Si el transexual Justus Eisfeld no recibe un nuevo diploma, la Universidad de Ámsterdam estaría discriminando. Así lo sentenció la Comisión de Igualdad de Trato, en un pleito que Eisfeld le entabló al centro de estudios.
Bauke Deelstra
Cuando Justus Eisfeld, de 37 años, completó sus estudios en 2001, todavía era mujer, y así constaba en el diploma. En 2008 se sometió a una operación de cambio de sexo, convirtiéndose en hombre. Por ello hubo que modificar todos sus datos personales: pasaporte, permiso de conducir, inscripciones en todo tipo de organizaciones.
Doloroso
Hoy día solo queda su diploma sin cambiar, ocasionando a Eisfeld momentos dolorosos.
“Bueno, la discriminación en el mercado laboral es lamentablemente un problema que afecta a muchos transexuales”, explica Eisfeld. “Yo lo viví en carne propia cuando quería trabajar como profesor de alemán. En una época en que había gran escasez de docentes en este idioma, y se contrataba a cualquiera con vagas nociones, presenté mi solicitud en dos institutos. Ambos dijeron: considerando su situación – y no podían referirse a otra cosa que mi transexualidad – no estamos dispuestos siquiera a darle una entrevista.”
Apoyo
En su lucha para lograr obtener un nuevo diploma, Eisfeld recibió una inesperada ayuda. Cuando hace unos meses, el presidente de la junta directiva de la Universidad de Ámsterdam, Karel van der Toorn, abrió el año académico, el comediante Freek de Jong realizó una intervención espontánea:
“Querría proponer, ya que la estamos pasando tan bien esta tarde, que le deis a ella un nuevo diploma, o a él, donde aparezca su nuevo nombre con uno de esos bonitos sellos. Así le ahorramos problemas. Sería un buen comienzo del nuevo año.”
Legal
A pesar de la presión, la universidad se negaba a cooperar. Afirman que un diploma sólo se entrega una vez; así lo estipula la ley, sostiene el directorio. No satisfecho con la situación, Eisfeld se dirige a la Comisión de Igualdad de Trato.
“Me parece un ejemplo clásico de discriminación indirecta”, sostiene Eisfeld. Quiero decir, una medida política que tiene como objetivo la igualdad entre los ciudadanos, termina siendo negativa para un determinado grupo poblacional, derivando en discriminación.”
La Comisión de Igualdad de Trato dio la razón a Eisfeld, pero carece de autoridad formal. La comisión considera que la ley debe modificarse, para así permitir a las instancias de la enseñanza emitir, en casos excepcionales, un nuevo certificado.
Fuente: radio Nederland