Day: 8 julio, 2009

El país donde ser mujer se paga con la muerte

Ignacio de los Reyes. Enviado especial a El Salvador

 Viernes, 8 de marzo de 2013

Mujeres en un mercado de San SalvadorEl país tiene la tasa de feminicidios más alta del mundo.

“Cuando me casé, el cura dijo que estaríamos juntos hasta que la muerte nos separara”, dice Soledad, una joven proveniente de una zona rural del occidente de El Salvador.

“Y me di cuenta de que así sería, porque antes o después mi marido acabaría matándome a golpes”, cuenta.

Otras mujeres la escuchan, reunidas en un grupo de apoyo contra la violencia.

Ella se enfrentó a su esposo, denunció el maltrato y se volvió a casar (ahora con un hombre que prepara tortillas mientras ella cocina huevos rotos o fritos).

Pero no todas corren la misma suerte.

El Salvador es el país con más asesinatos de mujeres del mundo -o feminicidios, como se les conoce en varios países de la región-, según varias organizaciones internacionales.

Un estudio de Small Arms Survey, un grupo no gubernamental con sede en Suiza, coloca la tasa de muertes en 12 por cada 100.000 habitantes; otro informe del Instituto Sangari de Brasil lo ubica también en primer lugar con más de 10.

Son varios los factores que provocan que en El Salvador se haya creado la tormenta perfecta para la violencia contra la mujer.

“Estamos en un triángulo geográfico, con Honduras y Guatemala, donde hay crimen organizado, tráfico de personas y de drogas”, le dice a BBC Mundo Silvia Juárez, de la organización Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa).

Además, está el factor histórico: durante los años de la Guerra Civil (1980-1992), las mujeres salvadoreñas fueron utilizadas casi como un arma contra el enemigo, violadas y torturadas.

Víctimas de las pandillas

Cementerio en el puerto de La Libertad, El Salvador, uno de los lugares con los mayores índices de violencia contra mujeresLa Libertad, uno de los lugares con los mayores índices de violencia contra mujeres.

Pero sobre todo, alertan los defensores de Derechos Humanos, están las bandas callejeras.

“El aumento en la muerte violenta de mujeres en los últimos años coincide con el ingreso de estas a las pandillas”, le dice a BBC Mundo David Munguía, ministro de Justicia y Seguridad Pública.

“La mayor parte de las muertes de mujeres tiene relación con esos grupos, donde la infidelidad se paga con la muerte”, asegura.

Ello explica, según el gobierno salvadoreño, que la tregua acordada en marzo entre las dos principales bandas del país (Mara Salvatrucha y Barrio 18) haya dado lugar a un descenso notable en el número de asesinatos de mujeres.

231 muertas en los primeros siete meses de 2012, según la Policía Nacional Civil, 118 menos que en el mismo periodo del año anterior.

“En el caso de las mujeres hay toda una antesala al crimen. Hay violencia sexual, degradación y vejación del cuerpo. Los criminales dejan los cuerpos en la calle para que todo el mundo vea lo que les ocurrió”

Silvia Juárez, activista

Pero, ¿qué diferencia el asesinato de una mujer del resto de crímenes mortales que cada día se cometen en el segundo país -después de Honduras (ONU)- con la mayor tasa de homicidios del mundo (69 por cada 100.000 habitantes)?

“Un hombre le quita la vida al otro en una situación entre pares, uno le pega un tiro al otro y lo asesina”, dice Silvia Juárez, quien coordina un programa de atención a la violencia contra las mujeres.

“En el caso de ellas hay toda una antesala al crimen. Hay violencia sexual, degradación y vejación del cuerpo”, apunta.

“Los criminales que matan mujeres no se molestan en esconder su crimen, dejan los cuerpos en la calle para que todo el mundo vea lo que les ocurrió”, asegura.

Son un mensaje de advertencia; un ejemplo de la impunidad con la que a menudo se cometen estos crímenes.

La Libertad

Sin embargo, no se trata sólo de una cuestión de pandillas.

En el país existe desde hace siglos una tradición y cultura de marginación y maltrato a las mujeres, reconocen autoridades y activistas.

“Cuando vemos los perfiles de los agresores denunciados nos damos cuenta de que muchos también son profesionales con trabajo y nivel de estudios. La raíz es mucho más profunda”, explica Juárez.

Mujer en un mercado de San SalvadorEl tema de la violencia contra la mujer empieza a dejar de ser tabú en las calles de El Salvador

Si bien las cifras oficiales apuntan a que han disminuido los feminicidios, todavía casi 25.000 mujeres en El Salvador reportan cada año maltrato y violencia sexual, según el Observatorio de la Violencia de Género, un plan de control puesto en marcha por Ormusa.

El Puerto de La Libertad, en la costa, es uno de los puntos negros para las mujeres del país.

Su clima suave y sus hoteles con vistas al mar lo convierten en un importante destino turístico, pero es también el lugar que encendió las alarmas de los grupos de derechos humanos dentro y fuera de El Salvador.

Unas 80 mujeres mueren cada año en La Libertad, que hasta hace poco era además un importante enclave para la trata de personas.

Por eso el gobierno decidió instalar aquí a finales de 2011 su primera unidad policial especializada en atender a las mujeres.

Y es en este mismo departamento, en la ciudad de Colón, donde se construyó la primera Ciudad Mujer, un centro de formación, atención médica y asesoramiento que ha despertado el interés de organizaciones internacionales como Naciones Unidas.

El dueño de la mujer

El objetivo es extender estas ciudades y unidades policiales por todo el país.

Pero el gran desafío, como reconocen las propias autoridades, será erradicar el machismo que todavía existe dentro de las instituciones.

Noemí Cerritos, agente de policía en La Libertad, El SalvadorTambién los cuerpos policiales están siendo entrenados para atender a mujeres maltratadas.

“Lo que muchos compañeros discuten es que si es la esposa, entonces tienen derecho a maltratarla, porque en la cultura machista el hombre es dueño de la mujer”, le dice a BBC Mundo Noemí Cerritos, una de las agentes de la Policía Nacional Civil que trabaja en la comisaría especializada del Puerto de La Libertad.

“Si llama una mujer y dice ‘mi esposo me está maltratando’ y hay un compañero que se ha quedado atrás en la mentalidad, y sigue siendo un machista, dice que no hay personal, no hay medios, no hay transporte…”.

En los últimos dos años han entrado en vigor dos leyes por la igualdad y contra la violencia hacia las mujeres, destinadas también a cambiar la mentalidad de las estructuras del Estado.

Cada vez es más frecuente además escuchar al presidente, Mauricio Funes, hablar en sus programas radiales a la nación sobre las agresiones a mujeres.

Y la primera dama, Vanda Pignato, ha hecho del tema una de sus prioridades al frente de la Secretaria de Inclusión Social.

“Luchar por mí”

También se empieza a romper en El Salvador el tabú del maltrato a la mujer en los círculos de poder y clases altas.

Recientemente un diputado fue acusado por su pareja y detenido por agresiones, antes de que pudiera salir del país alegando razones médicas.

El Congreso le retiró el fuero y su caso, todavía en los tribunales, escandalizó a la sociedad salvadoreña al salir a la luz en plena discusión parlamentaria sobre la violencia a las mujeres.

Una víctima de violencia doméstica habla con el periodista de la BBC Ignacio de los Reyes“Tengo que luchar por mí”, declara esta mujer, quien abandonó a su agresor, hablando con BBC Mundo.

El testimonio de la demandante en los principales medios del país animó a otras a denunciar los golpes.

Una de ellas habló con BBC Mundo en un parque de San Salvador. Relató las agresiones de su esposo, proveniente de una reconocida familia de la capital, cuando el consumo de drogas y la violencia se convirtieron en rutina.

“Yo tenía miedo de que en una de esas entrase y atentase contra mi vida. Tuve que salirme de mi casa, me quitó todo, me ha echado de mi casa y me ha dejado sin nada”, lamenta.

“Ahora me siento libre, siento que tengo un valor y una hija por la que tengo que luchar”, asegura: “Tengo que luchar por mí… por mí”.

Su historia es como la de otras miles de mujeres que durante décadas vivieron bajo la sombra amenazadora de su pareja.

Pero también, como la de muchas salvadoreñas que ya empiezan a plantar cara a su agresor.


En el contexto de esa precariedad de datos que existe respecto del feminicidio, BBC Mundo preparó un mapa que -usando diferentes fuentes- intenta echar luz sobre la magnitud del problema en la región. Haga clic en los distintos países para ver la información (este gráfico no funciona en Internet Explorer).

violence against women in latin america

clic Lea también: Otelo, el feminicida

 

Fuente: BBC

(más…)

Las ventajas de los teléfonos no tan inteligentes

Michael Millar

BBC

 Viernes, 10 de mayo de 2013

Hombre hablando por teléfonoEn los mercados emergentes, los teléfonos más básicos siguen siendo líderes.

Llueve en la ciudad y es difícil saber a qué hora pasará el bus por la parada. En algunas ciudades del mundo desarrollado una aplicación para teléfonos inteligentes puede informar cuánto falta para que llegue el próximo, y su usuario puede decidir quedarse en casa mientras tanto (durmiendo, ¿tal vez?).

Pero esta escena le ocurre en Bombay, India, a Milind Dahikar. Él no tiene un teléfono inteligente. Lo que sí tiene es un teléfono móvil con funciones extendidas (feature phone, en inglés).

Este tipo de teléfonos se han vuelto cada vez más populares en el mundo en desarrollo.

Son algo así como los hermanos menores de los teléfonos inteligentes. Pueden tener algún tipo básico de GPS (sistema de posicionamiento global), cámara de fotos, reproductor de MP3 y cierto nivel de acceso a internet. También son capaces de ejecutar algunas aplicaciones simples.

Están en un lugar intermedio entre los celulares básicos, que simplemente pueden hacer y recibir llamadas y mensajes de texto, y los teléfonos inteligentes.

Suelen ser baratos, robustos, y las cargas de sus baterías duran varias veces más que las de los teléfonos inteligentes.

En síntesis, pueden ser perfectos en economías emergentes.

Por eso el caso de Dahikar no es único. Un 40% de los usuarios de teléfonos celulares en Argentina, 53% en México y 78% en Brasil utilizan feature phones, según cifras de la empresa de publicidad para móviles, BuzzCity.

Bus por mensaje de texto

Calles de Bombay¿Dónde estará el bus de Milind Dahikar?

Para que no sufriera las consecuencias de utilizar una tecnología considerada menos avanzada (¿cómo conseguiría saber cuándo llegaría el próximo bus?), el empleador de Dahikar, Mastek (dedicada a tercerización de servicios informáticos), le proveyó -tanto a él como a sus colegas- una solución a su medida.

Los buses de la compañía, que recorren rutas predeterminadas de la ciudad para ir recogiendo a sus empleados, están equipados con un sencillo dispositivo de GPS.

“Nuestro servidor se comunica con este aparato para determinar en todo momento dónde se encuentra el bus y luego pasa esa información a nuestra aplicación para celulares”, explica Steve Latchem, vicepresidente de soluciones y estrategias de Mastek.

“En el caso de aquellos (empleados) con dispositivos más básicos, la solución es enviarles mensajes de texto cuando el bus está a 15, diez y cinco minutos de distancia”.

Escasez de aplicaciones

La empresa consultora Gartner calculó que en todo el mundo las ventas de este tipo de celulares alcanzó los 264,4 millones de unidades en el último trimestre de 2012, superando los 207,7 millones de los teléfonos inteligentes.

Porcentaje de población con teléfonos con funciones extendidas

  • Argentina 40%
  • México 53%
  • Brasil 78%
  • India 77%
  • Indonesia 70%
  • Kenia 88%
  • Malasia 46%
  • Nigeria 89%
  • Rusia 46%
  • Sudáfrica 70%
  • Tailandia 40%
  • Turquía 39%

Fuente: BuzzCity (en base a 300 millones de clics en publicidades para celulares)

En principio, semejante mercado parece fácil de aprovechar para los desarrolladores de software.

“Debido a la relativa escasez de aplicaciones hay mayores posibilidades de captar la atención (del mercado)”, dice Paul Roberts, fundador de la empresa ForgetMeNot Africa, que ha creado una plataforma que permite a los usuarios de feature phones operar sus cuentas de Facebook, enviar y recibir correos electrónicos y conversar vía internet usando mensajes de texto o una aplicación.

Pero más allá de este y otros casos puntuales, los usuarios de feature phones parecen ser ignorados por los programadores. ¿Por qué ocurre esto?

“Como nosotros trabajamos en el campo de la tecnología es natural que nos entusiasme lo nuevo, lo mismo pasa con los clientes; ese es nuestro mundo”, dice Ashley Bolser, director de la firma de desarrollo de aplicaciones que lleva su apellido.

“Tendemos a olvidar que existe este enorme grupo de gente que quiere usar internet, hacer descargas, y la única forma que tienen de hacerlo es a través de su feature phone“.

Así que en vez de ponerse a trabajar en programas cada vez más elaborados y complejos, Bolster se ha concentrado en hacer lo contrario.

Hacer bien lo básico

Según Bolser, la clave está en mantenerse enfocado en la simplicidad, accesibilidad y usabilidad.

Recientemente su compañía creo una versión para teléfonos con funciones extendidas de la aplicación del programa de la BBC Top Gear (dedicado al mundo de los automóviles), que alcanzó un gran éxito en el sudeste asiático.

“Lo que hicimos fue simplificar en gran medida la información que llegaba de la BBC”, dice.

La aplicación de Top Gear en un feature phoneDesarrollar aplicaciones como ésta del programa de la BBC Top Gear para teléfonos más básicos, requiere simplificarlas.

“Nos aseguramos de que las fotos pudieran verse en los teléfonos; no se podían mantener en alta resolución”.

“Quitamos el video y simplificamos la interfaz”.

Más inteligente

Hay un par de cuestiones que quienes ofrecen aplicaciones y otros servicios para feature phones deben tener presentes.

La primera es conseguir que la gente sepa que existen.

“Las oportunidades de captación de mercado pueden ser limitadas si la operadora de teléfonos no promueve (bien la aplicación)”, dice Roberts, de ForgetMeNot Africa.

“Pueden verse como menos atractivas y por lo tanto no recibir la promoción adecuada”.

Luego, las compañías necesitan resolver el asunto de cómo hacer que los programas lleguen al teléfono.

“El problema es que las tiendas de aplicaciones piden tarjetas de débito o crédito para efectuar compras”, dice Rob Hodges, de e2Save, parte de la tienda de teléfonos celulares británica Carphone Warehouse.

Si los clientes no cuentan con esos instrumentos financieros, el problema es serio.

“En muchos mercados emergentes, los teléfonos se reutilizan, se revenden o se dan a un miembro de la familia”

Jon Hoehler, gerente de tecnologías móviles de Deloitte Digital, filial Sudáfrica

Sólo un 29% de 3.500 consumidores entrevistados en Brasil, Nigeria, India y Arabia Saudita, dijeron que utilizarían una tarjeta de crédito o débito para esto, de acuerdo con la reciente Reporte de Actitudes sobre Teléfonos Celulares en Mercados Emergentes de la consultora Upstream.

La mayoría, un 42%, dijo preferir que los cargos se le cobraran vía su proveedor de telefonía móvil.

Algunos señalaron como opción las transferencias bancarias o los sistemas de pago seguros.

Hodges dice que se están realizando esfuerzos para resolver este asunto y cita el acuerdo entre la española Telefónica y Bango (especialista en pagos móviles), que busca implementar pagos a través de las cuentas de telefonía móvil para 314 millones de compradores de aplicaciones.

Qué tiene la gente en sus manos

De acuerdo con un reporte de International Data Corporation (IDC) 2013 será el año en que los fabricantes habrán despachado más teléfonos inteligentes que móviles con funciones extendidas.

IDC estima que se distribuirán 918,6 millones de teléfonos este año, lo que representaría un 50,1% del total de teléfonos móviles despachados.

Esto lleva a preguntarse si las empresas que han ignorado los feature phones deberían seguir haciéndolo a medida que proliferan los teléfonos inteligentes.

Pero esa línea de pensamiento refleja una incomprensión del mercado de la telefonía móvil, de acuerdo con Jon Hoehler, gerente de tecnologías móviles de Deloitte Digital, filial Sudáfrica.

“La clave está en ver cuál es la base actual de dispositivos, aquellos que concretamente están en manos de alguien, en vez de las ventas de nuevos aparatos”, dice.

“En muchos mercados emergentes, los teléfonos se reutilizan, se revenden o se dan a un miembro de la familia”.

En estos tiempos, a la hora de pensar en aplicaciones móviles los desarrolladores parecen sólo enfocarse en la idea de “más grande, mejor, más rapido, más”.

Y queda la duda de si “pequeño, más simple, más lento, menos” no será un mantra igual de bueno.

Fuente: BBC

(más…)