La reforma pretende terminar con prácticas monopólicas y abrir el sector a la competencia, ya que en la actualidad el duopolio televisivo Televisa-TV Azteca concentran el 92.33% de las concesiones, y Telmex -Telcel, empresas de Carlos Slim, predomina en el área de telefonía fija y móvil; y que busca incursionar en el mercado televisivo.
Entretanto, una iniciativa ciudadana busca promover 21 puntos que se consideran básicos dentro de la discusión de la reforma del sistema de telecomunicaciones.

Puntos clave de la iniciativa de reforma de telecomunicaciones
De aprobarse la iniciativa de reforma se creará el Instituto Federal de Telecomunicaciones, que fungirá como entidad rectora para este sector, el cual tendrá autonomía y “patrimonios propios”. Será la encargada de definir el otorgamiento de concesiones a los medios de comunicación, facultad que hasta ahora es exclusivo del Ejecutivo Federal. Este nuevo organismo sustituirá a la Comisión Federal de Telecomunicaciones y la Comisión Federal de Competencia Económica.

Otras de las funciones que le competerán a este nuevo órgano regulador, es la de imponer límites a la concentración nacional y regional de frecuencias; ordenar medidas para eliminar las barreras de competencia; la revocación de concesiones a quienes se resistan a cumplir resoluciones contra prácticas monopólicas; la desincorporación de activos, derechos y partes de las empresas que concentran más del 50% de la prestación de servicios de telecomunicaciones y radiodifusión.

Una de las propuestas considerada como primordial, es la que plantea a que se liciten dos nuevas cadenas de televisión en un plazo máximo seis meses, sin embargo, se incluyó un candado que prohíbe la participación de los concesionarios que brindan los “servicios de radiodifusión de 12 MHz del espectro radioeléctrico”, y que era uno de los puntos que manifestaron preocupación los jóvenes de la mesa de Democratización de los Medios del movimiento #YoSoy132, y que así lo expresó César Ruiz Galicia, uno sus miembros ante los micrófonos de Radio Nederland el pasado 20 de febrero durante una protesta realizada afuera de la Cámara de Senadores en la Ciudad de México.

La iniciativa de reforma también prevé que los operadores de televisión por cable y satelital tendrán la obligatoriedad de ofrecer al consumidor final las señales de televisión abierta (must offer, must carry) sin costo alguno, pero tendrán que pagarles a las televisoras de señal abierta por la retransmisión.

Asimismo se contempla en apoyar a las radios comunitarias y la creación de un instituto con la finalidad de que las defienda.
También se plantea prohibir la transmisión de publicidad o propaganda presentada como información periodística o noticiosa, una práctica que fue recurrente en la elección presidencial del año pasado.

Universalización de la Banda Ancha
El Gobierno Federal planea desarrollar una red pública con la finalidad de poder ampliar el acceso a los servicios digitales, sobre todo lo que respecta a la banda ancha. Una de las metas es que al menos el 70% de los hogares y el 85% de las micros, pequeñas y medianas empresas tenga acceso a la banda ancha con una “velocidad real de descarga de información” acorde al promedio registrado por los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Para lograr llevar acabo esto, el proyecto contempla que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ceda totalmente su concesión a Telecomunicaciones de México para su instalación, operación, explotación y para aprovechar la inversión de la red de ésta que permita poner en funcionamiento una red paralela nacional similar a la de Telmex.

El presidente Enrique Peña Nieto afirmó que la reforma busca asegurar la cobertura universal en los servicios de radio, telefonía y datos; buenos precios, accesibles para todos los niveles socioeconómicos, con tarifas competitivas a nivel internacional; calidad en los servicios y contenidos, tales como conexiones rápidas, confiables y diversidad de los contenidos.