Day: 8 julio, 2009

‘Hay que blanquear la sangre’

Javier Lizarzaburu

BBC Mundo, Lima

 Martes, 2 de julio de 2013
¿Quién diablos soy?

Abuela de Javier Lizarzaburu“Hay que blanquear la sangre”, me repetía mi abuela.

Uno de los recuerdos que tengo de mi abuela Otilia tiene que ver con una frase que solía repetir: “hay que blanquear la sangre”. No sé a qué edad debí empezar a escuchar esto, pero sí me doy cuenta de que cuando me percaté en lo raro de la frase, ya era tan habitual que nunca le pregunté qué quería decir.

Supongo que a un nivel sí lo sabía. Como suele pasar con muchos de los mensajes familiares, nunca es necesario explicarlos. Solo repetirlos hasta que ese pequeño y potente mecanismo llamado el inconsciente, lo descifre por uno y los deje ahí, guardados, latentes, activados.

Mi abuela era una señora blanca, de ojos azules y, todos creíamos, hija de un elegante y muy inteligente ingeniero inglés.

La pequeña leyenda familiar repetía que cuando ella me vio al nacer no quiso cargarme. “¡Un sanmartín!”, dicen que gritó, en referencia a nuestro santo mulato. Cierto o no, el asunto es que esos mensajes siempre encuentran su camino a ese cajón secreto, o medio secreto.

¿Quién diablos soy?

Con el tiempo, me convertí en su nieto preferido y nadie en la familia cuestionaba eso. El amor mutuo era sólido y había superado cualquier barrera de raza. Pero los mensajes seguían tejiendo historias.

Llegó un momento en que lo de blanquear la sangre lo entendí: de casarme, tendría que hacerlo con una mujer blanca. Algo raro, porque hasta entonces yo pensaba que era tan blanco como la abuela.

Y dudo que ella fuera consciente de esto, pero resulta que durante la Colonia una de las instituciones más sólidas eran los llamados Estatutos de Limpieza de Sangre. Esto venía de la época de judíos y musulmanes conversos en la España del siglo XV.

Era un mecanismo que obligaba a aquellos candidatos a funcionarios de la corona a probar que descendían de un linaje de cristianos.

Voces latinoamericanas

“El mestizaje es sólo combinación de lo superior con lo inferior, y por ello mismo, inferior. Mestizar es reducir, contaminar. Por ello, culturas supuestamente inferiores (…), serán simplemente barridas y sus hombres exterminados o acorralados. Y lo que no puede ser barrido, por su volumen y densidad, como en la América, Asia, África, será simplemente puesto abajo, en un lugar que imposibilite contaminación o asimilación alguna. Y lo que se incorporará a la civilización, no serán los hombres como tales, sino como parte de la tierra, la flora y la fauna”

Leopoldo Zea, filósofo mexicano y pensador del Latinoamericanismo

Al llegar a América, esta institución se transformó. Con tanto cruce de razas, y dado que el rey tenía que enviar representantes de la más alta aristocracia a estas tierras lejanas, se decidió desde el principio dejar en claro quién era quien.

Hacia el siglo XVIII el sistema había evolucionado, y los hijos de blancos con gente de otra raza se consideraban hijos con sangre manchada. Sangre sucia.

En esa época, los que querían ingresar a la administración virreinal tenían que poder probar que eran descendientes de españoles (blancos) por los cuatro costados. Hay otra versión de los estatutos de limpieza de sangre que señala que se tenía que probar también no ser hijo de uniones ilegítimas (algo que tocaré en una próxima nota).

De este modo, la sociedad colonial, mucho más diversa que la europea, terminó separándose en un sistema de castas donde todos los privilegios se reservaban para los “blancos”.

Según el historiador español Luis Navarro García, se trataba de “una sociedad ideológicamente blanca, pero minoritaria numéricamente”. Y no deja de sorprenderme cómo esa ideología llegó hasta nuestros días. Conceptos duros que nos dejó el pasado, y de los que poco a poco nos vamos sacudiendo.

clic Lea la primera entrega: ¿Quién diablos soy?

Kit de National Geographic

Un proyecto de la revista estadounidense National Geographic busca las rutas que siguieron nuestros ancestros desde que salieron de África hace 60.000 años, a través de muestras del ADN de voluntarios.

El periodista peruano Javier Lizarzaburu es uno de ellos y durante dos semanas nos estará contado su experiencia.

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No contó con apoyo familiar

Al Pacino cayó en el alcohol tras grabar ‘El Padrino’

Martes 02 de julio del 2013 | 08:20

No contó con apoyo familiar. (Internet)

No contó con apoyo familiar. (Internet)

El actor estadounidense confesó que no tener una familia a su lado cuando su carrera despegó lo afectó personalmente.

El actor estadounidense Al Pacino reveló que se volvió alcóholico por no tener una familia a su lado cuando su carrera despegó luego de rodar la película El Padrino.

“Comencé a beber cada vez más. Al principio era algo propio de la cultura de los actores. Es como un patrón de consumo que te puede llevar a otras cosas, como a caer en una espiral. Estuve yendo a Alcohólicos Anónimos por un tiempo”, recordó.

Fuente: peru21

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Parque Urbano Montreal

Por:
Larry Madrigal Rajo
¡Felicitaciones a los compas! cuenten con todo nuestro apoyo allá en la Montreal.

Gerardo vive en la zona y representa los jóvenes del barrio en el Consorcio Urban Matters. Lee aquí lo que él opina sobre el parque y los cambios que traerá en la vida de todos los pobladores de la Montreal y de mejicanos en general. Qué opinan ustedes? Qué significará el parque para usted mismo? Sus amigos y familia? Para sus vecinos?

Aquí queremos agradecer a Gerardo por todo su apoyo al proyecto. También queremos darle muchísimas gracias a David y Don Victor. Y a CBC, los socios en este proyecto, por haber hecho esta entrevista.

La brisa es fuerte en los terrenos de la quebrada “siete pilas”, nombre con el que todavía los habitantes de la colonia San Simón conocen los terrenos donde se construirá el City park. Se llama “siete pilas” porque en el lecho fluye agua fresca y desde hace mucho tiempo se construyeron pequeñas piscinas para la gente tomara agua y se bañara. Muy cerca también hay pilas de agua caliente, quizá provenientes del cercano volcán de Quezaltepec-San Salvador. Gerardo vive justo al frente de los terrenos y todos los días ve pasar a señoras que van por agua al lecho de la quebrada. A veces las observa en la mañana, antes de salir a estudiar o por la tarde, cuando está ensayando con su guitarra algunos cantos para la misa. Desde siempre ha vivido aquí, al igual que su madre, que nació en este barrio, de modo que es la segunda generación de montrealenses. Estudia aquí, juega y enseña aquí, sus amigos cercanos están aquí y no quiere poner sus sueños en otro lado: “lo que yo quiero es que este lugar sea hermoso para todos”, expresa antes de cantar con su guitarra bajo la sombra del viejo árbol de mango, ese testigo fiel de las luchas por la tierra, las primeras casas, la organización popular, la guerra y sus muertes, la posguerra y las maras y, últimamente, de los tornes de fútbol y los conciertos que organiza la comunidad para dar vida al terreno. Es la Zona Montréal: la vida que surge a pesar de las dificultades y que seguirá dinámica más allá del paso de los gobiernos municipales. “desde que se fundó la Montreal, por aquí han pasado como cuatro partidos políticos, vienen y se van, pero nosotros seguimos luchando”.

1. ¿Cómo se vive aquí en el Barrio?

La vida aquí es muy bonita, tenemos mucha solidaridad porque nos conocemos desde hace mucho. También hay mucha comunicación con los vecinos de las comunidades cercanas, porque a través de la intercomunal han ido organizando torneos de fútbol, conciertos, actividades. También las Iglesias congregan a la gente en actividades por la paz y la no-violencia. Aquí hay muchos problemas y es una zona algo marginada, pero yo pienso que es una zona un poco rescatable aunque no tiene espacios donde los jóvenes podemos recrearnos y poder disfrutar del tiempo libre que nos queda. Las organizaciones también apoyan con muchas actividades, aunque todavía falta mucho para lograr las cosas que queremos.

2. ¿Has escuchado sobre el City park? ¿qué significa para vos, que pensás que cambiará?

Cuando a mí me dijeron que estaban pensando en construir el coty park, me entusiamé bastante porque dijeron que habría canchas de fútbol, de basketball y esto a mí me gusta bastante, porque soy un fánatico y me gusta practicarlo. También escuché que podía ser un lugar donde podíamos llegar con toda la familia y donde podamos aprender cosas nuevas… ¡me parece fenomenal! Porque ni en las escuelas nos enseñan cosas como la música, el arte, el teatro, nunca hemos tenido un proyecto así, bastante revolucionario para la zona. Si logramos que se haga realidad, muchas cosas van a cambiar: al haber lugares donde la juventud se puede recrear sanamente, vamos a mejorar en las relaciones entre vecinos, en las que cosas que podemos hacer juntos, en apoyarnos más y conseguir recursos para invertir en la zona. También va a cambiar la idea que mucha gente tiene de nosotros como lugar peligroso, lleno de maras y violencia, donde todos son ladrones. Yo me siento orgulloso de vivir aquí, de ser de aquí y quiero que toda la gente sienta ese orgullo, pero tenemos mucho que trabajar todavía para lograrlo. Nosotros creemos que todas las cosas pueden cambiar.

3. ¿Qué hacés por el proyecto?
A mi me gustaría enseñar conocimientos que yo se, como la música, ya que aun en el país es poco promovido. Me gustaría promover el arte. También hacer cosas juntos con los jóvenes, convivir con los demás tranquilamente y disfrutar un poco más, aprender a descubrir y valorar talentos, porque a veces es por falta de apoyo que no logramos desarrollarlos, porque no hay oportunidad y me gustaría que aquí en la zona pudiéramos hacerlo. Con lo poquito que tenemos los jóvenes podemos hacer cosas grandes, que no sabemos hasta qué nivel podrían llegar.

También soy representante de la gente joven en el consorcio y ayudo a visitar a diferentes instituciones para explicarles el proyecto, lo que nosotros queremos y las cosas que nuestros padres y vecinos también quieren. Mucha gente piensa que no tenemos buenas ideas porque somos pobres o porque vivimos en la Montreal y nos miran sólo por la violencia que vivimos aquí o que sólo estamos para rellenar papeletas de votación, pero también tenemos sueños, ideas, actividades y somos protagonistas de todo esto que queremos construir. No sabemos cuándo lo vamos a lograr, pero ya estamos encaminados y no nos van a detener.


El sol se oculta y lo lejos, se escuchan los gritos de los equipos de fútbol. Gerardo y su amigo David, desean compartir con toda la gente que sea posible, sus sueños de cambio para la Zona Montreal. David, otro activo joven de la comunidad, nieto de Don Víctor, uno de los primeros líderes y fundadores de la Colonia San Simón, aquí mismo en la Montreal, quiere que canten un canción y escogen “cambia todo cambia”, popularizada por Mercedes Sosa. David es muy enfático cuando dice: “Aquí comenzó todo a la sombra este mangón. Estamos en el lugar donde se va a realizar el proyecto, y así como todas las comunidades a nuestro alrededor quieren que este lugar cambie, también nosotros queremos que cambie…”. Sin duda alguna, al sonido de estos acordes, todos queremos que la Zona Montreal, cambie para vivir mejor.

 

Foto: Gerardo vive en la zona y representa los jóvenes del barrio en el Consorcio Urban Matters.  Lee aquí lo que él opina sobre el parque y los cambios que traerá en la vida de todos los pobladores de la Montreal y de mejicanos en general.  Qué opinan ustedes? Qué significará el parque para usted mismo? Sus amigos y familia? Para sus vecinos?  Aquí queremos agradecer a Gerardo por todo su apoyo al proyecto. También queremos darle muchísimas gracias a David y Don Victor.  Y a CBC, los socios en este proyecto, por haber hecho esta entrevista.  La brisa es fuerte en los terrenos de la quebrada “siete pilas”, nombre con el que todavía los habitantes de la colonia San Simón conocen los terrenos donde se construirá el City park. Se llama “siete pilas” porque en el lecho fluye agua fresca y desde hace mucho tiempo se construyeron pequeñas piscinas para la gente tomara agua y se bañara. Muy cerca también hay pilas de agua caliente, quizá provenientes del cercano volcán de Quezaltepec-San Salvador. Gerardo vive justo al frente de los terrenos y todos los días ve pasar a señoras que van por agua al lecho de la quebrada. A veces las observa en la mañana, antes de salir a estudiar o por la tarde, cuando está ensayando con su guitarra algunos cantos para la misa. Desde siempre ha vivido aquí, al igual que su madre, que nació en este barrio, de modo que es la segunda generación de montrealenses. Estudia aquí, juega y enseña aquí, sus amigos cercanos están aquí y no quiere poner sus sueños en otro lado: “lo que yo quiero es que este lugar sea hermoso para todos”, expresa antes de cantar con su guitarra bajo la sombra del viejo árbol de mango, ese testigo fiel de las luchas por la tierra, las primeras casas, la organización popular, la guerra y sus muertes, la posguerra y las maras y, últimamente, de los tornes de fútbol y los conciertos que organiza la comunidad para dar vida al terreno. Es la Zona Montréal: la vida que surge a pesar de las dificultades y que seguirá dinámica más allá del paso de los gobiernos municipales. “desde que se fundó la Montreal, por aquí han pasado como cuatro partidos políticos, vienen y se van, pero nosotros seguimos luchando”.  1.	¿Cómo se vive aquí en el Barrio?  La vida aquí es muy bonita, tenemos mucha solidaridad porque nos conocemos desde hace mucho. También hay mucha comunicación con los vecinos de las comunidades cercanas, porque a través de la intercomunal han ido organizando torneos de fútbol, conciertos, actividades. También las Iglesias congregan a la gente en actividades por la paz y la no-violencia. Aquí hay muchos problemas y es una zona algo marginada, pero yo pienso que es una zona un poco rescatable aunque no tiene espacios donde los jóvenes podemos recrearnos y poder disfrutar del tiempo libre que nos queda. Las organizaciones también apoyan con muchas actividades, aunque todavía falta mucho para lograr las cosas que queremos.  2.	¿Has escuchado sobre el City park? ¿qué significa para vos, que pensás que cambiará? Cuando a mí me dijeron que estaban pensando en construir el coty park, me entusiamé bastante porque dijeron que habría canchas de fútbol, de basketball y esto a mí me gusta bastante, porque soy un fánatico y me gusta practicarlo. También escuché que podía ser un lugar donde podíamos llegar con toda la familia y donde podamos aprender cosas nuevas... ¡me parece fenomenal! Porque ni en las escuelas nos enseñan cosas como la música, el arte, el teatro, nunca hemos tenido un proyecto así, bastante revolucionario para la zona. Si logramos que se haga realidad, muchas cosas van a cambiar: al haber lugares donde la juventud se puede recrear sanamente, vamos a mejorar en las relaciones entre vecinos, en las que cosas que podemos hacer juntos, en apoyarnos más y conseguir recursos para invertir en la zona. También va a cambiar la idea que mucha gente tiene de nosotros como lugar peligroso, lleno de maras y violencia, donde todos son ladrones. Yo me siento orgulloso de vivir aquí, de ser de aquí y quiero que toda la gente sienta ese orgullo, pero tenemos mucho que trabajar todavía para lograrlo. Nosotros creemos que todas las cosas pueden cambiar.  3.	¿Qué hacés por el proyecto?  A mi me gustaría enseñar conocimientos que yo se, como la música, ya que aun en el país es poco promovido. Me gustaría promover el arte. También hacer cosas juntos con los jóvenes, convivir con los demás tranquilamente y disfrutar un poco más, aprender a descubrir y valorar talentos, porque a veces es por falta de apoyo que no logramos desarrollarlos, porque no hay oportunidad y me gustaría que aquí en la zona pudiéramos hacerlo. Con lo poquito que tenemos los jóvenes podemos hacer cosas grandes, que no sabemos hasta qué nivel podrían llegar.  También soy representante de la gente joven en el consorcio y ayudo a visitar a diferentes instituciones para explicarles el proyecto, lo que nosotros queremos y las cosas que nuestros padres y vecinos también quieren. Mucha gente piensa que no tenemos buenas ideas porque somos pobres o porque vivimos en la Montreal y nos miran sólo por la violencia que vivimos aquí o que sólo estamos para rellenar papeletas de votación, pero también tenemos sueños, ideas, actividades y somos protagonistas de todo esto que queremos construir. No sabemos cuándo lo vamos a lograr, pero ya estamos encaminados y no nos van a detener.  -- El sol se oculta y lo lejos, se escuchan los gritos de los equipos de fútbol. Gerardo y su amigo David, desean compartir con toda la gente que sea posible, sus sueños de cambio para la Zona Montreal. David, otro activo joven de la comunidad, nieto de Don Víctor, uno de los primeros líderes y fundadores de la Colonia San Simón, aquí mismo en la Montreal, quiere que canten un canción y escogen “cambia todo cambia”, popularizada por Mercedes Sosa. David es muy enfático cuando dice: “Aquí comenzó todo a la sombra este mangón. Estamos en el lugar donde se va a realizar el proyecto, y así como todas las comunidades a nuestro alrededor quieren que este lugar cambie, también nosotros queremos que cambie...”. Sin duda alguna, al sonido de estos acordes, todos queremos que la Zona Montreal, cambie para vivir mejor.

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Curso “Evaluación de Impacto y Estudios de Caso Emblemático”

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