por ejemplo, hacinamiento, incomodidad, acoso, ambiente inadecuado, poca ventilación, mala paga o paga atrasada, mal clima laboral, horas excesivas de trabajo, etcétera.
Síntomas depresivos pueden ser por ejemplo, falta de apetito o apetito exagerado, estado de tristeza general, falta de energía, episodios de llanto, pensamientos de muerte, insomnio o exceso de sueño, apatía, entre otros.
Ahora hay evidencia de que ambos (malas condiciones de trabajo y síntomas depresivos) están relacionados. Ahora pensar en cambiar de empleo ante las malas condiciones laborales es también necesario por la propia salud, ya no sólo por la economía, por el malestar en horas de trabajo o por no tener tiempo para nada (“no tener vida”, como se dice). Recordemos que estos síntomas depresivos provocan que la persona deje de vivir bien, lo que nos lleva a pensar en el vicio de “vivir para trabajar” y no “trabajar para vivir”.
Referencia
Journal of Occupational and Environmental Medicine (2013). “Negative Working Conditions Score’ Linked to Depressive Symptoms”. On line: http://www.newswise.com/articles/negative-working-conditions-score-linked-to-depressive-symptoms
Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495
diego.fernandezc@pucp.edu.pe