Discurso de Bety Cariño dado en Dublin, en la 5ª Plataforma de
Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de Front Line, en febrero
de 2010

Las piernas bien firmes sobre el suelo, la cabeza erguida, digna, la
mente fría y el corazón ardiente, hermanas y hermanos:

Por mi voz, habla la voz de las hermanas y hermanos de mi pueblo
mixteco, haya en la Oaxaca rebelde de ese gran país que se llama
México. Y en estas líneas no puedo hablas de mí, sin hablar de el otro
y la otra, por que yo soy solo si ellos y ellas son. Entonces somos
nosotros y nosotras.

Hermanas y hermanos estas mujeres que soy: hija, hermana, madre,
compañera, maestra, india, mixteca, oaxaqueña, mexicana, representa a
mujeres que vamos liderando nuestros pueblos contra los saqueos de
nuestra madre tierra, en beneficio de las grandes corporaciones
transnacionales y del capital financiero. Hoy en nuestras voces, en
nuestras luchas, en nuestras manos siguen vigentes los legítimos
anhelos de justicia social de la Revolución mexicana, nuestra lucha es
la misma que abanderaron Morelos, los Magon, el gran Zapata y en el
México actual el EZLN, lucha que ha costado la visa a miles y miles de
mexicanos y mexicanas todos ellos y ellas gente pobre de abajo que
hizo las luchas y el lugar que le dejo la historia sigue siendo la
exclusión y el olvido. Hoy los jóvenes y jovenas, los pueblos
originarios y las mujeres estamos a la cabeza de esta catástrofe.

Nuestros campos hoy son el escenario de ruina y desastre, víctima de
la apertura comercial indiscriminada, cultivos transgénicos ambición
de las transnacionales; lo que trae como consecuencia la migración
forzosa de millones de hermanas y hermanos nuestros, que como decía mi
abuelo; “tiene que irse para poder quedarse”.
En México se sigue negando a los pueblos originarios el derecho a la
autonomía, el derecho a existir y nosotras hoy queremos vivir otra
historia: nos rebelamos y decimos basta, hoy aquí queremos decirles
que nos tienen miedo por que no les tenemos miedo, por que a pesar de
sus amenazas, de sus calumnias, de sus hostigamientos, seguimos
caminando hacia un sol que pensamos brilla con fuerza, pensamos que se
acerca el tiempo de los pueblos, el tiempo de las mujeres insumisas,
el tiempo del pueblo de abajo.

Hoy en día a lo largo y ancho del territorio nacional corre el
descontento, por lo tanto se hace impostergable la presencia y
participación de nosotras las mujeres que defendemos en el día a día
los derechos humanos; queremos construir un mundo con justica y
dignidad; sin ningún tipo de discriminación; hoy nosotras empujamos y
profundo y extenso proceso de organización, movilización, análisis,
discusión y consensos que nos ayude a construir un mundo donde quepan
muchos mundos. Nosotras somos el resultado de muchas luchas, llevamos
en la sangre la herencia de las abuelas, nuestras raíces nos exigen y
nuestras hijas se rebelan.

DHPedia

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