El Diario el Mercurio publicó un artículo en el que, desde su punto de vista, el presidente Alan García busca influir en las elecciones generales del 2011 para buscar un posible tercer mandato en el año 2016.

“Alan García siempre ha sido un hombre de grandes ambiciones. Aún sin terminar su segundo mandato, no oculta que quiere pasar a la historia como el primer Presidente peruano con tres períodos de gobierno”, afirma el mencionado artículo.

Para Carolina Álvarez Peñafiel, periodista del mencionado medio de comunicación y redactora de la nota, el camino es conseguir un sucesor con pocas ganas de investigar los rumores de corrupción de su gestión y que no aplaste el escaso capital político que le quede tras cinco años de gobierno.

“La aparente estrategia del Presidente es apoyar a la abanderada de su partido, el APRA, pero no con demasiado entusiasmo. Es que para tener chances necesita que Mercedes Aráoz no gane”, señala la nota.

No le interesa gobierno aprista
En otro fragmento de la nota, se detalla que García Pérez no está interesado en un gobierno aprista “que no sea encabezado por él”, según declaraciones del Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Fernando Tuesta.

Además, Tuesta señala que García tiene una “agenda propia y diferente a la del partido” y no permitiría que nadie le quite el estrellato. “El APRA ha dejado de ser una fuerza” de peso y ha dejado paso al “alanismo”.

“Un tercer lugar de su ex ministra le vendría bien al Presidente porque le daría al aprismo el ‘voto discerniente’ en una eventual segunda vuelta”, sostuvo Alfredo Torres, director de la consultora Ipsos Apoyo.

Quiere que gane Castañeda

Para El Mercurio, el presidente García desea que resulte vencedor en las elecciones generales del 2011 el ex alcalde de Lima Luis Castañeda, pues ambos han mantenido una relación relativamente buena y “Castañeda no parece particularmente interesado en hacer críticas o cuestionamientos a la gestión de García”.

Por otro lado, el analista político Fernando Rospigliosi considera que el antagonista de toda la historia es Toledo, pues el mandatario le tiene un “odio particular” a su antecesor.

“Quizá porque lo derrotó en las presidenciales de 2001, que siguieron a la caída del gobierno de Fujimori”, explicó.