Su infancia, atormentada por la muerte de su madre y la tiranía de su madrastra, que lo mantuvo relegado y formando parte de los criados de la casa, creó en el niño José María un vínculo entrañable con la lengua y cultura quechua, que internalizó tanto como el castellano, haciendo de él ese “hombre de dos mundos” que luego gravitaría en su obra literaria y etnológica.
![jose-m-arguedas](http://blog.pucp.edu.pe/blog/wp-content/uploads/sites/335/2011/01/jose-m-arguedas1.jpg)