Publicado el : 22 Diciembre 2010 – 4:36 de la tarde | Por (Tasja (Wikimedia / Creative Commons))

La

ablación del clítoris es un delito en Holanda, pero hasta ahora nadie ha sido condenado por ello. El tribunal de casación de Ámsterdam dictará fallo en un juicio contra un marroquí que fue absuelto en primera instancia en un tribunal de Haarlem. Por Sebastiaan Gottlieb

El Fiscal acusa al hombre de 31 años de edad Mustapha El M. de haberle practicado la ablación a su hija de 5 años, cuyos genitales cortó, al parecer, con unas tijeras. La grave mutilación fue hecha pública por la familia sustituta que había acogido a la menor, en parte porque su padre la maltrataba, golpeaba a menudo y mordía en la mejilla. La madre adoptiva denunció la mutilación genital.

Si bien el padre fue condenado a una pena carcelaria de 3 meses por malos tratos, el Tribunal de Haarlem le absolvió de los cargos por ablación por considerar insuficientes las pruebas. Los peritos no han podido determinar en qué momento se produjo la mutilación ni si el padre estuvo o no implicado. La niña fue puesta bajo la supervisión del Consejo de Protección de Menores, y a su padre no se le permite tener ningún

Según el abogado Micha Jonge Vos, en este caso no se trata de ablación. “En un principio, se pensó que la mutilación podría tener carácter religioso, pero el padre es marroquí y en el entorno marroquí la mutilación genital no usual. Después se acusó al padre, no de mutilación, sino de lesiones corporales graves. La opinión del tribunal es simplemente que no hay suficientes pruebas que demuestren la intervención del acusado¨.

Los países en los que las niñas corren el riesgo de sufrir la ablación del clítoris son principalmente Somalia, Etiopía, Sudán, Egipto y Nigeria. En muchos países africanos se les practica la mutilación a las niñas porque en caso contrario, no tienen ninguna posibilidad de casarse. Las niñas que no son circuncidadas son consideradas impuras y por lo tanto se las aísla socialmente.
Según Jonge Vos, una vez descartados los motivos religiosos o sociales, se desconocen las razones para la mutilación de la niña marroquí. Además, le resulta extraño que se sospeche del padre y que la madre se haya mantenido al margen, y que la policía se haya negado desde el principio a investigar otras hipótesis.

“Creo que en este caso es importante que no sólo se investigue al padre, sino que se haga una investigación más amplia de todos los posibles sospechosos,” opina el abogado. “El Fiscal ha apelado la decisión del tribunal porque hay pruebas suficientes de que pueda ser una mutilación genital.”

A juicio de la portavoz, Lisan Wösten, no siempre se puede demostrar que los padres hayan realizado la cirugía, pero incluso si han encargado la tarea a terceros, son culpables y, por ende, se les puede juzgar como coautores. La única condición es que debe haber pruebas de la implicación de los padres en los hechos.

Wösten quisiera que se juzgara a más personas por la ablación de niñas. El problema es que rara vez se presenta una denuncia, y las cifras sobre el número de niñas mutiladas en Holanda son poco fiables. Necesitamos denuncias, declaraciones y hechos para poder identificar la mutilación genital. A este respecto, tienen un papel muy importante las clínicas, las escuelas y los médicos de cabecera, pero éstos deben observar el secreto profesional. Para lograr un enfoque eficaz a gran escala, se debe superar estos obstáculos.

El caso contra el señor Mustapha El M. es importante para el Ministerio Fiscal, ya que si el acusado es condenado, posiblemente se presentarán más denuncias. Pero si es absuelto, las futuras víctimas carecerán de fuerza moral para presentar denuncias.

Fuente: radio nederland

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