Viajaba en una camioneta como pasajero desde Río Grande hacia centro poblado Palmar, conmigo subió una señora mayor, quién conversaba con el chofer: “En vano he viajado a Palpa, porque el fiscal no está, tampoco el juez. Ya son tres años, que estoy esperando la justicia para esclarecer la muerte de mi hijo. Los sospechosos son de mucho dinero y probablemente han pagado, por eso mi caso no avanza”. Desgarrador comentario de la sseñor.
Tremenda injusticia