La crítica política y la denuncia social tienen nombre de mujer en América Latina. Son blogueras, periodistas o escritoras que sacan a la luz asuntos que interesa mantener ocultos y aportan pluralidad y diversidad informativa. A través de sus distintos medios de comunicación, estas mujeres generan opinión dentro y fuera de sus países.
Por Isabel Caro
En América Latina cada vez son más mujeres las que cuestionan la sociedad en la que viven, critican y denuncian las injusticias, dan voz a los que nunca la tienen y reivindican derechos que consideran fundamentales. Ellas ejercen la libertad de información en mayúsculas.
Ventana hacia la Cuba real
Ventana hacia la Cuba Real es como define la conocida bloguera cubana, Yoani Sánchez, su portal Generación Y creado en 2007 para narrar distintos aspectos del país. Según sus palabras, con él ha logrado “que muchas personas se sensibilicen con lo que ocurre en esta isla y desmontar el mito de que todos los cubanos estamos de acuerdo con el régimen que dirige la nación hace 50 años. Además de mostrar a la gente una isla plural y diversa, donde lamentablemente estos adjetivos siguen penalizados”.
Yoani fue seleccionada por la revista Time como una de las cien personas más influyentes del mundo y su labor periodística ha sido reconocida en innumerables ocasiones. Para Yoani, que su blog se encuentre entre los 25 mejores del mundo es fruto de “escribirlo desde la óptica de una generación que se ha pronunciado muy poco, que ha optado o por el silencio o por la emigración; con un lenguaje no violento y sin insultos, que ronda la literatura y el periodismo. No es un panfleto ideológico sino la voz de una ciudadana que se pregunta cada día por qué el país donde vive no se parece al que le prometieron cuando niña”.
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Yoani se enorgullece de que su blog haya generado mucha empatía en sus “compatriotas” cubanos y de todas partes del mundo. Sin embargo, su enemigo es el propio régimen castrista. Su bitácora ha estado prohibida en los centros públicos de acceso a internet en Cuba desde el 2008 hasta 2010. Actualmente, la censura ha terminado pero Yoani reconoce que cualquier funcionario público que visite su blog podría llegar a perder su trabajo.
Lo prohibido tiene sus riesgos. La bloguera asegura que “no hay nada más atractivo que las prohibiciones y en la medida que el régimen castrista me ha satanizado, ha generado el efecto contrario porque los lectores de todo el mundo se sienten con mucha más curiosidad y leen mis escritos”. Yoani se conecta a internet desde un hotel aproximadamente una vez a la semana y paga 8 dólares por una hora.
La silla que controla al poder
Juanita León fundó en 2009 La Silla Vacía, un periódico digital donde se sienta asiduamente el periodismo crítico. Esta abogada, que estudió una maestría de Periodismo en la Universidad de Columbia, quería crear un medio más “independiente, innovador y creativo” que “contara cómo se mueve el poder en Colombia con una perspectiva de periodismo de calidad”. Hoy La Silla Vacía se considera uno de los medios más prestigiosos del país.
La informadora eligió internet porque “permite formas de narración más creativas”. Además, Juanita destaca la posibilidad que tiene de “crear una comunidad de personas interesadas alrededor de un tema”. De hecho, en La Silla Vacía los usuarios participan en debates semanales y distintos blogs. Juanita cuenta que en su medio hay un espacio especial para las mujeres, donde pueden hacer visibles sus historias y sus voces.
El éxito de La Silla Vacía ha provocado que el resto de los medios de comunicación colombianos introduzcan en su agenda temas políticos que nunca antes habían tratado. La periodista considera que el medio se ha convertido “en una fuente de información y en un medio de referencia para los demás periodistas”.
Para Juanita, el periodismo debe ser un “control al poder y una fuente de información de calidad para la que la gente pueda tomar las decisiones convenientes en su vida privada y pública” y en esta línea trabaja su medio de comunicación. La periodista ha sido finalista del premio Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano-Cemex y ha conseguido el tercer puesto del conocido Ulysess Award, entre otros galardones.
Investigación en estado puro
El periodismo que realiza la informadora mexicana Lydia Cacho se define con dos palabras claves: investigación y valentía. Se considera activista en defensa de los derechos humanos e investiga fundamentalmente temas de mujeres y niños. Lydia dio voz a un grupo de niñas que denunciaron a un empresario libanés por abusos sexuales en su libro Los demonios del Edén. En él destapa controvertidas relaciones del comercio del sexo con conocidos políticos y empresarios mexicanos.
Este hecho propició que fuera demandada por el acusado empresario y, como posteriormente revelaron unas grabaciones, la detuvieran ilegalmente y la torturaran gracias a la colaboración de éste y el gobernador del estado mexicano de Puebla. En sus 20 años de dedicación al periodismo de investigación, ha sufrido las amenazas de quienes la consideran un obstáculo, pero el miedo no le ha impedido continuar su importante trabajo a través de sus libros y también de su blog.
En 2010, con su libro Esclavas del poder investigó las redes de tratas de mujeres. Cacho asegura que “a raíz de la historia individual de una joven que fue traída para ser explotada sexualmente en México, me fui tras la ruta de quien las compra, quien las vende, quienes son la líneas aéreas, quienes lavan el dinero… Quería saber que se escondía debajo de eso”. Para Lydia, “el periodismo debe ser la linterna que ilumina el mundo”.
La función que realizan estas mujeres, cada una con su personal forma de hacerlo, es un ejemplo a seguir en todo el mundo. Para ellas, la libertad de información es un bien preciado que ejercen día a día para lograr una sociedad mejor.
Fuente: radio nederland