El sector de la agro exportación ha ido creciendo en los últimos años en nuestro país, lo que se ha traducido en el incremento de empleos en las diferentes zonas donde se desarrolla esta actividad. Este crecimiento se ha desarrollado en el marco de una política de apertura comercial que promueve las inversiones y lamentablemente no se ha preocupado por garantizar los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras, la inclusión y la sostenibilidad de los recursos.

En este boom de la agro exportación, las mujeres han empezado a ocupar un rol importante en la cadena de producción. Aunque no se tienen datos estadísticos exactos se sabe que representan más del 60% del empleo en las empresas agro exportadoras y constituyen una fuerza laboral de importancia dadas las tareas que desarrollan, que privilegian la destreza manual y las habilidades motoras finas por sobre la fuerza física. Sin embargo son el sector más vulnerable en la cadena productiva. Las malas prácticas de algunas empresas agro exportadoras refuerzan un modelo discriminador donde las mujeres a pesar de trabajar un aproximado de 10 ó 12 horas no reciben adicionales por horas extras, sus sueldos son menores a los de los hombres y donde la maternidad es un factor de discriminación. A lo que se suman los problemas de salud e inseguridad en el trabajo, los maltratos, amedrentamientos y la escaza fiscalización del Estado que en su afán de promover las inversiones no asume su rol con los trabajadores y trabajadoras. ¿La entrada de nuevos gobernantes puede significar una nueva oportunidad para resolver los problemas de este sector? Ojalá. Los planes de gobierno de los distintos partidos políticos en carrera coinciden en la importancia del sector agro exportador, y en su mayoría plantean propuestas con miras a fortalecer este sector que hasta el momento ha contado con el apoyo gubernamental.

Vale la pena llamar la atención sobre una necesidad de una mirada desde una perspectiva de género en el sector, sobre todo cuando la tendencia parece indicar que la mano de obra femenina va en aumento, dado que en muchas de las zonas donde se desarrolla esta actividad la mano de obra masculina se está desplazando al sector de construcción donde la remuneración es mejor y no es un espacio tradicionalmente de mujeres.

Aquí hay un tema de agenda que deberá ser atendido por las nuevas autoridades próximamente elegidas.

Fuente: La primera

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