Mié, 29/12/2010 – 08:34
La sexualidad aparece en el instante de nuestro nacimiento, pero es recién con el paso del tiempo cuando los pequeños empiezan a realizar preguntas.
Hablar de sexo con los niños, contrario a la creencia popular, no es un incentivo para que comiencen a tener relaciones sexuales tempranas. Pasar por alto la “temida” conversación es el auténtico error.
Las preguntas empiezan a los 3 o 4 años, las cuales se incrementan a los 6 o 7 debido a la curiosidad. Después de ello, se da un periodo de latencia hasta la llegada de la adolescencia, cuando el interés en el sexo es más notorio.
Hablar de sexo con los niños no debe ocasionar miedo a los padres, quienes deben ser sinceros y enfocarse en el tema como algo natural y normal. La forma en que se responde a las dudas debe ser de acorde a la edad de los menores, para que exista el entendimiento. (Sexología.net)
Fuente: la Repùblica