A veces, las parejas se aman al extremo que, por su forma de ser, se irritan mutuamente. (Internet)
Javier y Silvana se aman demasiado. Sus vidas fueron marcadas desde que se conocieron. Pero los conflictos internos, los temores ocultos y los temperamentos desiguales enturbiaron la relación. Después de mucho tiempo juntos, el único instante en el que son felices es en la intimidad y cuando ven películas. Más allá de eso se vive una guerra de personalidades. “Te amo pero ya no te soporto”, se han dicho mutuamente.
Silvana no tolera el silencio inquebrantable de Javier. No puede arrancarle una sola revelación de sus temas personales. A eso se suma su tacañería, que ha ocasionado más de una pelea.
Al otro extremo está Javier, quien no aguanta que ella sea obsesiva, posesiva y tan celosa. Sin embargo, curiosamente, se aman, o al menos siempre dicen que están con la única persona que los aguantaría.
¿Se puede amar a alguien que es tan distinto a uno, al extremo que su forma de ser nos irrita? ¿Es posible cambiar de personalidad para contentar al enamorad@ o, simplemente, vamos camino a la debacle total de la relación?
TERAPIA. La psicóloga Karina Muñoz recomienda que se actúe con madurez frente a una situación como esta, ya que podrían darse dos panoramas: que la relación mejore o que se trunque.
“Todo dependerá de la predisposición de ambos para acudir a una terapia de pareja. El amor es el elemento primordial en una relación, pero no es el único. Es necesario solucionar los conflictos de personalidades”, refiere la especialista.
Sostiene que, a veces, las personas no terminan su relación –pese a los conflictos– por la costumbre.
PARA TENER EN CUENTA
1. Por más amor que exista entre la pareja, las discusiones y los pleitos continuos debilitan ese sentimiento.
2. Para acudir a una terapia, ambos deben ser conscientes de que necesitan ayuda psicológica para solucionar los problemas internos de cada uno.
3. No debes sentirte culpable si tu relación acaba o no logra superar los conflictos.
Fuente: perù21