El friaje no mata
Por Aurora Bravo Heredia
Colaboradora
Una forma de conocer a una sociedad es su lenguaje. El término friaje, encubre, es un eufemismo del poder que se reproduce y se alimenta de la ignorancia: “maldito friaje, el friaje mata a 144 niños, los niños de nuestra zona sur se están muriendo a causa del friaje”. El frío, señores del gobierno y demás, no mata en este siglo. El friaje no es un evento incontrolable de la naturaleza como un huracán. Nunca he visto en Nueva York, Suiza o Ámsterdam que la gente se muera por el friaje, aunque los inviernos registren temperaturas más bajas.
El friaje es simplemente la manifestación de la estación del invierno. Entonces, pues, lo que mata es la pobreza, la asimetría oprobiosa de nuestra sociedad, las indignas condiciones de vida, la desnutrición, el subdesarrollo, el olvido y la indiferencia endémica de las autoridades del gobierno central.
Mata la ineficiencia y el vedetismo mediático del ministro de Salud, Óscar Ugarte, que se entretiene anunciando casos falsos de la gripe AH1N1; mientras dos enfermeras en el aeropuerto leen la lista incompleta de síntomas de la mencionada enfermedad a los pasajeros que llegamos de México, a quienes ni siquiera se nos solicitó los nombres ni los datos para hacer el seguimiento de los posibles casos de influenza o recomendarnos un aislamiento preventivo de 72 horas.
Mata el vedetismo de un ministro que en vez de viajar a la zona de emergencia con brigadas de médicos, enfermeras y medicina; se apersona al Pasamayo a ver a las víctimas de un accidente en la carretera. Como para hacernos creer que está haciendo algo. Pesa más el simulacro que la urgente realidad.
Peor aún un ministro que pierde el tiempo declarando que su cartera no tiene responsabilidad de los 144 muertos de las regiones de Huancavelica, Puno y Cusco. Más grave aún, un ministro que hace gala de uno de nuestros peores defectos: echar la culpa al del costado, en vez de actuar con espíritu de cuerpo ante una emergencia.
En vez de perder el tiempo en peleas infructuosas, lo racional no sería solicitar a la Presidencia del Consejo de Ministros que declare en emergencia a la región de Puno. Segundo, viajar a la zona con brigadas de médicos y enfermeros (as). Llevar infraestructura de salud de emergencia y medicamentos. Tercero, formar una comisión multisectorial que trace una estrategia de mejoramiento de las condiciones de vida en esas regiones. Cuarto: convocar el aporte de las universidades para desarrollar e instalar sistemas de calefacción solar alternativos en esas viviendas para mitigar el frío por las noches, ya que lo peor aún está por venir. ¿Es racional que el problema se arrastre año tras año, sin buscar soluciones de fondo? ¿Es racional perder el tiempo en peleas para limpiar culpas personales; mientras se mueren los niños?
Fuente: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas/el-friaje-no-mata_39821.html#c5t_form