Publicado el : 15 de septiembre 2009 – 2:16 de la tarde
| Por Cor Doeswijk

La investigación periodística sobre temas relacionados con el medioambiente es una tarea peligrosa.

El trabajo de recogida de información representa una amenaza, considerada más que suficiente por muchas empresas, organizaciones e incluso Estados y todo tipo de intermediarios, que sacan beneficios de un uso abusivo del medio natural. Evidentemente, la restricción medioambiental significa un freno para sus proyectos. La prensa de investigación y los militantes ecologistas pueden entonces convertirse en testigos molestos, e incluso en enemigos de los que hay que librarse.

En los países no democráticos, pero no solamente en ellos, los periodistas especializados en cuestiones medioambientales se encuentran así en las vanguardias de una nueva línea del frente.

La simple estancia de un periodista en un lugar sensible, donde su presencia se considera indeseable, basta para generar una crisis. Así, algunos periodistas extranjeros fueron expulsados de los pueblos del sur de China donde, en condiciones catastróficas, se desguazan la mayoría de los ordenadores que se producen en el mundo.

Aveces, la denuncia puede venir de una fuente inesperada. Vea el vídeo de la impactante ave lira, que no sólo puede imitar los cantos de otros pájaros de la selva, sino también de sonidos más contemporáneos, signos de las amenazas que se ciernen sobre nuestras florestas.

Fuente: Radio Nederland

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