La misma situaciòn sucede en Ica Perù, pues en estos dìas la delicuencia con armas de fuego aterroriza Ica. Lo paradòjico en el Perù si una persona en defensa propia hiere o mata a un delincuente se va la carcel directo.
En algunos barrios de la populosa ciudad boliviana de El Alto, los habitantes han cerrado las calles y realizan vigilias de seguridad. Además, los vecinos continúan pidiendo la instauración de la pena de muerte.
En la zona Villa las Delicias, de la ciudad boliviana El Alto, vecina de La Paz, la junta vecinal tomó la iniciativa de cerrar manzanas de calles con verjas de hierro y entregarle una llave a los residentes. La altísima inseguridad que, según los pobladores, padece la zona, los obligó a hacerlo, y a realizar por turnos brigadas de seguridad con el fin de evitar asaltos, robos y asesinatos.
Según una encuesta, celebrada en febrero por el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz son las ciudades con más casos de robo. Además, se constató que, en el 2011, 4 de cada 10 hogares bolivianos fueron víctima al menos de un delito.
Pena de muerte y linchamientos
En los últimos días, la alta inseguridad ha encendido la ira ciudadana, la cual se ha hecho oír en las calles con un grito a favor de la instauración de la pena de muerte. Julio Pavón, dirigente vecinal declaró a Radio Nederland que, no sólo en El Alto, sino en otras grandes ciudades bolivianas, la gente está dispuesta a movilizarse para que el Gobierno atienda su solicitud de establecer la pena de muerte para quienes violen, asesinen y asalten. Sin embargo, el mismo Pavón reconoce que es muy difícil que esa petición prospere, puesto que “no sólo se trata de una decisión del Gobierno nacional, ya que Bolivia también ha ratificado tratados internacionales contra la pena capital”.
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Otra evidencia de la desesperación ciudadana y de la desatención estatal a los problemas de inseguridad son los casos de linchamientos, o justicia por mano propia. Las agencias internacionales de noticias informaron que, hace pocos días, se registraron varios actos de violencia contra delincuentes en Bolivia. En uno de ellos, en El Alto, una turba saqueó el domicilio, y quemó el mobiliario y el automóvil de un sospechoso de haber asesinado a dos hermanos periodistas.
El dirigente vecinal Julio Pavón no parece estar muy a favor de este tipo de ajusticiamientos, pero defiende que, dentro de las leyes bolivianas, se acepte la justicia comunitaria o ancestral que, por generaciones, han aplicado los pueblos aborígenes. “Esto significa que si alguien ha cometido un delito, la comunidad se reúne y decide el castigo que se aplica al infractor. En el caso de delitos graves, éste puede variar de la expulsión del territorio hasta el ajusticiamiento”. Por el momento, Pavón prefiere hablar de seguridad por mano propia, como es el caso de Villa las Delicias, de la cual es dirigente vecinal.
Fuente: radio nederland