¿Qué lugar ocupan la vergüenza, el miedo, la compasión, la confianza o la autoestima en la formación de la personalidad moral? ¿Nos gobiernan las emociones? ¿Son positivas para el discurso político? ¿Sería ética una soberanía del sentimiento?
Victoria Camps lleva a cabo un estudio de las emociones para descubrirnos que los afectos no son contrarios a la racionalidad, sino que, por el contrario, sólo desde ellos se explica la motivación para actuar racionalmente. Sólo un conocimiento que armonice razón y sentimiento incita a asumir responsabilidades morales.
Camps prefiere hablar de emociones o de afectos, porque las pasiones implican, con su propio nombre, que son emociones que nos sobrevienen, que padecemos y que casi no podemos controlar. De ahí que las éticas antiguas hayan consistido en recetas y consejos para sofrenarlas.
Victoria Camps enumera y somete a investigación a la compasión, la indignación, el miedo, la vergüenza. “Educar emocionalmente”, afirma, “implica tanto determinar qué debe emocionarnos, como la medida en que debemos emocionarnos”.
En esta entrevista la profesora argumenta sobre sus principales puntos de vista, y nos lleva a preguntarnos a nosotros mismos qué hacer con las emociones.
Escuetamente los datos biográficos de Victoria Camps, es que nació en Barcelona, en 1941. Es catedrática de Filosofía moral y política de la Universidad Autónoma de Barcelona. Entre 1993 a 1996 fue senadora por el PSC-PSOE. Entre sus libros destacan Virtudes públicas, El siglo de las mujeres, Una vida de calidad, La voluntad de vivir, Creer en la educación, El declive de la ciudadanía y, su última obra en 2011, El gobierno de las emociones., que ha sido publicado por la editorial Herder, lugar también de la entrevista, en la ciudad de Barcelona.
Fuente: radio Nederland