| Por Maria Vaquero (Imagen: Takebackthetech)
Aparentemente, internet es un espacio abierto en el que todo el mundo es igual. Pero según los activistas de género no es así. La red copia los papeles y las restricciones de la sociedad real, y las mujeres son, con frecuencia mucho más vulnerables que los hombres cuando están conectadas.
“Algunas mujeres desistieron de participar en las protestas callejeras a causa de amenazas e incidentes sufridos tales como los test de virginidad y la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad”, comenta Yara Sallam del grupo Nazra de Estudios Feministas con base en Egipto. “Creían que estarían más seguras en la red, pero incluso en ella las mujeres siguen siendo más susceptibles a actos intimidatorios”, afirma.
Sallam fue una de las ponentes del ciclo de conferencias “Género e Internet” del Foro de Gobernanza de Internet que tuvo lugar en Bakú, la capital de Azerbaiyán, la semana pasada. Las acciones del régimen azerí son un claro ejemplo de cómo se pueden usar determinadas formas de intimidación contra las mujeres.
Chantaje sexual
La periodista Khadija Ismayilova recibió un paquete mientras trabajaba en una investigación confidencial sobre los bienes de la familia del presidente azerbaiyano. Su contenido: un vídeo que mostraba imágenes de ella y su novio haciendo el amor, grabado por cámaras ocultas en su habitación. Incluía una nota en la que la llamaban ¨puta¨ y le pedían que se ¨comportara¨.
¨Esperaban que dejara mi investigación porque me sentiría avergonzada¨, dice Ismayilova a RNW. ¨O peor aún, que familiares ofendidos me hicieran algo: vivimos en un país en el que aún se producen asesinatos por honor. El último recurso para ellos era hacer público el vídeo para que la gente me odie por haber roto las normas morales.¨ Pero Ismayilova decidió dar un paso adelante y buscar la publicidad ella misma. Recibió apoyo por todos lados, ¨incluyendo el partido islámico¨. Pero incluso ahora, seis meses después de lo ocurrido, fuentes del gobierno siguen tachándola de ¨estrella del porno¨.
Reputación arruinada
¨En nuestras sociedades, para las mujeres no es tan fácil ser políticamente activas como para los hombres¨, afirma Sallam. ¨Las personas o grupos que quieren silenciarlas utilizan varios métodos. En Egipto, las amenazan con llamar a sus padres y decirles que su hija es políticamente activa (algunas familias pueden ser muy sensibles al respecto). O pueden arruinar su reputación extendiendo rumores como hicieron durante las protestas de la plaza Tahrir, diciendo que ¨todos duermen juntos en tiendas de campaña¨.
¨El acoso, a veces, da lugar a la autocensura¨, comenta Nighat Dad de la Fundación para los Derechos Digitales de Pakistán. Dad sufrió acoso en la red y amenazas cuando escribió sobre Malala, la niña a la que los talibanes dispararon a consecuencia de su campaña para la educación de las niñas. ¨Al principio tenía miedo y dejé de usar las redes sociales durante un tiempo¨, le dice a RNW, ¨pero entonces me dije a mí misma que el acoso en internet es otra forma de violencia que no es el resultado de mis acciones, sino del sistema patriarcal de nuestra sociedad, en el que la discriminación contra la mujer se produce regularmente.
Los censores de Facebook
Los moderadores de la campaña de Facebook ¨ Sublevación de las Mujeres en el Mundo Árabe¨ han tenido dificultades para contrarrestar todos los comentarios agresivos tanto de hombres como de mujeres que recibieron sobre algunas de las fotos publicadas en la página web. ¨Cada vez que publicamos una foto de una mujer que no se tapa, inmediatamente se llena de comentarios alegando que su imagen está debilitando la causa.¨
El súmmum de la controversia fue la foto de una mujer siria, Dana, que se había quitado el velo porque: ¨durante 20 no se me permitió sentir el viento en mi pelo y en mi cuerpo¨. Facebook retiró el comentario y después lo volvió a publicar tras una campaña de apoyo online.
¨Me miran como si fuera una extraterrestre¨
Además de la preocupación por los ataques directos, muchas mujeres se enfrentan a otra limitación cuando se trata de derechos digitales: un problema básico de accesibilidad. La ausencia de acceso a internet puede ser un obstáculo tanto para hombres como para mujeres, pero las posibilidades técnicas (tales como tener internet en casa) son limitadas y son las mujeres las que pierden la mayoría de ellas. ¨Cuando entro en un cibercafé fuera de la capital, me miran como si fuera una extraterrestre.¨, señala la bloguera azerí Arzu Geybullayeva en una entrevista en vídeo con Nighat Dad. ¨Muchachos y hombres son el público mayoritario de los cibercafés: las mujeres no son bienvenidas y estar en ellos, de alguna manera, afecta a su reputación.¨
Desde el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre, Nighat Dad y otras personas de la red de mujeres APC WSPC participarán en una campaña online para ¨controlar la tecnología¨ y terminar con la violencia contra las mujeres. ¨Recuperemos la tecnología¨ (enlace https://www.takebackthetech.net/).
Fuente: Radio Nederland