En una pequeña sala en Trípoli una mujer comienza a llorar desconsoladamente. Sin decir nada se abalanza hacia la salida. Uno de los organizadores de la reunión la detiene. ¿Qué le ocurre? Con dificultad la mujer comienza a hablar: “Yo también fui violada por hombres de Gadafi. Mi marido no debe saberlo.”
Por Karima Idrissi y Heleen Sittig
En la capital libia, Trípoli, estudiantes de la organización Bunat Elmostakbal (Constructores del Futuro) han organizado una serie de reuniones bajo el título “Violación: crimen de guerra”. En la sala se encuentran familiares de muchachas y mujeres que fueron violadas. Pero también expertos como sicólogos y ginecólogos, un Imán y, como se ha ido demostrando paulatinamente, mujeres que fueron víctimas ellas mismas de abusos sexuales. Entran y toman asiento silenciosamente en la sala sin darse a conocer.
Durante la guerra contra el régimen del hombre fuerte Muamar Gadafi, cientos de mujeres fueron violadas, opina el fiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo. En la investigación de la CPI de los crímenes cometidos durante la guerra civil en Libia, el equipo de juristas de Ocampo prestará especial atención al caso de las violaciones.
La investigación abarca delitos cometidos por todas las partes en conflicto: tanto el ejército del entretanto ultimado Gadafi, como de rebeldes y de tropas de la OTAN. Cabe mencionar que no hay indicios de que también los rebeldes hayan participado en violaciones. Por su parte, los militares libios cometieron al parecer abusos sexuales a gran escala. Concretamente en Misrata se utilizaron las violaciones masivas intencionalmente como arma en el conflicto.
Miles
Según la sicóloga libia Seham Serguewa se trata de por lo menos ocho mil niñas y mujeres. La profesional asesora actualmente a 480 víctimas. Otras cometieron suicidio al ser incapaces de vivir con la humillación, o huyeron hacia países vecinos como Egipto y Túnez.
Poco a poco van saliendo a la luz los dramáticos hechos. Serguewa cuenta acerca de un grupo de mujeres que fueron secuestradas por tropas de Gadafi. Cuatro días después fueron mantenidas, completamente desnudas, en un contenedor. Por las noches, los militares las sacaban y las violaban, y después las volvían a encerrar.
Guardaespaldas
También Serguewa ayuda a cinco mujeres que formaron parte del grupo de guardaespaldas de Gadafi. Las mujeres que protegían al líder libio se hicieron mundialmente famosas. Sin embargo no se sabía que esas mujeres fueron sistemáticamente violadas por Gadafi. Y a veces el dictador las ofrecía como presente para sus hombres.
Serguewa dice necesitar urgentemente fondos para poder atender a sus pacientes. Se necesita un lugar de acogida para mujeres violadas. Ha solicitado infructuosamente apoyo de Consejo Nacional de Transición.
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Abiertamente
Las reuniones de Constructores del Futuro son, como su nombre lo indica, con la vista en el futuro. No están buscando culpables sino quieren ayudar a mujeres violadas para su reintegración en la sociedad libia. La violación es un enorme tabú en la conservadora Libia. Las mujeres muchas veces no se atreven a hablar, las niñas que han sido violadas pueden ser rechazadas por su propia familia. Los miembros de la familia pueden también optar por una venganza de honor.
Los organizadores esperan que la sociedad avance lo suficiente de modo que las muchachas, aunque hayan sido violadas, puedan ser vistas todavía como posibles futuras novias. Un Imán enfatiza durante la reunión a una de las mujeres asistentes que puede tranquilamente ocultar a su marido el hecho que fue violada. Su marido nunca la perdonaría, entiende el Imán. El religioso puede convencerla de que no tiene nada de qué recriminarse.
Las violaciones como arma de guerra no son un tema exclusivo de Libia. Se da en una gran cantidad de países. Y casi en todas partes es difícil hablar de ello, tanto por parte de las víctimas como de los victimarios. En la conservadora Libia Constructores del Futuro han conseguido algo extraordinario: han puesto el tema de la violación como crimen de guerra abiertamente en la agenda de discusión.
Fuente: radio Nederland