Infección de hongos
Publicado el : 10 !long-me-nombre marzo 2005 – 6:00 de la tarde
| Por Redacción InformaRN
La infección de hongos en los pies, también llamada “pie de atleta”, no es un tema espectacular, pero lo cierto es que hay muchas personas que padecen esa infección entre los dedos o en las uñas del pie. La de las uñas es muy tenaz y no se cura si no se le aplica un tratamiento. Los hongos entre los dedos, en cambio, suelen desaparecer después de un tiempo. Este tipo se da más frecuentemente entre los niños y jóvenes, mientras que el de las uñas ataca más a personas mayores.
La infección de hongos suele comenzar en el espacio comprendido entre el dedo pequeño del pie y el siguiente, y de ahí empieza a extenderse hacia el resto de la extremidad. La extensión depende del tipo de hongo que sea; hay una especie que se propaga hasta la planta del pie y causa allí una callosidad que se vuelve quebradiza, y forma en los extremos de la planta un típico contorno grueso. Es el llamado “efecto mocasín”.
Pero estos fenómenos pueden tener también su origen en una excesiva sudoración, combinada con el uso de un calzado cerrado y estrecho. De ahí que sea importante establecer el diagnóstico adecuado, con un examen microscópico de las escamas de la piel afectada y con un cultivo de microorganismos.
Los hongos se transmiten fácilmente a través de suelos húmedos, especialmente de piscinas y vestuarios de playa. Como pasa cierto tiempo antes de que la infección sea visible y, por otra parte, el desarrollo del hongo se inicia cuando el pie está húmedo, caliente y sin ventilación, la dolencia no se detecta hasta el otoño o principio del invierno. En esta época no es fácil mantener el pie seco y bien ventilado. Es posible que, además de hongos, haya también bacterias en las zonas afectadas. Esta combinación es a veces muy difícil de combatir.
Los hongos del pie tienen la tendencia a desaparecer. Debido a que producen una enorme picazón, el paciente se rasca, con lo que puede llevar los hongos debajo de las uñas de la mano otras partes del cuerpo. La mejor forma de combatirlos es lavar los pies muy bien, pero sólo con agua, sin jabón. Después se secan meticulosamente y se introducen en calzado poroso, que permita el. paso del aire. Eventualmente se puede usar un jabón que cause acidez, ya que los hongos crecen precisamente en un ambiente contrario, o sea alcalino. Para el secado es conveniente utilizar toallitas desechabables o pañuelos de papel, pues los hongos sobreviven perfectamente en una toalla húmeda.
Algunos médicos opinan que, mientras dure la infección, es preferible no comer cosas dulces, porque los hongos necesitan azúcares para poder desarrollarse.
Las infecciones de hongos en las uñas de los pies son más reticentes. Surgen muy lentamente y no desaparecen sin más. No suelen afectar a los niños, probablemente porque las uñas de éstos crecen demasiado deprisa. Son generalmente las uñas de los pies las que sufren la infección y muy raramente las de las manos. Cuando los pies están húmedos o se lavan con mucha frecuencia con demasiado jabón, se ablanda la uña y así se favorece la propagación del hongo. La posibilidad de infección es aún mayor cuando la uña se rompe.
El “tricófito rubrum” es el principal causante de las infecciones de las uñas de los pies. Las de las manos son causadas por otro tipo, llamado “cándida”, que en realidad no es un hongo sino una levadura.
El ambiente húmedo es también una condición favorable para el crecimiento de las levaduras; comienza generalmente con la aparición de manchas blancas en la uña que se van extendiendo. Después de un tiempo toda la uña se vuelve opaca y adquiere mayor espesor.
Para poder tratar esta infección eficazmente, es necesario conocer el agente causante, pero su cultivo no es sencillo. Por eso, el médico comenzará prescribiendo un fungicida, que no tiene efecto si se trata de bacterias y levaduras, ya que sólo ataca a los hongos. Si no tiene efecto, se elimina entonces la posibilidad de una infección de hongos, y el médico se puede concentrar en el tratamiento de las levaduras.
Un problema que se presenta con un tratamiento tradicional es que hay que seguirlo durante mucho tiempo para conseguir algún efecto. Actualmente, sin embargo, hay antibióticos eficaces que pueden ofrecer solución al problema de forma más rápida.
Fuente: radio Nederland