Esquemas tradicionales se agotan en el rol del hombre y la paternidad, señala especialista.
Cambio de roles y apoyo a la crianza son puntos del nuevo hombre de familia.
La imagen de hombres serios, poco dispuestos al juego con los hijos, ajenos a la cocina y a las tareas del hogar es una idea que hoy ya no es el común denominador del padre de familia, según explicó ayer el Manuel Saravia Oliver, director del Instituto Guestalt de Lima (IGL), y aclaró que el cambio se refleja en que cada vez se aprecia a más hombres de familia dispuestos a compartir con sus parejas el cuidado de la casa y la crianza de los hijos.
“La nueva paternidad rechaza el modelo de padre autoritario y distante y también abandona el papel tradicional de ausencia o delegación, que trabajaba para lograr el sustento de la familia y no se relacionaba directamente con sus hijos”, expresó.
El especialista señaló que los padres actuales miden su papel de paternidad en términos cualitativos, es decir, más en la calidad de tiempo que pasan con ellos que en la cantidad del tiempo empleado, esto debido a lo complicado que es trabajar y a la vez querer ser un padre distinto al que tuvieron, en la mayoría de casos.
“En el siglo XXI se está observando una nueva forma de paternidad que cuestiona el estereotipo de masculinidad, asociado tradicionalmente a la fuerza y al poder, para empezar a ejercer una ‘paternidad sostenible’, más duradera y comprometida. La transformación de la figura paterna camina de la mano junto a otros cambios en la unidad familiar: hogares unipersonales, monoparentales, de parejas sin hijos y de parejas del mismo sexo”, detalló Saravia.
Nuevos modelos
Según Saravia, existen tres marcados modelos de figura paternal actual: el padre intenso, que se avoca a su hijo, pues siente que su vida cambió con la llegada de un nuevo ser y que comparte por igual las responsabilidades con la madre, relegando a esta a un segundo plano en sus atenciones.
De igual forma describió al padre responsable, el que vive la relación con el hijo con el mismo sentido de responsabilidad y de obligación que las madres respecto a su cuidado, y que puede sacrificar sus ratos libres o aficiones para pasar más tiempo al lado de su hijo.
Finalmente, analizó la figura del padre complementario, más acorde a la imagen tradicional, pues colabora en la crianza, pero a pedido de la madre y siente que todo lo referente a la crianza es del rol materno.
Fuente. La Primera