Gran parte del movimiento anticapitalista utiliza el concepto de patriarcado para referirse, en general, a la opresión que sufren las mujeres. También hay algunos sectores del movimiento feminista que defienden la teoría del patriarcado en el sentido que los hombres y las mujeres constituyen dos clases diferentes que mantienen una relación de explotación a través de la cual los hombres extraen un beneficio (económico, social y psicológico) de la mujer.
El análisis marxista comparte con las dos visiones anteriores la convicción de la necesidad de acabar con la opresión de las mujeres. Pero no está de acuerdo con la idea que hombres y mujeres constituyan dos clases diferenciadas, porque las clases no están definidas por el género, sino por las relaciones de producción. En este sentido, en el capitalismo existen fundamentalmente dos clases: la capitalista, que posee los medios de producción, y la clase trabajadora, que tiene que vender su fuerza de trabajo para conseguir un salario.
La estrategia capitalista ha sido utilizar cualquier tipo de división social (de género, de color, de etnia, de religión, de tendencia sexual, de nacionalidad, etc.) para dividir la clase trabajadora y dificultar el desarrollo de una conciencia revolucionaria y enmancipadora. Así que, desde la óptica marxista, el origen de la opresión es la división de clases, que en cada momento histórico toma formas diferentes, y ahora se basa en la explotación de la clase trabajadora por parte de la capitalista.
Sin embargo, en este sistema, los hombres, o la gran mayoría de ellos, están liberados de los trabajos reproductivos (las tareas del hogar, la alimentación, la limpieza, etc.) y, por lo tanto, a corto plazo puede parecer que obtienen un beneficio del trabajo de las mujeres. Como explica Silvia Federici, “hay un beneficio inmediato porque hay una reproducción, pero entonces te reproduces de una manera concreta que, a la larga, conforma un tipo de esclavitud para el mercado de trabajo capitalista”. Lo que está claro es que a la larga, como clase, salen perdiendo tanto mujeres como hombres, porque este trabajo está orientado a generar beneficio para los capitalistas.
Adelina Cabrera (@oh_adelain) es militante de En lluita / En lucha
Fuente: http://enlucha.org/site/?q=
Fuente: rebelion.org