Para algunas mujeres, hacer ejercicios puede tener un efecto secundario placentero que les provoca un orgasmo.

De hecho, los orgasmos realizando ejercicios son más comunes de lo que uno cree, según se desprende de una reciente investigación en Estados Unidos. Los llamados “coregasmos” son más frecuentes al realizar ejercicios abdominales, pero para algunas mujeres, levantar pesos o hacer yoga también pueden resultar orgásmicos.

De acuerdo a una investigación realizada entre 530 mujeres de edades comprendidas entre los 18 y los 63 años, una cuarta parte de ellas experimentó un orgasmo durante ejercicios físicos. Y no hablamos de mujeres obsesionadas con el deporte, o de mujeres con una actitud fetichista frente a estos ejercicios.

Placer sexual

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Un grupo aleatorio de mujeres recibió una invitación para participar en una investigación sobre el orgasmo y el placer sexual al realizar ejercicios físicos. Se las dividió en dos grupos, según la respuesta dada a la pregunta de si alguna vez habían experimentado un orgasmo al hacer ejercicios.

La investigación reveló que un 23% de las mujeres alcanzaron el clímax durante los ejercicios. Aún más, otro 46% admite haber sentido placer sexual.

Incontrolable

Para la mayoría de las mujeres, la excitación durante los ejercicios no ocurrió sólo una vez: el 82% repitió el orgasmo al menos tres veces, y un 40% tuvo más de diez orgasmos al desarrollar alguna forma de actividad física.

Para un 18% de las mujeres, tener un orgasmo en estas condiciones resultó ser algo incontrolable. Por otra parte, un 30% sí logró controlar su coregasmo. Algunas mujeres podían incluso predecir la llegada del orgasmo luego de un determinado número de ejercicios, o al llegar a una cierta intensidad de trabajo, o después de un periodo de tiempo.

No es sexual
A diferencia de los orgasmos relacionados con el sexo, el coregasmo no tiene nada que ver con la estimulación/excitación sexual. Casi un 90% de las mujeres que tuvo un coregasmo, no se estaban masturbando con los dedos o con la mano. Y la mayoría no fantaseaba con el musculoso entrenando al lado, ni cualquier cosa relacionada con el sexo.

De todas formas, es una experiencia placentera. La mayoría de las mujeres se mostraba casi siempre satisfecha de los orgasmos de ejercicio. Incluso muchas alguna vez se humedecieron al alcanzar el coregasmo. Algunas mujeres llegaron incluso a decir que la perspectiva de un coregasmo las incentivaba a hacer ejercicios.

Un 36% de las participantes afirmó no poder mantenerse en silencio durante el orgasmo, y se encontraron emitiendo gemidos al llegar al clímax. Ésta podría ser la causa de que a la mayoría les daba vergüenza tener un coregasmo, y se preocupaban de que otros lo notaran.

Ejercicios abdominales
El término coregasmo proviene del inglés “core” (central), refiriéndose a los músculos abdominales centrales. Son principalmente estos músculos los que, al trabajarlos, pueden conducir a un orgasmo.

Pero los coregasmos durante el ejercicio no sólo se limitan a los abdominales. Levantar pesas, yoga, ciclismo y jogging: todos se encuentran en la lista de actividades que originaron un coregasmo durante los tres últimos meses del ejercicio.

Jadeos
“¿Cómo pueden los ejercicios provocar orgasmos en las mujeres?”, se cuestionan los investigadores. Algunos ejercicios que implican los abdominales y la pelvis pueden hacer presión sobre el clítoris, conduciendo a un orgasmo clitoral, es lo que suponen. La otra posibilidad es que el jadeo durante el ejercicio podría activar partes del sistema nervioso relacionadas con el orgasmo.

Hasta ahora no han podido comprender por completo qué causa los orgasmos durante el ejercicio, ni cómo los viven las mujeres. Los investigadores opinan que deben hacerse más es

tudios. ¿Hay alguna voluntaria?

Mira el vídeo de Anna Rosales: Mujeres que no conocen el orgasmo:

Fuente: radio nederland

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