18.06.10 –

Adital –

Quien actúa en el combate del tráfico de seres humanos sabe que este delito explota a las personas en condiciones degradantes, sacándole su libertad y reduciéndola a simple objeto negociable. De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por año, el número de víctimas del tráfico de personas en el mundo llega a 2,3 millones, de los cuales cerca del 80% de estas personas traficadas son mujeres y adolescentes explotadas en el comercio sexual.
Comprometida con el enfrentamiento de este delito, la periodista Priscila Siqueira, articuladora del Servicio a la Mujer Marginada (SMM), se propone también analizar las causas de este mal, que es considerado la esclavitud de los tiempos modernos.

Autora de los libros “Tráfico de Mujeres: Oferta, Demanda, Impunidad” y “Tráfico de Personas: Un abordaje Político”, ella contribuyó recientemente con la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre Pedofilia y participa también en eventos sobre la problemática.

“EL SMM manifiesta que el tráfico de personas se produce como consecuencia de un proceso de vida de la sociedad. Las causas de este problema están interrelacionadas: existe por un lado la concentración de riqueza en pocas manos, y por otro, problemas socioeconómicos que excluyen a muchas personas. Todo esto contribuye con el tráfico”, declaró.

Mientras tanto, ella considera que es imprescindible analizar la cuestión de una manera más profunda. “Dicen que el tráfico de personas es una cuestión relacionada con los derechos humanos, género, raza, migración. Es un análisis que tiene que realizarse desde un punto de vista múltiple. El tráfico es consecuencia de una sociedad machista y patriarcal, donde hay mucho preconcepto, control y poder”, analizó.

Para ella, las religiones judeocristianas tienen una fuerte influencia en este marco, ya que la mujer es la víctima principal. “La mayoría de las personas traficadas en Brasil son mujeres y niñas para ser explotadas sexualmente. ¿Por qué esto? Porque es cultura, la mujer es vista como pecadora, que debe ser castigada. La religión es responsable en gran medida de esto. Basta ver el ejemplo del Jardín del Eden”, criticó.

Como un ejemplo del fuerte machismo y de la desatención con que la mujer es tratada, Priscila recordó que sólo el año pasado 300 mujeres fueron asesinadas en Ceará, y de todos estos crímenes, hubo sólo una condena.

Para revertir la situación la periodista afirmó que es preciso aportar empeño y paciencia, ya que es un proceso largo y demorado. “Nosotros no vamos a ver los resultados ahora, pero no podemos dejar de luchar”, dijo. “Hace 10 años atrás hablar de tráfico de personas en Brasil era considerado una locura, que eso no existía. Hoy, ya estamos comenzando a tener este debate”, señaló.

Finalmente Priscila consideró que es fundamental la inserción de la sociedad civil en esta lucha. “No podemos sólo reclamar al Estado, porque el Estado está inserto en la sociedad, no sirve de nada quedarse esperando. Cada uno necesita involucrarse en esta lucha y hacer su parte”, finalizó.

Para acceder a las publicaciones y conocer el SMM: www.smm.org.br.

Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com

* Periodista de Adital

Fuente: Adital

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