La vida o la economía
Creo que, tanto la vida y la economía se complementan y merecen igual atención, al menos en el sistema capitalista. Pero al parecer Trump está obsesionado salvar la economía cueste lo que cueste, por encima de la salud, de la voda. LA afectación de la economía de USA es inmenente y no solo de USA, sino de todos los países en mayor o menor grado también. Tal vez Trump se desespere por la economía con razón por que la deuda USA, que asciende a más de 20 billones de dolares, aumentaría en decenas de dillones de dolares. Con la debacle de la economía USA, también perdería la hegemonia agónica. Si pasa eso seroa por culpa de Trump y cía, pues fueron imprudentes al dejar que crezca los casos confirmados de CORONAVIRUS.
MAPA MUNDIAL DEL CORONAVIRUS
Esta página desarrollada por la Universidad John Hopkins, actualiza constantemente los casos confirmados de CORONAVIRUS a nivel mundial. Así mismo reporta el número de fallecidos y recuperado. Para ver, pulse:
Mapa del coronavirus en el mundo
FUENTE: Universidad John Hopkins
El capitalismo es un coronavirus permanente para los pobres
Para la psicoterapéuta Carmen González la actual crisis sanitaria generada por el virus COVID-19 nos está enrostrando nuestra cruda realidad con millones de peruanos expuestos ante un sistema de salud precario y un modelo económico perverso. Además, advierte la necesidad de asistencia psicológica a familias durante cuarentena.
—¿Cómo percibe que estamos tomando los peruanos esta crisis sanitaria?
—A nadie le gustan restricciones a su libertad, sin embargo creo que inicialmente la población ha tomado la cuarentena de formas hasta opuestas si vemos los 2 polos de espectro social.
De un extremo, las clases más acomodadas están en sus casas, con refrigeradores llenos y tranquilos. Fastidiados pero contra el virus pero en su mayoría cumpliendo la cuarentena.
En el otro extremo están los que viven con hambre, en viviendas precarias, sin agua ni luz; lo toman con poca seriedad, y algunos hasta creerán que es un cuento más del gobierno de turno. Si están acostumbrados a que sus niños mueran con anemia y otros, que sus ancianos mueran en las heladas cada año, ¿cómo van a asustarse y cuidarse si cada día enfrentan a la muerte? ¿Cómo se les va a pedir solidaridad si nadie se las ha hecho sentir?
—¿Nos hemos adaptado rápido a la nueva realidad?
—No todos. Ni todos los grupos sociales de la misma manera. Además de lo señalado en la primera pregunta existe una gran cantidad de la población que no registra las normas, debido a inmadurez emocional -producto de hogares, escuelas maltratadoras, intolerantes, dentro de un marco de miseria material y psíquica- donde cada uno quiere hacer lo que desea, incluso, golpear, robar y hasta matar.
Estos grupos tendrán que recibir mensajes todos los días y ser controlados permanentemente La gente no piensa por la angustia en que viven y si no piensan menos van a internalizar las normas de Emergencia dadas.
—¿Cuáles van a ser los primeras consecuencias psicológicas en la cuarentena?
—Estar como en prisión altera la psique por la frustración obligada que conlleva. No es fácil aceptar la realidad de la cuarentena y las demás restricciones. Estas alteraciones podrán ser mayores o menores de acuerdo al grado de madurez y de control de impulsos de las personas. Recordemos que somos una sociedad anómica y con hogares y calles violentas.
Es probable que pueda incrementarse la tensión y la impulsividad dentro de hogares que viven miserablemente, en un cuartito pequeño, en cerros y verse sin comida para los hijos.
Y en aquellos disfuncionales, con padres violentos o alcohólicos.
Habría que decir a las familias que si uno de sus miembros empieza a tener ansiedad en aumento y está cercano a alcohol y drogas deben llamar de inmediato a Serenazgo para que en el hospital un facultativo lo vea y si es necesario lo medique; podría ser un explosivo en el hogar. Estaba pensando también que habría que analizar la conveniencia de aplicar ley seca.
—De hecho, la ministra de la Mujer advirtió sobre el incremento de denuncias por maltrato infantil durante la cuarentena…
—Es que si usualmente hay gran cantidad de personas que creen que se educa «corrigiendo», o sea tratando a los niños como esclavos, ¿cómo será ahora cuando están alteradas por el encierro y falta de recursos? Igualmente me preocupa que las parejas en esta cuarentena descarguen con más intensidad los resentimientos o reclamos o celos actuales o del pasado. Estos hogares pueden convertirse en bombas listas a detonar.
—¿Qué hacer ante ello?
—Creo que las asistentas sociales y psicólogas de las Municipalidades deben visitar las casas, hacer un seguimiento y aplicar protocolos de apoyo psicológico. Además, la publicidad o comunicación debe ser empática y explicar a la gente que todo esto pasará.
A los grupos más pobres el Gobierno debe darles gran afecto social, decirles que ya nada será como antes, y pedirles perdón por este maltrato histórico. Que esta crisis humanice a los gobernantes.
—¿Siente que ha habido un relajamiento inicial en la cuarentena?
—No creo que sea relajamiento, sino que cuesta a todos aceptar la nueva realidad.
Como hay miles que viven como infantes y no aceptan normas, ni las graban en sus cabezas, habrá que repetir y repetir que se trata de cumplir para salvar nuestras vidas.
No creo que el mensaje de la «solidaridad » cale en grupos con los que el Estado ni los sectores dominantes fueron solidarios. Eso debe ser chino para ellos. El lenguaje de «unión» se dio en el fútbol pero allí estábamos unidos por el disfrute que era para todos. Esto es diferente. Me decía un guachimán: » Este virus nos ataca de manera desigual y me piden una solidaridad cuando en otras veces ni me miran».
—¿Cómo prepararse para un escenario no deseado de hospitales colapsados y muertes en masa?
—Si bien es bueno prevenir y pensar con cierta antelación, todavía tenemos que ver cómo se comporta la curva de infectados e ir cumpliendo al pie de la letra las normas del Gobierno. Hay que ir paso a paso, hacer proyecciones pero con elementos ciertos.
Vamos a ver cómo se comporta curva de infectados. Hay que estar alertas pero no hacer futurología ni menos prepararnos mentalmente para lo peor, porque el costo será llenarnos de miedo y el miedo baja defensas y sistema inmunológico se debilita. Y no se gana nada
—¿Esta crisis está dejando enseñanzas sobre el abandono del sistema de salud?
—Más que eso, lo que ha hecho es mostrarnos nuestra realidad como país o remedo de país donde están de un lado las bandas de delincuentes que han secuestrado el Estado y que no pueden dejarlo porque irían presos, y de otro lado los millones de hambrientos, anémicos, que viven peor que animales porque al menos un animal tiene su pelo natural para abrigarse, y no plásticos o cartones.
Aquí tiene que haber un cambio sustancial, porque estas bandas han logrado aplicar y continuar con la política del fujimorato en lo social y económico; han destruido el movimiento popular, la estabilidad laboral, los sindicatos, derecho al trabajo etc., para aplicar el capitalismo más salvaje que es como un coronavirus permanente pero solo para los pobres.
—La precariedad de nuestro sistema de salud, de nuestro sistema laboral, contrasta con la voracidad con que los últimos gobiernos han depredado el patrimonio. Sin embargo, la gente está preocupada en si va a seguir viva y ya no por los problemas de corrupción…
—La imagen que queríamos olvidar de millones viviendo en cerros sin agua, sin luz, sin trabajo humanamente remunerado, nos la han puesto en la cara. Aquí hay responsables de tanto y tan antiguo coronavirus social.
Son la clase política corrupta unida al sector empresarial más cruel, como dice Tafur, más bruto y achorado, que prefirió dar millones a Keiko para sostener este inhumano sistema antes que comportarse como empresarios modernos que reconocen y bien el valor del trabajo. La gente ya se está cansando. Vamos a ver cuántos millones en alimentos a los más pobres será capaz de dar Dionisio Romero. ¿Cuánta leche irá a regalar Gloria si le dio miles de dólares a Keiko? ¿Y para qué fueron?
Para mantener este capitalismo que mata de pobreza a millones de peruanos. La muerte no sólo es física es muerte social cuando vives al hambre, duermes casi en cuevas, a tus hijos no los educas y se enferman.
—Finalmente, toca aceptar la nueva realidad y adaptarse para sobrevivir. ¿Algo bueno sacaremos de esto?
—No queda otra que aceptar la realidad. Creo que Vizcarra y sus ministros nunca más serán los mismos, tienen que haberse sensibilizado. No es poco estar frente a un país donde hay millones que sobreviven cada día. Vizcarra y sus ministros han tenido al frente al Perú que come y corta el jamón, y al que sobrevive con casi nada de oxígeno económico. Si es humano y mira en grande y con proyección histórica, podrá ser un líder notable para lograr una sociedad con más justicia; y si no, pues será uno más, hasta que la gente se canse y explote.
JOSÉ ALFREDO MADUEÑO
Redactor Política
Fuente: Diario UNO.PE