Mujeres en altos cargos policiales
Publicado el : Wed, 06/03/2009 – 11:30 | Por John Tyler
Pese a las todas las medidas favorables para la mujer, la política orientada a fomentar la presencia de mujeres en altos cargos en el cuerpo de policía no surte el efecto esperado.
Es la sargento de policía, Ingrid Beekhuizen, quien tiene 39 años de edad, es madre de dos niños y, desde hace 19 años, trabaja con dedicación en el cuerpo policial. La sargento Beekhuizen es actualmente agente de policía encargada de mantener el orden en una zona de la ciudad de Delft.
Una mañana sin mayores incidentes, la agente advierte a un joven que ha aparcado mal su vehículo. Un hombre joven sale de un establecimiento comercial y se dirige apresuradamente a su Citroen aparcado en el bordillo de la acera. Se va con una advertencia. “Si no hubiera venido en ese mismo momento, le hubiera puesto una multa”.
Casi el 40% de los agentes de policía holandeses son mujeres. Hoy en día, al contrario de lo que era el caso cuando Ingrid Beekhuizen ingresó en el cuerpo, ya no es necesario demostrar ahora que una mujer es capaz de realizar el trabajo policial.
Si n embargo, son pocas las mujeres que desempeñan cargos altos. La ministra de Interior, Guusje ter Horst, trata de cambiar la situación, y como parte de su política de aumentar la diversidad en las escalas superiores del cuerpo de policía, las mujeres y las minorías étnicas tienen preferencia a la hora de ocupar una vacante laboral.
Pero esa política tampoco funciona, y en dos ocasiones, la ministra Ter Horst falló en su propósito de designar a una mujer en el puesto de Comisario en jefe. Primero en la provincia de Holanda Meridional y luego en la de Zelanda.
La ausencia de mujeres en altos cargos es especialmente notoria, dados los cambios que se han producido en este terreno. Ineke Stam, responsable de la política de diversidad de la Policía holandesa, no comprende por qué los cambios producidos en las bases de la policía no han conducido a que las mujeres tengan acceso a funciones más altas.
“Una de las principales razones es que el techo de cristal en la policía holandesa es dos veces más grueso que en otras organizaciones. Y esto es algo inaceptable. De una investigación se desprende que las mujeres policías tienen menos oportunidades de hacer carrera, que sus expectativas son menores y que, por ese motivo, después de un tiempo, lo intentan en otros lugares.
El cuerpo de policía tiene políticas favorables para las mujeres, como adecuados procedimientos anti discriminación y anti acoso sexual; permisos de maternidad generosos y horarios flexibles para atender las obligaciones familiares.
Pero Ingrid Beekhuizen tampoco sabe dónde radica el problema. “Conozco a muchas colegas que ocupan cargos superiores en la Policía,” reconoce, “y creo que se trata de una decisión personal de la mujer. Claro que, como mujer, hay que esforzarse más para conseguirlo, pero es innegable que la posibilidad de ocupar un puesto alto, está claramente presente.
Fuente: Radio Nederland